Capítulo 5

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-Max cariño, será mejor que no salgas de tu habitación en lo que ellos está aquí.

-Pero mamá, quiero saber todo lo que pasa con Alec...

-Mi amor sé que te preocupas por tu hermano pero aun así, sigues siendo un niño...

-No, no soy un niño para esto, quiero estar al tanto de todo, no quiero que me ocultes las cosas como siempre, cuando ella esté aquí con su equipo, yo estaré allí para ver todo lo que tengan que decir.

-Quisiera que no te involucras con ellos, sólo traen problemas.

-Madre no puedes estar todavía la resentida con ella-

-No lo estoy... me trajo uno de los regalos más maravilloso del mundo, pero Jace... el tenerla cerca... no quiero que esté mal.

-Mamá, Jace es muy fuerte, así lo has criado tú.

Maryse sonrió de lado pero se congeló cuando el timbre de la casa fue llamado, la mujer se irguió completamente y caminó junto con Max hacia la puerta para abrirla; Jace e Isabelle ya se encontraban allí, el rubio parecía afligido y la mujer miró con pena a su hijo. Abrió la puerta y allí estaba la mejor investigadora que había en todos los Estados Unidos junto con su equipo.

La mujer que encontraría a su hijo y la cual había abandonado al otro.

Tessa Gray.

La tía de Jace.








(n˘v˘•)








Los días habían pasado y Alec no había podido volver a ver a Magnus, lo extrañaba demasiado...

También agradecía en demasía qué aquellas visitas constantes de su torturador habían desaparecido por completo aunque el ojiazul se preocupaba también por ello. ¿Estarían preparando un castigo peor? Con solo aquel pensamiento Alec tragó grueso, no quería que nada malo le pasara, tenía pánico pero gracias a Magnus sus heridas habían desaparecido, ya no se sentía tan mal, claro, habían fuertes dolores pero las pastillas se encargaban de adormecer lo suficientemente su cuerpo como para que no los sintiera. Aunque hasta ahora solo las utilizaba cuando sentía que su cuerpo no resistiría más, pues no quería abusar de ellas, no sabía cuándo volvería Magnus y no sabía si volvería con unos medicamentos, tenía que guardarlos para emergencias.

Después de la visita de Magnus, le habían tirado una manta y en ella había escondido dos de las galletitas y un poco de la barra de chocolate ya que también quería guardarlos para una emergencia, no sabía si Magnus podría visitarlo, comenzaba a perder la esperanza de que eso pasara, así que al menos tendría aquellos dulces para guardar energía por un tiempo más.

EL INFIERNO DE ALEXANDER (MALEC)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora