XXX.

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quidditch

Diana estaba segura de que alguien en Ilvermorny, si se concentraba mucho, lograría notar su incomodidad, ya que llegaba a niveles inimaginables.

Ella, Ron y Hermione habían elegido ya un lugar en el que sentarse durante el primer partido de Quidditch de la temporada y, por tanto, de su amigo Harry y, por petición popular, se habían sentado en el lado de los alumnos que pertenecían a Gryffindor, al lado de Seamus y Dean (Diana seguía sin saber cual era cual). Por obvias razones, Diana se sentía algo fuera de lugar. Los colores verdes y grises de su uniforme (para esta ocasión especial había elegido llevar una bufanda, en vez de su usual corbata), destacaban de entre los tonos rojos y amarillos de las pancartas y alumnos de aquel lado de las gradas.

Cuando Hermione y Ron sacaron un enorme cartel, hecho con las sábanas que Scabbers había destruido, que decía "Potter; presidente" y que tenía un enorme león dibujado, Ron se giró hacia su hermana.

—¿Tú no traes cartel para animar a Harry, Di?

—No se si lo has notado, pero animo al otro equipo —respondió ella, levantando su bufanda para que el pelirrojo la viese.

Entonces, la voz de el amigo de sus hermanos mayores, Lee Jordan, resonó por todo el campo, indicando que el partido comenzaba. Los jugadores salieron y, con un fuerte pitido del silbato de la señora Hooch, empezaron a pelearse por el dominio de la Quaffle.

—La quaffle en poder de Slytherin... —comentó Lee Jordan, con voz de presentador de televisión— Adrian Pucey cogiendo velocidad hacia los postes de gol, pero lo bloquea otra bludger, enviada por Fred o George Weasley, no sé cuál de los dos... —Diana sonrió— bonita jugada del golpeador de Gryffindor, y Johnson otra vez en posesión de la quaffle, el campo libre y allá va, realmente vuela, evita una bludger, los postes de gol están ahí... vamos, ahora Angelina... el guardián Bletchley se lanza... no llega... ¡GOL DE GRYFFINDOR!

La grada en la que la pelirroja estaba sentada explotó en aplausos y gritos de victoria. Dean y Seamus se levantaron, al igual que muchos otros de Gryffindor, mientras Diana se colocaba el pelo una coleta, sentada y tratando de esconder que maldecía por lo bajo.

De repente, Diana vio una enorme figura, que se hizo hueco a su lado y se colocó unos binoculares en la cara, oteando el campo de juego.

—¡Hagrid! —chilló Hermione.

—Estaba mirando desde mi cabaña —dijo Hagrid, quitándose el aparato de la cara para mirar al trio de niños—. Pero no es lo mismo que estar con toda la gente. Todavía no hay señales de la snitch, ¿no?

—No —contestó Ron—, Harry todavía tiene mucho que hacer.

—'No tiene nada que hacer', querrás decir —corrigió Diana, con una sonrisa de lado.

—¿Y quién es esta? —preguntó Hagrid, entonces, frunciendo el ceño ante la visión de una Slytherin en aquel lado del campo.

—Diana Weasley —se presentó la chica, tratando de parecer educada y extendiendo la mano a modo de saludo—, la versión mejorada de este alcornoque —señaló a su hermano, que la empujó como acto de venganza.

—Ya veo —sonrió Hagrid, cogiendo la pequeña mano en la suya y sacudiéndola.

Diana pensó que se le quedó mirando a los ojos durante demasiado tiempo, como si los reconociese, pero un comentario de Lee Jordan provocó que rompiesen el contacto visual y Diana se olvidase del extraño gesto.

❛i. venomous❜ harry potterDonde viven las historias. Descúbrelo ahora