Capítulo 7: El secreto de Ethan

570 31 7
                                    

Desde que Justin regresó notó como nada era ya como antes, muchas cosas habían cambiado, cosas que antes de llegar a la boda de Hunter no se hubiera imaginado.

Se maldecía continuamente considerándose un estúpido al pensar que aquella relación a distancia duraría durante tanto tiempo, aunque no podía evitar sentir dolor al recordar que tras once años sin tener sexo físicamente, Brian se había liado con un camarero el mismo día de su regreso. Había planeado sorprenderle con su inesperada llegada de la cual solo Mike sabía, sin embargo no había servido de nada. ¿Acaso aquello era el fin? ¿Deberían de haber roto mucho tiempo atrás quizá?

Frustrado por sus pensamientos se tumbó bocabajo en el sofá. Para más inri a la mañana siguiente de la boda de Hunter y Susan se había acostado con Brian y no lo recordaba, el momento que llevaba esperando durante aquellos largos once años y el alcohol había propiciado el olvido.

Un cojín calló sobre cabeza haciendo que sus pensamientos se disiparan por un momento y observase al causante de la estampida del cojín. El rostro afable de Ethan le sonrío.

―No te ralles tanto, tío ―dijo haciéndose un hueco en el sofá bajo las piernas de Justin―. Así solo conseguirás hacerte daño.

―No lo puedo evitar, es demasiado complicado ―se tumbó bocarriba para no darle la espalda a Ethan.

―Lo arreglaréis, siempre lo habéis hecho ―dijo con firmeza creyendo fielmente en sus palabras.

―Creo que esta vez puede ser diferente ―se encogió inevitablemente de hombros emitiendo un suspiro de sus labios.

―No puedes ser tan negativo, tío ―le espetó mientras sacaba su teléfono móvil del bolsillo y lo miraba concentrado.

Tras todos los sucesos acometidos en la boda, Justin había decido irse a compartir un apartamento con Ethan ya que este se quedaría una temporada a vivir allí también.

―¿Con quién hablas? ―Preguntó Justin al verle tan concentrado escribiendo en su móvil y observando como una leve sonrisa de dibujaba de vez en cuando en su rostro―. ¿Te has echado un ligue?

―Podría decirse que algo así, aunque es complicado ―suspiró mirando a la televisión apagada.

―¿No será que te gusta una chica? ―Preguntó Justin incorporándose y sentándose bien.

―¡No! ―Exclamó rotundamente―. Aunque a veces lo preferiría, sería más fácil.

―Si necesitas hablar... ―le sugirió.

Era curioso que después de tanto tiempo y pasar lo que pasó entre ellos, ambos hubieran conseguido llevarse también como si se tratasen de dos buenos amigos, hasta a Justin le sorprendía aquella situación. Podían hablar con naturalidad de sus problemas y de sus vidas sin ningún reproche en sus palabras por el pasado, pero sin ningún tipo de sentimiento más allá de la amistad. Aquello le hizo pensar a Justin: ¿Se convertiría su relación con Brian en algo así en el futuro? No lo sabía, pero lo que sí tenía claro era que no podría olvidarse, al menos no en mucho tiempo, de aquel recuerdo en el salón del banquete donde en vez de dar una sorpresa la había recibido él.

Habían pasado unas semanas de la boda de Hunter y Susan, quienes aquel mismo día regresaban de su luna de miel. La casa de Mel y Lindsay se encontraba alborotada de preparativos para una gran comida que iban a realizar todos los amigos para celebrar la llegada de los enamorados y el hecho de que Lindsay, Mel y Justin habían vuelto para quedarse.

La casa de la pareja se fue llenando poco a poco incluso de invitados inesperados, como el compañero de piso de Justin, Ethan, o una compañera de clase de Jenny, quien era hija adoptada de David y su marido.

Cuando Brian llegó a la casa de Mel y Lindsay, acompañado por un buen vino, miró a todos de forma expectante clavando su mirada en el ya no tan joven Ethan, y carraspeó para que notasen su llegada si alguien no se había percatado entre tanto alboroto.

―Vaya, Lindsay, Mel, no sabía que íbamos a cenar con música clásica, si lo llego a saber me traigo los discos de vinilo de mi madre ―dijo sarcásticamente por la presencia de Ethan.

―Haya paz ―intervino Blake quien se encontraba sentado entre Ted y Enmet aún sin ser conocedor de la relación que existía entre ambos.

Al día siguiente de la boda, cuando Ted regresó a su casa volvió a mentir a Blake y le hizo creer que había tenido una aventura con un desconocido y que se sentía arrepentido. También había justificado el no haber regresado a casa explicando que se sentía mal por haberle traicionado. Ambos habían decidido continuar su relación a pesar de aquella infidelidad de la que Blake desconocía su real procedencia.

El reencuentroDonde viven las historias. Descúbrelo ahora