Haikyuu!! - One-Shots

Tobio Kageyama

Preocupación y estrés era lo que sentía Kageyama. Como fuera y de la manera que fuera necesitaba aprobar el último examen, junto a Hinata, para ir al entrenamiento especial en Tokyo, pero con un máximo de 36 puntos no podría hacer mucho. Los dos jóvenes pidieron ayuda a sus compañeros de equipo, pero la única que podía ayudarlos era Yachi-chan, y ella solo llegaba para ayudar a uno y al final, consiguió ser Hinata el elegido para estudiar con Yachi a base de piedra, papel o tijera. Kageyama tenía que buscarse a otro ayudante, por lo cual, se dirigió a sus senpais.

—¡Por favor, ayudadme a estudiar!— gritó Kageyama dirigiéndose a sus senpais más mayores: Daichi, Asahi y Suga.

—L-Lo siento, Tobio... Yo ya estoy bastante ocupado con los exámenes que tenemos.— dijo Asahi rascándose la nuca para luego soltar una risilla con nerviosismo. Le daba lastima no poder ayudar al joven armador, pero no le daba la vida para ello.

—Ah... Yo tampoco puedo... Para ayudarte primero tendría que estudiar el temario entero y luego explicártelo.— se excusó Daichi. A Suga le empezó a dar pena y miedo la cara del Tobio. Este empezó a fruncir el ceño y le empezó a temblar la boca al ver que ninguno de sus senpais tendría tiempo para ayudarle.

—Tobio, en nuestra clase hay una chica que sí te podría ayudar.— dijo Suga rompiendo el ambiente tan triste que había. Kageyama miró a Suga ilusionado y con un toque de preocupación. Pensar que una chica lo ayudaría le pondría nervioso, y aún más si esa chica era una senpai.

—¿De qué chica hablas?— preguntó Asahi curioso.

—____-chan.— dijo Suga. Ella era la típica chica a la que todo el mundo se llevaba bien con ella. Tenía un poco de la personalidad de Suga: la chica refrescante.

—Oh... ____-chan...— dijo Daichi apoyando su cabeza en la cano derecha sonriendo.— Estoy seguro de que ella estará encantada de ayudarte.— lo animó poniéndole la mano en el hombro a Kageyama.

—Si tan buena es... ¿Por qué no la conozco?— se quejó Noya. En ese instante empezó ha haber un barullo terrible por las constantes quejas de Noya y Tanaka por no conocer a aquella maravillosa chica. Kageyama aún seguía con la duda; Suga y Daichi le habían dicho que aceptaría gustosa... ¿Pero, y si al final la chica se negaba?

Había oído decir de ella maravillas, como que saca las mejores notas de la promoción, ya que tenia memoria fotográfica. Y aunque fueran muy pocas veces, la vio andar por los pasillos en dirección al patio, y era tan hermosa como la gente decía. Después de recordar la sonrisa de la chica cuando pasaba por los pasillos con sus amigas, se puso nervioso a más no poder.

☁☀☁

Al día siguiente, Suga le pidió a Kageyama que se presentara a la hora del receso en la puerta de su clase: 3-4. Puntual, el joven llegó a la puerta de la clase y se quedó en el marco de la puerta mirando por el alrededor para ver si encontraba la cara de Suga, y cuando le encontró le llamó.

—Qué puntual...— dijo Suga después de saludarle. Suga miró hacia dentro de la clase y llamó a ____. Kageyama se asomó un poco más y vio cómo una chica se asomaba entre las cabezas de más chicas, sonrió y se acercó a ellos. Kageyama lo vio todo en cámara lenta; una chica aparentemente alta, pero no más que Suga o él, se acercaba a ellos con una sonrisa radiante en los labios. Ella no bestia el uniforme como las demás, o al menos, distinta a la gran mayoría. ____ no llevaba puesto el chaleco de lana color crema; solamente llevaba la camisa con los puños remangados hasta los codos, la falda y unas medias negras por la mitad del muslo. Su pelo iba suelto, y fue revuelto por la ligera brisa que entró por la ventana, y a parte de su apariencia, Kageyama nunca había visto a alguien andar con tanta gracia, tanto que podría decirse que Kageyama se sintió amenazado.

—¿He oído mi nombre?— dijo ____ cuando se acercó a los chicos. Suga abrió la boca para explicarle a ____ el caso de Kageyama, pero él se adelantó haciendo la reverencia más rápida que haya hecho nunca.

—¡Por favor, ayúdeme con los estudios, ____-senpai!— gritó Kageyama. La chica se sorprendió, al igual que el joven Suga. Este último se llevó una mano a la frente, al suponer lo que pasaría a continuación. Lo que no sabia Kageyama era que a ____ le encantaba que la llamasen senpai o que lo añadieran después de decir su nombre. Por lo cual, a la chica se le tiñeron las mejillas de color rojo después de sonreír ampliamente.

—¡D-De acuerdo! Pero no grites, tanto, que te van a oír.— dijo ____ haciendo movimientos con las manos indicando al joven que se tranquilizase.— ¿Cómo te llamas?

—Kageyama Tobio, un placer.— dijo enderezándose cual militar ante su sargento.

—Igualmente.— sonrío la chica únicamente al chico, contemplando sus ojos azules, que la habían encantado desde el primer instante.— Pues bueno, cuando quieras podemos quedar y te ayudo en lo que sea.— dijo ____. Kageyama inhaló una gran cantidad de aire y volvió ha hacer una reverencia a ____. Kageyama se dio cuenta de una cosa; aunque aquella chica le dijese un simple "Hola" valdría para hacer que este se pusiera más rojo que un tomate.

—Muchas gracias, ____-senpai.— susurró Tobio. ____ aprovechó la oportunidad de que él estaba inclinado y le removió su cabello negro como la noche mientras ella se reía con dulzura al ver a su kouhai sonrojado.

Suga estaba impresionado ante los actos de cada uno; primero, no se esperaba ver a Kageyama sonrojado ante ella, bueno, ni ante ella ni ante nadie. Y por otro lado estaba ____, que ella, cada vez que la llaman senpai, siempre empieza a reírse como una loca y ha hablar sin parar, estilo Nishinoya, pero en chica. Pero esta vez le sorprendió que la chica se sonrojase y contestase de aquella manera tan civilizada.

Suga sonrió ante la idea de que estos dos podrían llegar ha hablar algo más que de inglés y que Kageyama convencería a ____ para más cosas que no tuviesen que ver con los estudios.