Capítulo 16

175 31 28
                                    

Jae Hwan jamás se había sentido tan incómodo al lado de Taek Woon, ya que durante toda la visita de Hak Yeon, el mencionado se la pasó acariciándolo. Al principio fueron cosas sutiles como llamarlo cariñosamente JaeHwanie, tomarlo de la mano o posar una de sus manos con fuerza en uno de los muslos de Ken, hasta robarle un par de besos en los labios frente a Hak Yeon.

La cara de perplejidad de Ken era tan épica que cada dos segundos volteaba a ver a Taek Woon con una expresión de "¿Qué demonios te ocurre?" Tatuada en la frente. Por eso no dudó en expresar sus dudas una vez que Hak Yeon se fue dejándolos de nuevo solos.

— ¿Qué fue todo eso? — preguntó.

— ¿Qué hice? — respondió Taek Woon fingiendo no saber.

— Con razón se me hizo raro que lo invitaras así tan de repente... Vaya, que eres infantil — Ken le reclamó.

— ¿Por qué? Que acaso no puedo demostrarle lo mucho que quiero a mi esposo — dijo a cambio Taek Woon con burla.

— Me pusiste la piel de gallina todo el tiempo, idiota.

— Oh, vamos, pero si es lo que todas las parejas hacen hoy en día... — le dijo Taek Woon acercándose a Ken para acorralarlo en la entrada de la cocina.

El color rojo de las mejillas de Ken no era precisamente porque estuviera sonrojado, sino más bien porque estaba a punto de golpear a Taek Woon de lo enojado que se encontraba.

— Puede que sea tu empleado, pero no soy tu juguete. ¡Así que no lo vuelvas hacer! ¡¿Me entendiste?! — le dijo Ken empujándolo para liberarse y salir despedido hacia su habitación.



Por la mañana del día siguiente, Ken salió temprano de casa para encontrarse con Hak Yeon debido a que era el día que correspondía para hacer su entrega semanal de su trabajo como dibujante. Pero a pesar de que cuando entró a su oficina lo hizo con una sonrisa que resplandecía en su cara, el ver el rostro indiferente del mayor lo hizo borrarla de inmediato.

— Déjalo ahí — comentó Hak Yeon sin levantar la vista de los documentos que estaba por firmar.

— ¿Lo dejó ahí y me voy?... — dijo Ken con algo de incomodidad, caminó hasta una mesita de centro y dejó sobre ella los nuevos diseños en los que había trabajado — Entonces, adiós — dio media vuelta listo para retirarse, sin embargo, la voz de Hak Yeon lo detuvo.

— Sabes Ken, no te entiendo.

— ¿Perdón? — preguntó sin entender a qué se refería girándose de nuevo.

Por un pequeño momento el silencio se instaló entre los dos, Hak Yeon dio un largo suspiro aun sin ver a la cara a Ken, hasta que continuó.

— Es por eso que estoy pensando en qué debería hacer contigo... — susurró antes de finalmente mirar el rostro de Ken — Puedes irte, ya hablaremos después.




* * *




El despedirse de la persona a la que se ama nunca es sencillo, especialmente si tienes que hacerlo frente a ella diciendo que te rendirás, que dejarás de luchar por un amor unilateral que solo te hace daño. Pero a pesar de todo, esperas que tenga una buena vida, que encuentre a alguien que lo valore y quiera tanto como tu y, sobre todo que sea debidamente correspondido.

Stay [Keo]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora