Muerdo mi lápiz grafito con mis dientes mientras miro con muy pocas ganas el pizarrón del salón de clases.
—Okay chicos, anoten todo y es vuestro turno de resolver los ejercicios —Rodeo la mirada algo agotado, pero hago todo lo que el maestro dice y comienzo a realizar los ejercicios.
—Creo que estoy muerto en esta clase —dice Eliah, quien está sentado a mi lado en mi primer día de clases en su grado.
—Si, son difíciles —digo utilizando su mismo tono de voz quejumbroso. Pasan cerca de 10 minutos y veo que Eliah pierde la mirada por un momento, muevo mis labios para intentar preguntar y saber que sucede; pero de inmediato veo como Mike está demasiado confundido con los problemas de geometría.
Él está sentado a unas tres sillas de diferencia de nosotros, mientras que los gemelos están muertos de la risa al final del salón contándose bromas entre ellos mismos. Mantengo mis ojos en Mike y veo como gruñe en silencio mientras pasa su goma de borrar por encima de la hoja.
—Creo que le cuestan estos problemas mucho más que a nosotros —susurra Eliah solo para mí.
—¿No has intentado ayudarle? —le pregunto utilizando una voz discreta.
—Si —responde —Pero es testarudo y pesado —Eliah rodea su mirada —Hay que tratarlo como el príncipe Mines de Egipto al muy desgraciado para que entienda las cosas —Eliah vuelve a concentrar su mirada en los ejercicios de su libreta escolar, mientras que yo me quedo viendo a Mike solo por un par de segundos más, hasta que regreso también a lo mío.
Pasa media hora y termino finalmente los diez ejercicios de geometría que me habían asignado, respiro satisfecho y empiezo a guardar mis cosas en mi bolso.
—¿Qué haces? La clase no ha finalizado —susurra Eliah algo inquieto.
—Pero... pero el profesor dijo que nos fuéramos cuando termináramos —agrego confundido.
—Si, pero hay que terminar todo, no solo un ejercicio.
—Terminé los diez —digo riendo, Eliah abre sus ojos sorprendido y me arrebata mi libreta.
—Ve... ve donde el maestro y enséñaselos, que te digan si están bien.
—De acuerdo —respondo de forma rara. Me pongo de pie y le pido al profesor que si no es mucha molestia, me pueda revisar lo que he realizado. El maestro toma sus gafas desde el cajón de su escritorio y marca con lápiz azul todos los problemas.
—Están todos bien Noah, si quieres puedes retirarte.
—Muchas gracias —respondo satisfecho. Regreso hacia mi silla y le digo a Eliah lo que ha dicho el maestro, él se sorprende de que ya haya terminado todo puesto que él y la gran mayoría de la clase van como por el ejercicio número cuatro o cinco, a excepción de Mike, el cual Eliah bromea y dice que es muy seguro que recién esté terminando de forma errónea el problema número uno.
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Encuéntrame
JugendliteraturNoah es un chico que no conoce su pasado, ni siquiera Noah es su verdadero nombre; Un día cualquiera, él apareció a media noche en la orilla de la playa, sin conocimiento alguno de lo que había sucedido con él. Noah cada día de su vida se esforzará...