Capítulo 14

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[Jimin]

Una semanas después...

Mi madre se recuperó muy bien, Jennie estaba totalmente loca por la boda, mi padre seguía enojado conmigo como de costumbre y en la empresa estaba todo tranquilo.

[♢♢♢]

4 años después...

El niño pelinegro ya no era un "niño" ahora tenía 15 años y era un Alfa muy atractivo.

En esta ocacion el pequeño Alfa se encontraba con un pandilla en una calle muy sola y oscura de Anyang, YoonGi tenía miedo por lo que ahora estaba presenciando y es que era nuevo en esto, hace mucho tiempo que dejó de repartir droga pero eso no significa que se haya alejado de ese mundo sucio y sin futuro.

- Por...favor. - decía el pobre hombre tirado en el suelo, este recibía golpes por montón, uno tras otro sin detenerse.

El líder de la pandilla al darse cuenta que el mini Alfa estaba alejado del grupo le llamo.

- ¡Noni! - este se sobresalto al escuchar su apodo - ven aquí amiguito - este Alfa era mayor, a decir verdad todos en esa banda lo eran - vez a esta escoria - se colocó de cuclillas y tomo del cabello al ensangrentado, haciendo que la ahora hinchada cara del lastimado Omega le mirara, YoonGi sólo asintió con la cabeza - míralo bien pues este hombre abusó de muchas chicas - el mini Alfa no entendía como un Omega podía hacer eso y tal parece que el mayor entendió su pregunta por su expresión de confusión - amiguito, la vida es cruel y debes aprender a que no puedes confiar en nadie, no importa si es Omega, hay veces que estos son los peores.

- Se supone que los Omega son débiles. - hablo el pelinegro.

- Se supone Noni, pero este cobarde abusaba de sus mismas compañeras, entiendelo, los Omegas son débiles por fuera pero hay quienes son basura sólida en su interior.

- No entiendo.

- No es necesario que comprendas - el mayor somato la cara del tipo en el suelo sin compasión - ahora ten - YoonGi por primera vez en toda su vida sostuvo un arma, sus manos temblaban - no tengas miedo, a este idiota no le hubiera pasado nada pero el imbécil se metió con la sobrina del jefe.

- Piedad...

- No tuviste piedad de todas esas chicas, ¿por qué nosotros si de ti?.

- ¡Jala! ¡Jala! ¡Jala!....- los demás miembros de la pandilla decían en coro que jalar del gatillo, el lides se colocó detrás de él y dijo en su oído.

- No lo mires como un homicidio, míralo como justicia, piensa en los gritos y supiclas de todas esas chicas...vamos Noni, hazlo. - el Alfa mayor levantó la mano de YoonGi e hizo que apuntará a la cabeza del Omega quien estaba tratando ponerse de pie.

- No puedo.

- ¡Jala! ¡Jala! ¡Jala! - los demas seguian diciendo esto y el mini Alfa sudaba frío.

- Ohhh amiguito no me quedes mal amigo, sólo jala y todo acabó. - un silencio se posó sobre YoonGi, el tipo golpeado calló de nuevo dándose un buen golpe y haciendo que todos rieran.

El mayor se canso de esperar y le arrebató el arma al pequeño y disparó, YoonGi ahora tenía la cara salpicada de rojo y con los ojos apunto de salirse.

Había presenciado la muerte de una persona, una mala, pero al fin y al cabo era un ser como él y como todos.

La adrenalia era mucha a tal punto de quedar en shok.

YoonGi aseguró ver todo en cámara lenta, él pudo ver la bala entrar lentamente en el cráneo del ahora Omega muerto, él asegura haber escuchado un suspiro de lamento del tipo que estaba tirado en agua sucia.

- Yo no lo maté...yo no fui...yo no...- el mayor le tomo por los hombros e hizo reaccionar a pequeño Alfa.

- ¡Noni! ¡la policia!. - como cucarachas cuando ven la luz salieron corriendo.

YoonGi no pudo dormir tranquilo por más de un mes y sin antes escuchar los gritos de piedad y auxilo del hombre para poder cerrar los ojos, muchas veces estuvo tentado de ir a las autoridades, pero ¿quién le creería? además de poner en riesgo a su familia y a él mismo.

[♢♢♢]

...

[♢♢♢]

5 años Antes...

Un niño de 10 años sin presentarse aún miraba atentamente como su tío le brindaba unos fuertes golpes a su primo.

- ¡Jimin!. - este se sobresalto detrás de los arbustos al ser descubierto espiando por la ventana que daba a la sala, quien le llamaba era su padre, Jimin con dificultad salió de los pequeños arbolitos y corrió hasta quedar enfrente del mayor.

- Ya estoy aquí padre. - el Alfa le miro con dureza y tomó el rostro del pequeño y sin cuidado quitó una pequeña pero visible marca de agua.

- ¿Por qué estas llorando?. - el pequeño se quejó por el roce pesado.

- Yo...yo no estaba llorando.

- ¿Acaso tenías compasión del inútil Omega de tu primo? - el pequeño al ser descubierto empezó a temblar, se mordió el labio inferior para disimular pero esta acción molestó al mayor - ¡carajo Jimin!, no puedes sentir afecto a los Omega, ¡no te das cuenta que es un inútil!, cuántas veces le dije a tu tío que lo abandonará pero ¡no!, prefirió escuchar a su estúpida esposa y se lo quedaron.

- ¡No hables así de él!. - y esa fue la primera vez que recibió un golpe de su padre, el pequeño callo con las manos en el césped y escucho como su padre empezaba a gruñirle, el pequeño Jimin empezó a llorar suplicando que su madre llegará, él pensó que tal vez con ella tendria un refugio.

- ¡Nunca me vuelvas a levantar a voz! - sus gruñidos eran cada vez más fuertes al igual que el llanto del menor - ¡Y espero que seas un Alfa!, porque si no lo eres ten por seguro que yo no te conservare.

Fueron las últimas palabras que escucho de su progenitor este se marcho y Jimin se había quedado sólo ahí tirado, llorando por lo intimidado que se sentía, por cómo no pudo hacer nada y por lo que le venía en el futuro.

Jimin de apoco se levantó y se reincorporó, se secó su lágrima y entró a la casa, su primo ya no estaba ahí al igual que su tío y padre, subió al baño y se limpió con cuidado su labio reventado.

Tocaron a la puerta y con miedo dijo.

- E...esta ocupado.

- Jimin ¿estas bien?. - era su primo, pero lo que él menos quería era preocuparle, Jimin quería ayudar no que lo ayudarán eso era una actitud un poco terca por parte del menor.

- Sí.

- Te vi sollozar cuando entraste.

- Has visto mal, estoy bien, gracias.

- De acuerdo, te esperaré abajo.

- Okay.

Jimin se vio de nuevo en el espejo y tocó su pequeño labio el cual estaba teñido de un poco de rojo, soltó un pequeño quejido pero lo ahogó apretando su otra mano.

Nuestro Jimin desde pequeño ha tenido que callar y aguantar dolor gracias a las estúpidas expectativas de su padre, de la familia y quizás de él mismo.

[♢♢♢]

[Jimin]

Mi teléfono sonó, era un número desconocido aún así contesté.

- Hola.

- Ammm hola, ¿te recuerdas de mi?











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