XXXVI.

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pansy parkinson

La mañana siguiente, frente al espejo que había en su habitación (Diana estaba casi segura de que Pansy Parkinson lo había traído, porque no creía haberlo visto ahí los primeros días), la pelirroja se colocaba la corbata verde y gris alrededor del cuello cuando Pansy la interrumpió  con una pregunta que la dejó muy confusa:

—¿A dónde fuiste anoche?

Diana se giró, mirando extrañada a la chica que se encontraba sentada en su cama, unos metros a la derecha de Diana, atándose los zapatos.

—¿A qué te refieres? No fui a ningún sitio —dijo ella, deshaciendo el nudo que había hecho y dedicándose a empezar, de nuevo, el mismo proceso (que volvió a fallar y la obligó a deshacerlo otra vez).

—Claro que si. Te levantaste en mitad de la noche diciendo que alguien te llamaba y saliste de la habitación.

Diana sonrió de lado, y le tocó extrañarse a la otra chica ante su gesto.

—¿Y cómo es que no avisaste a ningún profesor?

Pansy pareció enrojecerse ante la pregunta, y se apresuró en buscar una excusa. Cuando la encontró, tartamudeó al decirla.

—No me pareció adecuado, no parecías ser tu misma.

Diana frunció el ceño entonces.

—Ah, ¿no?

—Parecías estar en trance. ¿No recuerdas haberte marchado?  —Diana negó la cabeza— ¿Y no recuerdas haber vuelto? ¿O lo que hiciste mientras estabas fuera?

—Recuerdo irme a dormir y despertarme esta mañana —explicó—, ¿estás segura de que no estabas soñando?

Pansy enfureció.

—¡Claro que estoy segura! ¿Estás tú segura de no ser una lunática sonámbula?

—La verdad es que no —contestó Diana.

La expresión de la otra cambió y Diana sonrió mientras Pansy reía y se acercaba a ella. Le quitó las manos de la corbata para dedicarse a colocársela correctamente a la Weasley, que aún no había logrado controlar la prenda y atarla en un nudo debidamente.

—Eres de lo que no hay, Weasley —murmuró.

—¿Eso es bueno? —preguntó Diana, curiosa.

—No lo sé. Te lo diré cuando me haya decidido.

Ambas se dedicaron dulces sonrisas, y caminaron juntas hacia el Gran Comedor. Quizás, al fin y al cabo, Diana no había perdido la amistad de Pansy Parkinson (al menos no del todo) tras aquella pelea que habían tenido poco menos de un mes antes. Con suerte, tan solo se trataba de eso: una pelea. Los amigos se pelean todo el rato, sobretodo los buenos, así que a lo mejor aquel evento no había sido tan malo como ella había pensado.

Quizás, aquello les había ayudado a las dos a pasar a la siguiente etapa de su relación, que duró mucho tiempo y que Diana disfrutó tremendamente.

Quizás ser una Slytherin no es tan malo si lo eres en compañía, pensó Diana. No tardó en comprobar de que estaba en lo cierto.

***

Guess who's back.

❛i. venomous❜ harry potterDonde viven las historias. Descúbrelo ahora