Veinticuatro

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Querida Nadia:

Miento si digo que no estoy nervioso.

Miento si digo que no temo tu reacción.

Porque si estoy nervioso. Si temo de tu reacción.

˜*˜˜*˜˜*˜

Arrugo el entrecejo descontento. Estaba inquieto y por ello las palabras no fluyen, no vienen a mí como siempre.

El toque en mi puerta me hace pegar un brinco. Tomándome totalmente desprevenido.

–¿Blake?

Nadia aparece en mi campo de visión. Aun no creo que hace unos meses suspiraba por ella desde lejos y la creía inalcanzable y ahora... La tengo frente a mí, ocupando el mismo espacio que yo. Aunque me deprime en la situación que se dio, solo provocó que mi cariño creciera en proporciones desorbitadas y la admirara aun más.

–¿Sí?

Ella sonrió. Algo que poco a poco iba recuperando. Aunque sé que aún le falta una batalla mucho más grande que pelear pronto.

–¿Me acompañas a ver una peli? –preguntó avergonzada.

–Claro.

Guardé el cuaderno, mi estuche de lápices y tome una manta de la cama.

Caminé con ella hasta la sala y nos acomodamos en el sofá. Nadia tomo el control remoto y busco el canal hasta dar con algo que llamara su atención... Tomándome totalmente de sorpresa se acurruco contra mí y nos cubrió con la manta.

Luego de salir de mi asombro, la atraje hacia mí y nos coloqué en una posición mucho más cómoda. Nadia con sus piernas sobre mi regazo y en mi costado en un medio abrazo, con su cabeza mucho mejor ubicada en mi hombro.

Una pequeña tortura para mí el tenerla así de cerca. El olor que desprendía su pelo me estaba distrayendo. Realmente no tenía idea de que iba la película. Dejé un beso sobre su cabeza y enfoque mi vista en las imágenes que se movían con rapidez... Pero mi concentración se estaba viendo afectada.

–Nadia...

–¿Sí?

–¿Te gustaría ir a algún lugar en especial?

Ella miró hacia mí como pudo dada su posición. Su mirada curiosa me hizo esbozar una sonrisa.

–¿Por qué lo preguntas?

Me relamí los labios antes de hablar.

–Dentro de una semana es... Nuestro cumpleaños.

Ella pareció confundida de pronto. Cada vez que algo la confundía su ceño se arrugaba y en cierta forma la hacía ver adorable. Besé su frente.

–El cumpleaños de Mike y mío. Éramos gemelos, Nad.

Ella abrió los ojos atónita mientras un vestigio de dolor y pena empaño sus hermosos ojos.

–Hey, ¿Por qué esa cara?

–Lo siento, Blake... No lo sabía.

Sonreí triste.

–No tienes que disculparte, no había forma de que lo supieras. De todas maneras... Aun no me has respondido. Quiero hacer algo especial ese día, contigo. No quiero pasarlo triste y lamentándome toda la vida por lo que perdí... Ya es tiempo de que deje ir el dolor.

Ella pareció pensarlo por un momento.

–Antes en vacaciones, en casa íbamos a The White Horses' Beach.

Respiré hondo. Nadia me estaba contando sobre su familia. Luego de tan solo haber pasado por la cosa más horrible hace solo unas 4 semanas. Nadia se estaba abriendo a mí.

》Podríamos ir allí y pasar el día. ¿Si quieres claro?

–Me encantaría realmente.

–Me pondré a organizarlo todo. Espero que Juanjo aun pueda apartarnos la casita de siempre.

La miré sorprendido por esa nueva faceta suya. Se veía emocionada... Parecía adorar la idea.

–¿Quién es Juanjo?

Se sonrojo un poco... Eso me extrañó.

–Es mi tío.

Eleve una ceja sorprendido.

–¿Tu tío?

–Si, era el hermano adoptivo de mi madre... A ella nunca le importó eso, siempre lo quiso como si fueran hermanos de sangre.

–Tu madre se escucha como una buena mujer.

–Si... Lo era –su mirada se perdió y su atención pareció irse por otros lugares. Lugares a los que no quería que llegara. Alce su rostro hacia mí.

–Nad...

Su mirada volvió a enfocarme. Estuve tentado... Pero una voz me gritó bien fuerte que aun no era el momento.

–Es tarde... Seguro debes estar cansada y tendrás un montón de cosas de las que ocuparte. ¿Vamos a la cama?

Un sonrojo furioso ocupo sus mejillas y estuve tentado a averiguar el motivo de aquella reacción.

–¿ A la qué? –su tartamudo provocó que la mirara con ternura.

–¿En que estas pensando, pequeña?

-–Tu dijiste...

Entonces caí en cuenta de lo que hablaba y la carcajada que deje brotar se sintió bien.

–No te rías –golpeó mi pecho abochornada, pero eso solo logró que riera aun más fuerte y me ganara otro golpe de parte de ella.

–Lo siento... De todas maneras no es como si nunca hayamos compartido la misma cama, Nad.

La miré. Entrecerré mis ojos hacia ella y su sonrojo solo aumento.

》¿ Quieres que duerma junto a ti otra vez? Porque si es así no me molestaría hacerlo.

Ella abrió la boca pero ningún sonido salió de él. Entonces solo terminó asintiendo.

–Eso es todo lo que necesito saber.

Sonreí increíblemente contento por su confesión.

La tomé en brazos sin ningún esfuerzo y la lleve hasta mi habitación. La acomode sobre la cama y la cubrí. Luego fui hasta el baño con uno de mis pijamas y me cambié tan rápido como pude.

Volví a la habitación y ocupe el otro lado de la cama. Nadia dejó de esquivar mirarme y se giró hasta quedar frente a mí.

Entonces la pregunta que dejo salir nunca me la esperé.

–¿Por qué me ayudas? Ya tienes suficiente dolor en tu vida... ¿Por qué tú siquiera quieres cargar con el desastre que soy?

No me gusto que se dijera así misma desastre.

–Nad, me importas, con o sin desastre. Simplemente me importas. Toda tú.

Su labio tembló y varias lágrimas cayeron humedeciendo la almohada. La atraje hacia mí y la dejé llorar.

Unas horas después se rindió por fin al sueño... Yo también de a poco me fui dejando consumir por el sueño, abrazado a Nadia como si se me fuera la vida en ello.

N/A:

No se como describir este cap 😳pero simplemente lo amé. Espero que ustedes también.

Si les gustó, un comentario o una estrellita me harían muy feliz.

Buenas noches 😚😚

C.C se despide.😊👋👋💋

Lo que escribí para ti en mi Cuaderno [AEL#1]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora