Capitulo 7: La verdadera amistad.

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Catalina se encontraba desesperada, su corazón bombeaba con fuerza y la adrenalina quemaba contra sus venas. Las sombras atraparon su camino, un gran tumulto de personas se acumulaba pero ella sabía que no estaban vivas, eso aumentaba aun más su temor. Con sigilo, serpenteando su cuerpo entre los pasillos, había quedado con Josefa en la sala de enfermería después de rebuscar comida entre los pesados simientos que quedaban de ese colegio lleno de suciedad y muerte.

La chica escuchó un grito estremecedor, haciendo que temiera por su vida y la de su amiga. Poco faltó para que la ansiedad y desesperación la carcomieran, ocasionando que sus pasos se hicieran cada vez más rápidos, corría y corría hasta que llegó, con la respiración agitada, a su destino. Allí estaba su gran amiga, provocando que un suspiro de alivio se escapara de sus labios.

La abrazó y Josefa devolvió lógicamente aquél gesto de cariño, en la situación en que estaban necesitaban mucho apoyo.

Catalina obviamente no había contado con el hecho de que la horda la siguiera hasta ese estrecho lugar, tampoco había previsto que afuera, golpeando la ventana, los zombies también estarían presentes. Totalmente atrapadas se encontraban y solo se dieron cuenta de la situación en el momento en que querían escapar, justo después de llenar sus mochilas con medicamentos.

-¡Jose! estamos atrapadas.-Grita Catalina con mucha urgencia en la voz y con un tono ahogado.

-Valimos verga...-la anteriormente llamada desliza sus ojos por toda la habitación, buscando una rápida solucion hasta que la encuentra.
La ventana.

Los sonidos de gente con una fuerza descomunal golpeando la puerta aumentaban, ellas estaban seguras que romperian la madera y sería su muerte súbita.

-Deberíamos, solo..-Josefa intentó explicar su objetivo, dirigiéndose hacia el vidrio, abriendo su próxima salida de rescate y asomándose con total cuidado para ver al exterior. Gente sin brazos, mandíbulas dislocadas y sangre coagulada, todo eso se podía visualizar abajo suyo.

Tragó estrepitosamente, la chica definitivamente no quería que su amiga muriera. Mira a donde ella se encontraba, sentada y llorando, pensando que sería su fin y Josefa no dejaria que eso pasara.

-Cata, vamos.-la llamó, pensó en como no le quedaba nada para dejar de existir gracias a su enfermedad, en cambio su amiga tenía un gran futuro con el chico que amaba que era Fernando.

Josefa se abre camino, lo que provocó que todos los monstruos se le tiraran encima, "corre!!", le gritó Josefa a Catalina, entre lagrimas que caían de sus penosos ojos, corre, mientra a su espalda se devoraban el cuerpo de Josefa.
Ella abrió llorando la puerta y los ve a todos armados y listos para salir.
"Que pasó?, y.. Josefa? Le preguntó Matías.
"Ella me salvó, y yo no pude hacer lo mismo".
Matías Plaza se fue corriendo a encerrar a un baño que habia en el casino, perseguido por Antonia, el se puso a llorar, Antonia abrió la puerta y lo comenzó a abrazar.
- Pensar que le fui infiel, la estuve engañando contigo y murió sin saber la verdad, decía entre lagrimas Matias a Antonia, ella lo abrazo para consolarlo, Antonia le toca la espalda y ve que tiene sangre, Antonia le dice, - no te muevas, ella le saca la polera, le mira su espalda y se da cuenta de que tiene un rasguño de un monstruo, ella muy asustada sale corriendo del baño, a su siga sin polera sale Matías, todos se extrañaron, pensaron otra cosa, Joaquín lo miro y se puso a reír y les dijo:
- Ustedes no pierden el tiempo. Antonia dijo:
- No es lo que parece, lo estaba abrazando porque Matías estaba llorando y le toqué la espalda y tenía sangre, le saque la polera para ver que pasó y tiene un rasguño de un monstruo.
Matías responde:
- No es de un monstruo, cuando callo el segundo piso roce un fierro y ese fierro me dejo estas marcas, tienes que estar tranquila.
Fernando dijo:
- Ya nos tenemos que ir galán de cine osea perdón Plaza.
Plaza no entendía porque le dijo eso y después se acuerda de que está sin polera.
Todos tomaron sus armas, ya estaban listos y ven entrar corriendo a Natalia llorando.

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