Nos detenemos en la empresa, bajamos del auto y nos dirigimos a la entrada. Cuando Matthew abrió la puerta pude notar como algunas mujeres que trabajan aquí y otras clientas lo miran con lujuria. En ese momento sentí enojo. Miré el rostro de Matthew y él seguía con su misma cara de siempre, caminaba derecho y serio, una forma para que lo respetaran.
- Buen día señor gray - Dice una de esas mujeres jugando con su cabello En forma de coqueteo.
Me contengo para no dejarla calva. Aún tengo una larga vida que Vivir, no puedo ir a la cárcel.
- Buen día señorita- dice Matt, la piruja esa me observa de pies a cabeza y hace una mueca. Matthew se da cuenta y dice.- Ella es la señorita Collins y quiero que le otorguen cualquier cosa que ella deseé. Me entendió?.
Ella asiente y me mira con recelo y enojo. Sonrío y acompaño a Matthew a su oficina.
- Gracias- digo ya en la oficina. El me mira sin entender. - por lo de aquella mujer.
- No tienes que agradecer, ví como te había mirado y solo le di a entender cuál es su trabajo aquí.- yo asiento feliz.
-Ahora dígame señor empresario, para que usted me necesita aquí?- digo coquetamente.
El alza una de sus ejas, y sonríe.
- Crees que te he traído por un propósito?.- instalo mí cara de póquer y me cruzo de brazos.
El solo cruza sus piernas en el asiento de si escritorio y me observa.
- Es cierto tiene toda la razón señorita- sigue el juego del coqueteo.- usted está aquí por un propósito.
Se inclina al frente, coloca sus codos En su escritorio y entrelaza sus dedos.
- Y me puede decir cuál es?- le pregunto.
-Sacate lo que traes puesto- quedo desconcertada.
- Quiere que me desnude aquí!?- el solo asiente, como si fuera algo normal.
- Es mí empresa, puedo hacer lo que deseé aquí y donde yo quiera. Ahora has lo que digo.
Volteo mis ojos y comienzo a quitarme mí blusa para quedar En sujetador. Matthew mira cada movimiento que hago atentamente. Luego me saco mis jeans y Así quedarme completamente en ropa interior, la cual Matthew compro al igual que toda la ropa interior que tengo, ya que el dice, que a mí edad no puedo traer puestas bragas de unicornios. Así que fue el mismo a la tienda y compro casi una docena de bragas y sujetadores decoradas con encaje.
- Ahora acércate- me dirijo a donde está sentado.- siéntate en el escritorio.
Me siento y el abre mis piernas para colocarse en El medio.
- Eres hermosa- susurra en mi oído- No he visto tal actitud en El cuerpo de una Odisea.
Sonrío y abro paso a sus labios en la piel de mí cuello. Cuela una de sus mano En mis bragas para acariciar mí zona.
-No puedo resistir más - baja su pantalón hasta las rodillas. Con solo una mano rompe mis bragas, nuevamente.
- Por que lo haces!?- Digo mirando la fina tela En El suelo.
- Me estorba, además puedo comprarte más.- me carga sobre sus piernas y coloco una pierna en cada lado de el.
Agarra mí cadera con ambas manos y me embiste con más fuerza cada vez. Él no jugaba cuando dijo que lo de él no era suave. Me besa y yo gimo su nombre en cada embestidas. El cada vez va aumentando más y no puedo aguantar el deseo de gritar por el placer.
- Calla hermosa, oh quieres que nos pillen?- dice cubriendo mí boca.
Llegamos juntos al orgasmo y recuesto mí cabeza en su pecho. Me levanto y siento algo tibio caer por mis piernas. Agacho mí cabeza y miro todo el desastre que me dejó.
- Necesito limpiarme.- el me jala por un brazo y busca unas servilletas en su bolsillo.
- Abre un poco las piernas- dice y limpia lentamente todo lo que el dejó en mi.
Después de limpiarme me coloqué mí ropa pero ahora sin bragas. Por su culpa.
- Como andaré sin bragas, me siento incómoda.- digo resoplando.
Se acerca y me besa.
- Acostúmbrate, andarás así por mucho tiempo.- ríe y sale de la oficina.
En realidad no lo puedo creer!. Me dejara ir así a donde mis padres!?,Me está jodiendo.
Salgo y lo encuentro hablando con un señor de unos cuarenta y algo, de años. Tienen algo de parecido pero no mucho. El mismo cabello y tienen la misma nariz.
Quién será el?
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Deseo Prohibido I . (Completo✔)
Fiksi RemajaComienza besando mí cuello, luego baja con sus suaves y húmedos labios hacía mis pechos. Yo trato de desabrochar mí sostén, pero él no me lo permite, agarra mis brazos y los coloca sobre mí cabeza. - No los muevas. - me ordena- entendiste?. - Está b...