Tetsurō Kurō

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No hay nadie que pueda superar a una guerra de miradas coquetas contra Kurō

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No hay nadie que pueda superar a una guerra de miradas coquetas contra Kurō. Un gran porcentaje de alumnado femenino (y un pequeño porcentaje masculino), tachaba al joven peli-negro de la definición "sexy". La gran mayoría de las personas en Nekoma pensaba que Kurō era el típico chico que estaba con una chica para lo que le interesase, y cuando se cansase de ella, buscarse a otra para satisfacer sus deseos. 

____, siempre respondía a aquellos comentarios con un "Sí, pero no."

Ella, como novia de Kurō que era, podía afirmar que aquellos rumores eran mentira. A ver, sí, él era un chico bastante sexy. Y sí, no había nadie capaz de ganarle a una guerra de miradas coquetas. Por experiencia, ella sabía que una de sus miradas podían dejarte sin oxígeno, ya fuera por estupefacción o cuando lo hacía para hacer reír a su novia. 

____ podía añadir que Kurō era el típico novio "perfecto", pero sin pasarse. Él, cada vez que podía, le hacía regalos nuevos cuales siempre conseguían impresionar a la chica; ya podían ser bonitos, como podían ser de lo más raros. Estos actos, hacían de Kurō alguien detallista. 

Kurō también era un chico pervertido, cosa que le encantaba a ____; en los momentos que estaban a solas, el joven aprovechaba las ocasiones para darle suaves besos a la chica, cuales cada vez iban tornándose cada vez más provocativos. Aunque él sabía cuando era el momento en el que tenía que parar aquello, ya que la chica aún no estaba preparada para hacer "eso". Esto, también tachaba a Kurō de "pervertido, pero paciente". 

En resumen, había muchos adjetivos que podían describir al en "Kurō's type of boyfriend". Aunque había algo en Kurō que bastante gente podía conocer de él. Pero "gracioso y divertido" eran las palabras que tenía como segundo y tercer nombre, o al menos eso decía él con orgullo. 

Un ejemplo de una de esas ocasiones es la siguiente historia que os voy a contar.

☀🌼☀

____, como nueva manager del equipo masculino de vóley en Nekoma, estaba nerviosa e impaciente por el partido que estaban teniendo su equipo contra Karasuno. Ella no tenia mucha idea de cómo se jugaba al voleibol, aún habiendo visto tropecientos entrenamientos de los chicos, tampoco es que le apasionase mucho aquel deporte; a ella le gustaba más baloncesto... natación quizás.

De vez en cuando, se preguntaba por qué había decidido apuntar como mánager, y siempre, a los pocos segundos más tarde, recordaba la respuesta era muy simple, pero convincente. Kurō la había prometido que una vez a la semana, le daría su almuerzo, más que sería su "esclavo" durante el tiempo que ella aguante como mánager. 

Ella estaba adentrada en sus pensamientos, ideando cuál sería el siguiente favor que le pediría a su novio, cuando, de repente, una pelota de voleibol aterrizó en la cara de la chica.

Todo el gimnasio quedó en silencio total mientras veían cómo una gota de sangre salía por la nariz de la joven, hasta que la ruidosa risa del capitán del equipo de Nekoma estalló, ganándose todo tipo de miradas; estaban las que le miraban avisando del peligro que conllevaba hacer aquello, también estaban las miradas cómplices que se intentaban aguantar la risa, y por ultimo estaba la mirada asesina de ____. 

Aprovecharon aquel pequeño accidente y tomaron un descanso. ____ salió del gimnasio aún goteando de la nariz y fue en dirección a la fuente más cercana, siendo seguida por cierto chico. La joven no tuvo más opción que limpiarse la nariz con un papel y mirar hacia el cielo para parar la hemorragia, poniendo una mano en la cintura mientras la otra aguantaba el papel. Ahí fue cuando Kurō pensó que era la oportunidad perfecta para pasar abrazar a la chica por la cintura. Ella ni se sorprendió, pero lo único que hizo fue cerrar los ojos cuando este le dio un suave beso en el cuello. 

—Lo siento mucho, gatita.— susurró Kurō, para luego apoyar la barbilla en el hombro de ____.

—Yo si que lo siento, y duele mucho...— gimoteó ella, causando una leve risa por parte del chico. Lentamente, Kurō hizo que ____ se diese la vuelta, agarró de la barbilla a la joven e hizo que le mirase a los ojos. Él mismo se encargó de limpiar la poca sangre que le quedaba a la vista, tratándola con sumo cuidado, mientras ella miraba el escultural rostro de su novio, a la vez que pensaba en un castigo por haberse reído de ella anteriormente. Cuando Kurō terminó su labor, se quedó mirando a los ojos (c/o) de la joven, cuales brillaron cuando vieron la pícara sonrisa de su novio.

—Dime, ¿cómo se hace?— susurró él.

—¿Hacer el qué?— preguntó ella. 

—Mirar tus ojos y no enamorase.

____ enarcó una ceja, impresionada por el repentino piropo de Kurō. No era la primera vez que hacía aquellas cosas; el mirarla a los ojos y decirle algo bonito, pero esta vez la pilló por sorpresa.

—Kurō...

—____...— susurraron los nombres con dulzura mientras se iban acercando poco a poco. Kurō aún tenía una mano en la barbilla de ella y la otra en la cintura, sujetándola, mientras que ella había desplazado las dos manos al duro y marcado pecho de su novio. Los labios estaban casi por rozarse cuando ella, rápidamente, subió una de las manos y puso el dedo índice en los labios del chico.

—¿De dónde has sacado esa frase?— preguntó ____ ladeando la cabeza. Kurō abrió los ojos cual búho, mostrando poco a poco una sonrisa. 

—¿Por qué lo preguntas?— dijo aún con el dedo de ella sobre sus labios. Ella soltó una risa sarcástica para luego apartar el dedo de los labios de su novio y darle un beso fugaz. 

—Casualidad que la ultima vez que me dijiste una de esas frases, busqué en Instagram y salía una igualita.— afirmó ____, alejándose de él un paso para luego poner ambas manos en las mejillas del chico, haciendo que este diese un leve saltito.— Asique, cielo, contéstame... ¿De dónde has sacado esa frase tan bonita?— volvió a preguntar la chica, depositando más besos fugaces en los labios de Kuro.

—Puede que por Internet...— consiguió pronunciar Kurō, una vez ____ había parado de besarle.— Pero no pares, sigue...— susurró, juntando de nuevo sus labios. 

—____, Kurō. Ya está por terminar el... ¡Hey!— gritó Yaku cuando encontró a la pareja en medio de un beso. ____ se separó de Kurō rápidamente sonrojada a la vez que sonreía tímidamente, mientras que Kurō aún miraba pícaramente a su novia.— ¡No hemos pedido un descanso para que os estéis besando!

—¡L-Lo siento! Y-ya estamos listos.— dijo ____, nerviosa. Fue a dar el primer paso para ir hacia el gimnasio y seguir con el partido, pero la gran mano de Kurō la detuvo. 

—Gatita, te vuelve a sangrar la nariz.

Haikyuu!! - One-ShotsDonde viven las historias. Descúbrelo ahora