❛i. venomous❜ harry potter

XX.

quidditch

—Lo siento por eso —le susurró Diana a Neville mientras esperaban a que el resto se les uniese en el campo de Quidditch.

En ese momento, Harry y Ron llegaban, mientras que Hermione ya estaba allí. La última escuchó el comentario, y se apresuró a preguntar:

—Lo siento, ¿por qué?

—Malfoy —contestó Diana.

—Ugh, le odio —dijo Ron, uniéndose a la conversación.

—¿Acaso has hablado con él, Ronald? —se cruzó de brazos Diana, mientras alzaba las cejas.

—¡Si! Es decir, Harry lo ha hecho y yo estaba ahí, ¡es lo mismo!

Diana rió por lo alto, mientras Hermione negaba con la cabeza, tratando de esconder una sonrisa divertida. Harry le dio par de palmadas en la espalda, como animándole.

Antes de que se diesen cuenta, estaban acompañados por el resto de alumnos y la señora Hooch, la encargada de formarles en el Quidditch.

—Bueno, ¿a qué estáis esperando? —bramó, sin necesidad de un simple "hola"—. Cada uno al lado de una escoba. Vamos, rápido.

Un revuelo de alumnos hizo lo que se les mandaba. Harry se puso al lado de la escoba más cercana a ellos. La de su derecha fue ocupada por Ron, la de al lado por Hermione y la siguiente por Neville. Cuando Diana se acercó a ocupar la siguiente, uno de Gryffindor se le adelantó. Creía recordar que se llamaba Dean o Seamus. Se trataba de uno de ellos, pero, obviamente, Diana no lograba distinguirlos. Siempre que escuchaba uno de sus nombres, seguía el del siguiente; la cosa estaba abierta a confusión.

Buscando con la mirada otra escoba, Diana se encontró con que en la fila de sus amigos se habían colocado todos los de Gryffindor, mientras que los de Slytherin habían elegido la paralela. Había una escoba libre al lado de Draco Malfoy, quien le dirigió una sonrisa algo perversa. Diana rodó los ojos, antes de que Hooch le gritase que se colocase de una vez y se viese forzada a apresurarse al lado del rubio.

—Gracias, señorita Weasley, no era tan difícil. Ahora, extended la mano derecha sobre la escoba —les indicó la señora Hooch— y decid «arriba».

Tratando de anular todos los gritos de "¡ARRIBA!" a su alrededor, Diana extendió su mano y se concentró lo máximo posible. Cerró los ojos y trató de memorizar la escoba bajo su brazo. Trató de imaginarse donde estaba en el suelo, y como flotaba hasta unirse con la palma de su mano, como había visto hacer a sus hermanos incontables veces.

Cuando creyó saber exactamente lo que decía y lo que le pedía a la escoba que hiciese, abrió los ojos y fijó la mirada en el objeto. Con voz monótona pero firme, la chica soltó la palabra y, para su sorpresa, en un instante, sostenía el palo de la escoba en su mano.

Sonrió de oreja a oreja, y miró alrededor. La mayoría había logrado lo mismo que ella en menos tiempo. Pero no a la primera, pensó ella. Sin embargo, Harry lo había hecho, y sin necesidad de tanta concentración. Parecía que Harry siempre iría un paso por delante suya.

***

El primer capítulo de 2018. Ole.