Primer error; No vuelvas a tocarme.

410 24 0
                                    

Primer tono, segundo tono, tercer tono y ¡mierda!,  mil veces mierda.

Esto no podia estár sucediendo.

Volví a intentar una vez más pero el maldito de mi esposo seguía sin contestarme.

—¿QUÉ COÑO HACES, IMBÉCIL? —Grité cuando por fin respondió la llamada.

—Calmate...

—¿Calmate? ¿En serio? —Solté un chillido histérica —No puedo creer que me estés pidiendo semejante estupidez, maldito imbécil. 

—Calmate

—Juro que si lo vuelves a pedir me divorciare de ti.  —Tomé una respiración y continúe. —Has que se marche, o me marchare yo misma.

—No se irá de ahí hasta qué estés a salvo. Erick es peligroso.

—No quiero qué él éste acá, no quiero verlo jamás. ¿Qué parte es la que no entiendes, coño? —En verdad estaba más que furiosa. —No quiero escucharte más, has que se vayan. —Corté.

Tomé lo primero que vi en el vestidor y caminé hasta al baño, necesitaba una ducha de agua caliente. Algo dentro mío se activo y me alertó de que iba a ocurrirme algo, ignorando esa sensación di un paso más hasta qué sentí cómo ponían un trapo mojado en mi boca y nariz y hacían presión. 

Dejé caer la ropa para intentar defenderme pero nada funcionó poco a poco fui perdiendo fuerza y me dejé llevar por el sueño.

(***)

Lo primero que vi al abrir los ojos fue un gran techo pintado de color blanco con distintos tonos dorados, moví un poco mi cabeza para seguir viendo el lugar donde me encontraba.

Unos segundos después me senté en la cama King en la que encontraba.

Escuché unos pasos y luego una puerta abrirse detrás mío.

Sentir aquel aroma que lo caracterizaba como a nadie trajo en mi algún que otro recuerdo pero cómo casi todos los que compartía con él eran tristes y dolorosos, los eliminé rápidamente de mi.

Ignorando su estúpida mirada  penetrante me levanté dispuesta a marcharme.

Primer error.

—¿A dónde crees qué vas, Line? —Respiré con fuerza cuando sentí su mano en mi cintura deteniendome.

—No vuelvas a tocarme, no lo vuelvas hacer en tu vida, desgraciado. —Ordene tajante alejándome unos cuantos pasos atrás.

—¿O si no qué? ¿Se lo diras a tu esposo? —Me desafió acercándose a mí. 

Di dos pasos al frente sin miedo, y lo enfrente.

—Haré tu vida más mierda de lo que ya es, infeliz. Ahora deja de hacer cómo si me agradará tu presencia. Te quiero lejos de mi esposo y de mí. No vuelvas acércate si yo no te lo permito.  —al terminar lo escuché silbar, estaba burlándose de mí. 

—Vaya fiera ha creado Joshua. Éstas irreconocible, Line. —Dio una vuelta a mi alrededor antes de quedar detrás mío para susurrame en el oído—Me hubiese encantado que hayas sido así en la cama cuando me acostaba contigo, qué lástima que eras una desentendida en el tema. —para cuando quise contestar a su provocación, él ya se había marchado de la habitación cerrando la puerta con llave. 

(+++)

No tenía idea de cuantas horas habían  pasado luego de que Steven se marchara pero tenía  hambre, mucha sin mentir.

Una vez más giré la perilla de la puerta por la que se había marchado pero está no cedió.

Bien Caroline, lo has intentado hacer por las buenas ahora quedan las malas.

Comencé a golpear fuertemente la puerta con la palma de mi mano y más tarde a gritar.

—¿¡Jodida mierda, en dónde te encuentras!? ¡debes alimentarme, imbécil! ¡Maldita sea, Steven juro que si no abres la estúpida puerta y me dejas ir, te arrepentirás toda tu vida!
—Seguí golpeando la puerta unas veces más, sin obtener respuesta alguna por su parte.

Me alejé de la puerta tratando de abrir las demás que estaban en la habitación, encontrándome con un hermoso balcón que daba vista al patio de la mansión en la que estábamos.

Cerré la puerta y dejé todo cómo estaba cuando escuché pisadas y luego el ruido de llaves.

—Me iré con o sin tu permiso.
—Dije una vez más, intentando salir por su lado. Me tomó del brazo y me frenó. 

—Deja de comportarte como un crío.
—Me metió más a la habitación y continuó.  —Ahora mismo te traerán comida. 

—Juro que te arrepentirás de lo qué me estas haciendo, malnacido. —Anuncie cuando él se disponía a marcharse.

—Ya lo hice una vez. —Murmuró antes de cerrar la puerta a su espalda. 

_____________

Décimo Capítulo.

Derechos Reservados

Caroline #2Donde viven las historias. Descúbrelo ahora