El aroma de un pie recién horneado despierta el apetito del detective Emerson Cod, que acaba de llegar de la morgue junto a su nueva compañera, Olive Snook. Es un caso difícil esta vez, pero ambos confían en que todo saldrá bien, al menos pudieron preguntarle a la víctima qué sabía sobre su asesinato...
Emerson se adelanta a Olive, quien se ha quedado prendada de su clon favorito, su novio Garrett, a quien en este momento se le está colgando del cuello, reclamando un beso de bienvenida. No se ven desde esta mañana temprano cuando sonó el teléfono indicando que había trabajo por hacer.
El detective se sienta en una mesa y levanta su dedo pidiendo ser atendido. Es una mañana tranquila con pocos clientes; últimamente la pastelería desborda por las tardes y los miembros de la familia deben cubrirse los turnos unos a otros para descansar y atender con la mejor predisposición, pero al ser de mañana está muy tranquilo. Elizabeth, o Lady Oakenshield, como le llaman ahora, se acerca libreta en mano, sostiene una cafetera en la otra, y una gran sonrisa en su rostro.
—¿Qué es eso que acaba de salir del horno? Lo huelo hasta aquí. —pregunta Emerson con gran curiosidad, mientras Thorin frente a él levanta la vista sorprendido; estaba tan ensimismado en las finanzas del Pie Hole, que no había visto ni oído al detective hasta ese momento.
—Manzana y canela, la especialidad del rey.
—Quiero una de esas.
—Muy bien. —Mientras sirve su café, mira de reojo a su esposo que ha vuelto a enterrar su nariz en sus asuntos financieros—. ¿Arándanos? —sugiere sabiendo que sin importar qué tan concentrado esté, le prestará atención a su voz.
—Duraznos esta vez.
Elizabeth asiente y se inclina a besar la mejilla de su esposo, pero este comienza a moverse para ponerse de pie.
—No. El doctor dijo que nada de movimientos bruscos.
—Solo estoy inclinándome, Thorin, ¡Por Dios!
—Demasiado que estés trabajando y solo porque él te recomendó caminar. Pero en quince minutos te quiero descansando. ¡Fili! —grita y su sobrino acude a él secándose las manos con un repasador—. Relevarás a Liz en unos minutos, ella te dirá cuando —Se dirige nuevamente a su esposa—. Quince minutos, preciosa, no más.
Thorin se acerca a besarla y posa su mano sobre el vientre de Liz, ya avanzado en su embarazo. El enano no sale de su asombro de lo tierno que le parece el estado de su esposa. Finalmente, luego de intentarlo sin éxito por un largo tiempo, Durin había decidido bendecirlos con una niña. Y ahora los esperaba la sorpresa, ya que ninguno había querido que se les diera a conocer el género del bebé.
Kili se acerca a ellos con dos niños de la mano. Thorin alza a la pequeña de largos rizos azabache y ojos celestes. Llevaba un vestido azul haciendo juego con los adornos en su cabello.
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Cara a cara | LEE PACE | EN EDICIÓN
Fantasy¿Qué pasaría si descubrieras que el mundo está lleno de personas iguales a ti? Ned es un pastelero que lleva una vida tranquila pero diferente. No solo posee una gran habilidad para crear deliciosas tartas sino que también posee un don, puede volver...