El reencuentro

Capítulo 15: Secretos y mentiras

Ethan apareció en la habitación con una toalla blanca rodeándole la cintura y el pelo aún mojado. Justin seguía tendido en la cama tapado hasta arriba con las sábanas hecho un ovillo.

―¿Puedo quedarme a dormir aquí hoy? ―Preguntó Justin bajo las sábanas.

―Sí, si quieHes... Pero creía que no íbamos a hacer nada más, ¿o me equivoco? ―Preguntó Ethan mientras buscaba en un cajón la ropa interior que se pondría.

―¡No! ―Exclamó Justin sobresaltado―. Lo que ha pasado antes es lo único que pasará, ¿eh? No te confundas...

―Es mejor así ―dijo el antiguo violinista mientras se ponía el pijama y se acomodaba en el otro lado de la cama.

Justin se dio la vuelta y destapó su cabeza mirando a Ethan. Sonrió levemente y este le devolvió la sonrisa.

―¿Has conseguido aliviarte en el baño entonces? ―Preguntó con sonrisa pícara.

―¿Tú qué crees? ―Fue la respuesta de Ethan.

―¿Voy a poder sonsacarte en quién pensabas?

―Ni de coña. Ya te dije antes que era alguien imposible ―suspiró Ethan.

―Nada es imposible en esta vida, querido Ethan.

―Lo dice quien no es capaz de hablar con su novio y solucionar las cosas ―le espetó a Justin.

―No es tan fácil, pero de todas maneras cuando te has ido a la ducha he tomado una decisión. Voy a intentar hablar las cosas con Brian ―una sonrisa sincera se dibujó en su rostro.

―Eso es una gran noticia, Justin. Estoy seguro que lo arreglaréis.

―Ojalá. ¿Y tu misterioso amor secreto? ¿Sabe lo que sientes? ―Inquirió Justin a quien la curiosidad aún le acechaba.

―No, y no me cambies de tema ―le espetó Ethan.

―No cambio de tema, tú lo estás evadiendo. Y además aún estabas despierto cuando he llegado y te fuiste antes que yo...

―¿Qué insinúas con eso? ―La voz de Ethan sonó un poco nerviosa.

―No insinúo nada. Solo digo que has estado toda la madrugada en el sofá rallándote solo. Y somos amigos, Ethan. Si necesitas hablar estoy aquí, ¿de acuerdo? ―Justin le tendió una mano la cual tomó Ethan entre las suyas.

―Lo mismo te digo ―sonrió cerrando los ojos sintiendo que el sueño por fin podía vencerle.

Brian le tendió un vaso de cristal a la madre de Justin y se sentó frente a ella nuevamente.

―Creo que la noticia será mejor sobrellevarla con alcohol ―dijo bebiendo de su vaso.

―Y eso que aún no te he empezado a contar ―expuso ella antes de dar un sorbo a su bebida.

―Sin rodeos, ¿qué quería el energúmeno de tu ex marido?

―Mostrarme una vez más lo cabrón que puede llegar a ser. Aunque a estas alturas nada debería sorprenderme y sin embargo lo hace ―da otro sorbo a su bebida―. Nunca imaginé que a estas horas de la mañana el ron supiese tan bien.

―¿Te ha hecho algo? ―Preguntó preocupado y ella negó con la cabeza―. ¿Te ha amenazado con algo sobre Justin? ―Ella volvió a negar y Brian no pudo evitar suspirar aliviado.

―Aún así necesito tu ayuda ―suplicó con la mirada.

―Pues cuéntame entonces, por favor.

―Es un capullo ―dijo soltando el vaso vacío en la mesita que había al lado.

―Lo sé, y un homófobo y mil cosas más.

El autobús con los jóvenes llegó a su destino. Durante el camino Blake y David no habían hablado nada de lo que había ocurrido en el baño, sin embargo los pensamientos de ambos bailaban en sus cabezas sin cesar. Blake se sentía culpable por haberle puesto los cuernos a Enmet pese a sentir que se la había devuelto, sin embargo sentía que no era lo mismo, él le había puesto los cuernos con alguien que conocían mientras que Enmet había sido con un completo desconocido. O al menos era lo que él creía. Por su parte, David no sabía cómo sentirse. Su marido y él no estaban pasando por un buen momento de su matrimonio, y además había vuelto a su lugar de origen porque su mente solo pensaba en ver a Mike, y sin embargo unas horas antes se había liado con otro en el baño de una estación de autobuses. ¿Por qué?

Brian soltó nuevamente el vaso de ron cuando se disponía a beber de él. Había abierto sus ojos como platos y miraba fijamente a la madre de Justin.

―¿Qué qué?

―No me hagas repetirlo otra vez, Brian ―suspiró ella―. Justin tiene otro hermano.