Capítulo 37 - Solo

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Al comienzo pienso que todo es un sueño, que al abrir los ojos nada es real y que simplemente estoy inconsciente. Siento la textura de la arena mojada en mis manos, mi cabello está lleno de aquello, paso la mano por mi cabeza y siento la sangre seca allí, el dolor al tocarme la herida me hace despertar y darme cuenta de que todo esto es real.

Estoy tirado sobre la arena, entre grandes arbustos que me ocultan y no logro ver nada más que el cielo. Me levanto y me siento completamente mareado, no tengo mi teléfono en mi bolsillo y eso quiere decir que Nicolás me lo ha robado.

Recuerdo el golpe que me dio, me mareo un poco cuando me levanto del suelo, allí aparece Nicolás y me empuja a la arena.

—Quédate allí —El mareo se incrementa y él aprovecha eso para atarme las manos con una soga sucia que encuentra quizás en donde. Levanto mi mirada y lo veo directamente a los ojos. Al ver su rostro, todos los recuerdos regresan a mí.

No sé cuantos años tenía cuando caminaba por la calle del centro después del Colegio, un chico al comienzo de un callejón que estaba al lado de una cafetería pedía monedas para poder comer, yo le di algunas de las que tenía en mi bolsillo. Luego de eso volví a caminar a mi casa pero lo seguí encontrando en ese lugar todos los días.

A la semana de que el chico seguía allí, me acerqué pero no para darle monedas, si no para preguntarle que hacía allí.

—Hola —sonreí —Soy León, ¿Tú eres?

—Nicolás.

—¿Qué haces acá solo? Te veo hace muchos días.

—No tengo padres —dijo él con un susurro —Estuve en un orfanato pero decidí salirme de allí, escapé. Vengo de otra ciudad.

—¿Por qué escapaste?

—No me trataban muy bien —No sé si habrá sido su sonrisa de sinceridad o el hecho que su mirada solitaria me partía el alma. Solo sé que en ese momento le tendí mi mano y le dije que fuera a mi casa a comer algo.

Mientras pienso en todo eso, todos los recuerdos van apareciendo una detrás del otro. Es como cuando cantas una canción que hace mucho tiempo no escuchabas. No recuerdas bien la letra pero la vas cantando y tu mente de forma lenta va recordando poco a poco cada palabra para finalmente cantar la canción completa. Así que es como funciona mi memoria.

Recuerdo que vivía solo para esa fecha ya que mis Padres habían muerto, no fui a ningún hogar de menores ni mucho menos a un orfanato ya que me escapé de todo. Jordan me escondía junto con mis amigos y al final ningún trabajador social me logró encontrar. Suena estúpido, pero funcionó.

Mis amigos me ayudaban, yo les cortaba al césped a algunos vecinos o vendía cualquier cosa para ganar dinero.

Jordan fue el primero en decirme que era una mala idea adoptar a Nicolás, más aún cuando era un niño que yo no conocía. No lo escuché, debí hacerlo.

Me quedé con el cuarto de mis Padres mientras que Nicolás se quedó con el mío, fuimos una familia. Él y yo.

Me duele la cabeza al empezar a recordar todo lo raro que fue mi situación con Nicolás, las cosas fueron empeorando lentamente.

Una vez encontré una rata mutilada en mi cama, otra vez encontré caracoles del jardín cocidos con agua hirviendo, estaban casi hechos la nada misma ya que Nicolás los dejó por horas allí. Nunca estuve seguro, pero llegué a pensar que Nicolás había sido quien mataba los gatos de mi vecina y luego se los dejaba en la puerta.

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