❛i. venomous❜ harry potter

LII

harry potter, hermione granger & ron weasley

Pero no salieron a disfrutar del sol.

En vez de eso, volvieron a la sala común de Gryffindor, los tres miembros de esta misma casa entablándose en una conversación de la que la serpiente no fue parte. Planeaba en marcharse de un momento a otro a contarle a Pansy todo lo sucedido, cuando Harry Potter habló, llamando su atención:

—No queda otro remedio, ¿no es así? —los otros tres le miraron expectantes— Iré esta noche y trataré de llegar antes que Snape a conseguir la Piedra.

—¡Estás loco! —exclamó Ron.

—¡No puedes! —dijo Hermione— Harry, ¡te van a expulsar!

Harry dio un brinco desde el sillón rojo de la sala común, y sobresaltó a Diana con su griterío.

—¿Y qué? ¿No comprendéis? ¡Si Snape consigue la Piedra, es la vuelta de Voldemort! ¿No habéis oído cómo eran las cosas cuando él trataba de apoderarse de todo? ¡Ya no habrá ningún colegio para que nos expulsen! ¡Lo destruirá o lo convertirá en un colegio para las Artes Oscuras! ¿No os dais cuenta de que perder puntos ya no importa? ¿Creéis que él dejará que vosotros y vuestras familias estéis tranquilos, si Gryffindor gana la copa de la casa? Si me atrapan antes de que consiga la Piedra, bueno, tendré que volver con los Dursley y esperar a que Voldemort me encuentre allí. Será sólo morir un poquito más tarde de lo que debería haber muerto, porque nunca me pasaré al lado tenebroso. Voy a entrar por esa trampilla, esta noche, y nada de lo que digáis me detendrá. Voldemort mató a mis padres, ¿lo recordáis? ¡Vol-!

—¡¿Quieres dejar de decir su nombre, Potter?! —chilló Diana entonces, levantándose también, y haciendo retroceder al de pelo azabache— ¡Gracias por las palabras de ánimo, muy Gryffindor todo, pero déjame que te recuerde que tienes once años! ¡Estás en tu primer año en Hogwarts! ¿Y si en mitad de tu plan genial te encuentras con Quién-Tú-Sabes? ¿Qué piensas hacer? ¿Lanzarle un Wingardium Leviosa?

—¡Eso es lo de menos, Diana! Le vencí cuando era un bebé, creo que puedo hacerlo otra vez.

Diana suspiró, esperando que aquella frase fuera tan solo una manera de ganar aquella discusión, y no algo que el chico creyese en serio. La línea entre valentía y necedad es tremendamente fina.

—No eres invencible, Harry, ¡por mucho que te guste aparentarlo! —soltó ella.

—¡Diana, basta! —cortó Ron entonces, poniéndose de pie y mirando a su hermana— Si nosotros no lo hacemos, no lo hará nadie. No hay otra opción posible así que —entonces, se giró hacia su mejor amigo—, Harry... —empezó—, ¿crees que tu capa de invisibilidad nos cubrirá a los cuatro?

—¿A... a los cuatro?

—Oh, vamos, ¿no pensarás que te vamos a dejar ir solo?

—No, por supuesto que no —dijo Hermione, con voz enérgica, levantándose también.

—Tenéis que estar de broma —exclamó Diana, abriendo mucho los ojos—. ¡Y después soy yo la que quiere hacerse la vida imposible!

—Diana —habló Ron, una vez más—, necesitamos hacer esto.

—A no ser que tengas otra idea para evitar que el mundo se acabe tal y como lo conocemos —añadió Harry, cruzándose de brazos.

—¿Qué tal esta: dejarnos de ser dramáticos e ir a tomar el té con Hagrid y Fang? Suena como un plan, ¿no es así?

Esta vez fue Hermione quien se mostró harta de los comentarios de la pelirroja.

—Diana, ¿no puedes tomarte algo en serio por una vez? Harry, Ron y yo vamos seguro, porque no vamos a quedarnos de brazos cruzados mientras Quien-Tú-Sabes consigue la Piedra Filosofal, así que debes decidir: o vienes con nosotros, o te vas con los de tu casa a disputarte en nuevas peleas verbales con cierto rubio.

Diana la miró con los ojos muy abiertos, como ofendida, y cerró la boca. Luego, la volvió a abrir, frunciendo el ceño.

—Técnicamente, creo que esto también es una pelea verbal.

—¡Diana!

Esta vez, su nombre resonó con tres voces diferentes, y la chica sacudió la cabeza, rindiéndose por fin.

—Si muero —empezó, señalando a los tres Gryffindors con un dedo acusatorio—, mi fantasma os visitará y os arrepentiréis de haberme convencido.

—No pienso vivir con ese remordimiento —dijo Harry, divertido—Debemos procurar que no mueras, entonces.

Y Diana no podría haber ocultado la sonrisa que se le formó en aquel instante ni aunque hubiese querido.+

***

Ya casi llegamos al final señores.