"Esperanza"
Siéntate a la orilla del mar, deja que este juegue con tus dedos de los pies, respira el aire con aroma a sal, dale libertad a tu cuerpo y extiende tus brazos recibiendo a la hermosa luna y dile un "Hasta pronto" al gigantesco sol, ponte de pie y aprecia el nacimiento de aquel lucero, y está bien, tranquilo, es permitido llorar, es permitido gritar, saltar, correr incluso si te hace sentir mejor, puedes cantar abrazándote a ti mismo.
De seguro has de preguntarte de el por qué inició mi libro así, bueno escribo esto porque eso es lo que hago cada vez que siento que me hundo en este mundo putrefacto del que estoy rodeado, escapó al mar y lloro recibiendo a la noche, gritó hasta quedarme sin voz, luego casi arrastrado regreso a casa y me dejo caer en mi cama y cierro los ojos con la esperanza de que al abrirlos veré los rayos del sol traspasar por las cortinas y así volverme a poner de pie, aun así me toque salir a caminar de nuevo en ese sucio suelo lleno de problemas y desprecios, y no me importa porque sé que en el atardecer volveré al océano y le contare mis problemas y volveré a adquirir esperanza, porque eso es lo último que se pierde.
Sé que algún día esto cambiará, algún día votaré libre cumpliendo mis sueños y yo sé que algún día llorare de felicidad y alegría lejos del sucio fango.
Las lágrimas aparecieron en ese momento empañando mi vista, aunque no iba a dejar que salieran, me tranquilice, no pude terminar el primer capítulo, cerré mi laptop y llame a la camarera.
- Dime guapo. - me sonroje levemente.
- La cuenta. - dije algo indiferente.
Pague y salí de la cafetería, mi auto estaba estacionado fuera, al subirme note que unas gotas gruesas empezaban a caer, era el comienzo del invierno y el pronóstico de hoy en las noticias decía que esta temporada de frío entraría con lluvia, por supuesto no duraría mucho, sólo un par de días.
Me puse en marcha a mi apartamento, pero antes pasé comprando comida en el auto servicio, hoy llegarían mis padres a conocer mi nuevo domicilio.
Me mudé no hace más de dos semanas, he cumplido los 23 y creó que es hora de vivir sólo, mi madre al principio no estaba de acuerdo con mi decisión, pero hablé con mi padre y este dio su permiso y sin más que decir mi madre tuvo que acceder.
Guarde mi auto en el sótano y tome el elevador, no me gusta mucho usar las escaleras cuando hay otro medio más fácil para subir.
Al abrir la puerta un frío congelador me recibió, el apartamento es algo pequeño pero lo suficientemente grande para mí sólo.
- Quizás debería comprarme un cuadro. - me dije a mi mismo al ver sólo un pequeño amueblado de sala y una mesita al centro.
Dejé mis cosas en mi recámara y llevé la comida a la cocina, el reloj marca las 7:16 p.m.
- No han de tardar. - diciendo esto y el timbre sonó, abrí la puerta y allí está.
- Amorcito - dijo mi madre abrazándome, le correspondí el abrazo - ¿cómo has estado Jimin?
- Bien, algo estresado por el trabajo, pero bien.
- Le diré a tu padre que no te ponga tanto trabajo. - trabajaba para la compañía de mi padre, el comercializaba con licor, para ser específico con "vino", esa era su especialidad, vinos de alta clase y calidad, su industria era muy grande y yo era su aprendiz para quedar al mando después de él.
- No madre, está bien al fin y al cabo yo quedaré después y tengo que asumir la responsabilidad. - dije sin sentimiento alguno, la hice pasar, ella se acomodó en el sillón y me senté al lado de ella.
- Tu padre no ha podido venir.
- Lo imagine, desde hace una semana estaba planeando un viaje al exterior, se reunirá con unos socios mañana ¿no es así?
- Así es, salió hoy muy en la mañana.
Mi madre es una tierna Omega, se casó son mi padre a los 23 años, era muy joven en ese entonces para distinguir entre el amor y la mafiosidad, mi padre con ya un par de copas en la cabeza me dijo que había conquistado a mi madre por la empresa que había heredado, jamás se lo he dicho, aunque algo me dice que ella ya lo sabe, por los años que lleva con él y por su mala relación que llevan.
Hablamos de todo un poco y luego seguimos con la cena.
- Tienes que aprender a cocinar, comprar comida todos los días no es bueno.
- Madre el dinero es lo de menos.
- Quizás el dinero lo sea, pero tu salud no, debes cuidar tu línea alimenticia, la pasta es muy rica, pero tiene mucha grasa y más si viene de restaurantes de calle.
- Mamá...
- Nada de "mamá", eres y serás siempre mi niño y te cuidaré no importando que ya no vivas conmigo o que estés realizado en tu vida personal. - sonrió cálidamente.
- Te quiero.
- Yo también te quiero, y sabes qué más quiero.
- ¿Qué?
- Nietos.
- Mamá, ya hablamos de eso.
- Recuerda que los días se te acaban y si tú no eliges un compañero tu padre lo hará.
- Ammm mamá. - lo iba a intentar, creo que es el momento, espero y me entienda.
- ¿Qué pasa?
- Quisiera ser Omega como tú. - ella dejó de comer y me miro muy seria.
- Jamás vuelvas a decir eso, y que tu padre nunca te escuche decir tal comentario.
- Pero...
- Cállate y come, la comida se enfriará. - desobedecí y seguí hablando del tema, la mamá tierna ya se había ido, ahora estaba molesta.
- Y si soy Omega y no Alfa.
- Perteneces a la familia Park y eso no es permitido...
- Y si no quiero ese apellido. - odiaba que me dijeran eso.
- No me interrumpa cuando hablo, además de ser así, no hubieras presentado síntomas de Alfa y yo que soy tu madre lo hubiera notado.
- Pero...
- ¡Jimin! Ya basta.
Sin duda alguna la cena se había arruinado, mi madre ahora comía en total silencio y yo hacía lo mismo.
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Soy Un Omega!
FanficSoy Un Omega! (YOONMIN) Omegaverse Siéntate a la orilla del mar, deja que este juegue con tus dedos de los pies, respira el aire con aroma a sal, dale libertad a tu cuerpo y extiende tus brazos recibiendo a la hermosa luna y dile un "Hasta pronto" a...