Capítulo 33 - Egoísmo

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Una idea que me hace sentir muy mal circula en mi mente por muchos días. Pasa una semana desde que fui a mi ciudad y no dejo de pensar en el hecho de que no saber nada sobre algunas cosas me eriza la piel e incluso me mantiene intranquilo.

El Colegio no es para nada fácil, tuve que disculparme mucho con Lena ya que con todo este caos no fui a la prueba de cámara que ella me había dicho hace ya varios días. Creo que se enfadó un poco, pero de todos modos ella hizo las fotos a solas y con otro chico que estaba en el estudio, ahora le queda esperar una respuesta.

Camino de regreso a casa, pateando una botella de plástico que está aplastada y que me acompaña desde la salida del Colegio a la casa de Denise y Simón. Suspiro un poco agotado cuando llego, camino por el lugar y de forma extraña no encuentro a nadie.

Dejo mi bolso sobre mi cama y tomo un vaso de agua desde la cocina. Me muerdo mi labio inferior con algo de incomodidad ya que casi nunca estoy solo en casa, pero supongo que tal vez debería acostumbrarme a aquello.

Mientras busco algo interesante que mirar en el televisor, escucho que la puerta del comedor se cierra. Me levanto de mi cama y veo a Denise y Simón.

—Hey —les saludo —Buenas.

—Noah —sonríe Denise —¿Qué tal el Colegio? —Ella deja su bolso morado sobre el sillón mientras que Simón se mantiene en silencio.

—Normal —respondo de forma extraña —¿Sucede alguna cosa?

—Ehh... —Denise balbucea y mira a Simón, éste le lanza una mirada algo amenazante y me percato de forma obvia que Denise finge una sonrisa —Claro que no, Noah. No sucede nada.

—Okay —digo. Simón toma asiento en el sofá grande en el momento que Denise saca algo de unas bolsas de la nevera y empieza a preparar la cena. Le pregunto a ella si necesita ayuda pero con mucha amabilidad niega y me dice que solo espere a que esté listo.

Simón se queda viendo su teléfono, tomo asiento a su lado y juego con los dedos de mis manos entrelazados. Veo que le tiembla un poco el labio y que su pierna izquierda no deja de moverse ligeramente.

—Algo anda mal —digo —¿Qué sucede? ¿Por qué no hablan conmigo? —Simón levanta la mirada de inmediato pero con dirección hacia Denise. Como diciendo "No digas nada". Denise presiona sus labios y en ese momento pierdo la paciencia —¿No que éramos una familia sincera?

—Simón —dice Denise.

—Ahora no.

—¿Ahora no, qué? —pregunto enojado. Simón se da cuenta de que de verdad estos secretos nos hacen mal. Entonces me toma la mano y Denise rápidamente llega hacia dónde estamos y se me queda a mi lado.

—Noah —susurra él —Hoy nos han llamado por el hecho de tu tutoría —explica Simón —Ahora que hemos descubierto finalmente tu identidad, la... la...

—Noah, cariño —Dice Denise —La tutoría ha terminado.

—¿Qué? —Pregunto sorprendido —¿Eso quiere decir que debo irme?

—No —Responde Simón de inmediato —Por supuesto que no.

—¿Y entonces? —Me pongo de pie —¿Qué significa entonces? ¿Estoy oficialmente solo?

—Tampoco cariño —dice Denise —No estás solo y jamás lo vas a estar. Eres nuestro hijo.

—Eso no es tan así, Denise —digo —Ustedes eran mis tutores por un tiempo, pero ahora todo esto terminó —digo decepcionado —Nada los obliga a estar conmigo.

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