capítulo 5 *destinos cruzados*

18K 588 62
                                    

-No puede ser, definitivamente no puede ser posible. ¿Pero que carajos hace ella aqui?- Darío no daba crédito a lo que estaba sucediendo en su casa. Aún no entendía como esto era posible. Necesitaba averiguar por que está chica estaba en su casa en la supuesta cena familiar, pero ya.

-Papa- Dijo Xavier poniéndose de pie junto a Vanessa, que por inercia lo imitó.- Me alegra que estemos todos juntos, hay algo que debo decirles.

"Vaya que tienes mucho que decir" pensó Darío, mientras con una mirada de autosuficiencia se sentaba a la cabeza de la larga mesa. Y con un gesto de cabeza lo incitaba a continuar.

-Ella es Vanessa, Vanessa Miller, mi novia.-explicó mientras con la mano tocaba la espalda de la chica para incitarla a hablar.

-Buenas noches.- fue todo lo que aquella chica logró decir.

Mientras tanto, en la mesa la madre sonreía con un gesto tierno y maternal, en cambio la "barbie" no pensaba de la misma manera, puesto que su gesto de desagrado se hizo notar rápidamente, aquella chica no es "suficiente" pensó.

La inescrutable cara de Darío Lombardi permanecía sería, como de costumbre, pese a que por una milésima de segundo se sintió descolocado, logró recuperar la compostura.

Aquella chiquilla estaba más cerca de él de lo que creía, tan cerca y tan imposible. ¿Pero que carajos estaba pensando? Nada era imposible para un Lombardi, aunque tuviera que ocultar, engañar y mentir, aun así se tratase de su propio hijo. Nada le iba a impedir llevar a cabo lo que tenía en mente con esa joven.

-Debería decir que es un gusto. -Dijo Lombardi mientras se colocaba de pie, imponentemente y le estrechaba la mano.-Mi nombre es Darío, Darío Lombardi.

Al escuchar aquel nombre, un frío recorrió la espina dorsal de Vanessa, se sentía intimidada, sentía que estaba a punto de desmayarse.

-Cariño, espero te sientas de la familia, es un gusto tenerte con nosotros.- agregó Tamar, la hermosa esposa de Darío.

-Gracias, para mi es un gusto poder conocerlos.- dijo Vanessa mientras sentía una penetrante mirada estudiarla.

Xavier en todo momento mantenía la cabeza en alto, mostrando lo orgulloso que se sentía de poder presentar a su novia al fin, parecía agradarles a todos, incluso en su padre veía un pequeño deje de aceptación, al soltar la noticia la cosa se había relajado grandemente, su madre parecía feliz; a Samantha, su hermana parecía importarle poco o nada lo que en esa mesa estuviera pasando, por otro lado, la cena se encontraba dispuesta sobre la mesa y con un gesto de manos Darío los invitó a iniciar con la cena.

En la mente de Darío sólo se repetía una y otra vez el aroma que había sentido a su paso antes de la cena, parecía ser ese el olor característico de la chiquilla y tenerla a un costado, no ayudaba mucho.

Durante la cena Darío la observaba furtivamente y aunque le parecía perfecta no podía evitar darse cuenta que poco o nada encajaba en aquella mesa, desde que la cena había dado comienzo, Vanesa no paraba de equivocarse tomando los cubiertos incorrectos, la postura e incluso el vestido que traía, aunque a Darío le parecía sumamente tierno y lo prendía, sabía que no era un vestido "adecuado."

La cena transcurrió con normalidad, bueno, dentro de lo que cabe, porque de normal, nada había. A la hora del postre, dispusieron un pequeño cake de chocolate y frutos rojos. Cosa que le hizo pensar a Darío que aquella chiquilla parecía tan apetecible como la misma frutilla colocada encima de su cake.

Justo en el momento en el que Vanessa tomaba el primer bocado del delicioso pastelito, un sonido hizo que saltará de su asiento, con la miraba buscó el causante del sonido y lo encontró. El sonido provenía del celular de su chico, un sonido fuerte e insistente.

"El papá de mi novio"Donde viven las historias. Descúbrelo ahora