Capítulo 23 - Piensa lo que quieras

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Masco el chicle que tengo en mi boca mientras una canción imaginaria suena en mi mente ya que no puedo usar audífonos en clases, mantengo mi mirada puesta en los bobos ejercicios de geometría que puedo resolver con los ojos cerrados, miro a mi alrededor y veo que todos están tan angustiados por no entenderle al profesor que comienzo a creer que terminaré enseñándole todo a Eliah, Mike, Dustin y Cory... al mismo tiempo.

Al terminar la clase, tomo mis cosas y camino hacia mi casillero mientras todos van en dirección al comedor.

—¿Te espero para caminar juntos? —dice Mike mientras se mantiene a mi lado en los lockers.

—En realidad... necesito hablar contigo —digo —En privado.

—Te refieres a sin que los gemelos escuchen o que Eliah esté allí animando cada cosa que haces ¿No? —Dice él riendo —Okay, dime.

—Descubrí algo —digo, cierro la puerta de mi casillero y aprovechando el silencio de los pasillos hablo con Mike, le digo todo lo del hijo de mis tutores y me enfoco especialmente en la frase de Simón —Necesito decirles.

—¿Qué? ¿Lo nuestro? —Pregunta Mike —¿Cuándo?

—Hoy —digo.

—¡¿Hoy?! —Grita —¿Hoy cuando voy a ir a cenar con ustedes? —Oh cierto, acabo de recordar que Simón invitó a cenar a Mike —Noah no yo no puedo hacerlo ¿Entiendes? Tengo que ir y buscar el momento preciso para decírselo a mi Madre, para luego hacer nuevamente lo mismo de forma separada con mi Padre, unos viven este momento una sola vez. ¡Yo tendré que hacerlo dos veces!

—Pero no te enfades —digo rodeando la mirada —Puedo decirles a Denise y Simón que solo me gustan los chicos y ya. No hay necesidad de que tú estés involucrado en dicha charla.

—De todos modos —dice Mike con un bufido —Comenzarán a sospechar.

—Si se los digo, es obvio que sospecharán de ti, pero también de que me gusta Eliah o alguno de los gemelos —agrego riendo —Lo siento, pero necesito decírselos.

—¡Bien! —dice Mike cabreado —Pero hoy no, mañana.

—Mike...

—Por favor, si se los dices hoy después de que me vaya de casa creerán de inmediato que soy yo quien te gusta.

—¿Y a que le tienes miedo si eso sucede?

—¿A qué? —Pregunta Mike riendo de forma sarcástica —Pues, ¿Qué tal si un policía llega a mi casa diciéndome de que deje en paz a su hijo?

—Simón no haría eso.

—No sabemos aquello —Cansado de esta tonta conversación, me doy media vuelta y camino hacia el comedor para poder almorzar, pero entonces Mike me toma del brazo y me mira a los ojos —Lo siento ¿Si? Pero me estresa que tú ni siquiera te estremeces por esto, en cambio yo me muero de los nervios.

—Van dos noches completas que llevo pensando todo esto —digo —Quiero decirles, me siento un mentiroso.

—No estás mintiendo... solo... solo estás ocultando cositas —dice él con una sonrisa muy tonta. Yo vuelvo a caminar para el comedor, entonces Mike me pide disculpas otras tres veces, yo finjo estar enfadado y eso provoca que Michael sin importarle que estemos en los pasillos del colegio, me bese en los labios para que se me vaya mi mal humor.

—Que lindo —dice Eliah, quien aparece a la vuelta del pasillo y nos mira con algo de resignación —¿Si saben que están en el Colegio y cualquier bobo puede verlos, no?

—Estoy viendo uno justo ahora —dice Mike bromeando, él se aleja riendo y Eliah me dice que no está tan acostumbrado al Mike que bromea cosas así, esto es totalmente nuevo para él... para mí no.

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