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PAREJA: XiuDragon
SITUACIÓN: Una historia en la que MinSeok y Ji Yong probablemente no se aman.
GÉNERO: General
AGREGADOS: Palabra clave: [Autosabotaje]
CAMEO: LuHan [mención]; SeHun

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Tal vez era media noche, aunque Ji Yong realmente no tenía un reloj para comprobarlo, ni ganas de enterarse si tenía razón o no. Estaba arrodillado al pie de su cama, junto a la larga ventana blanca que daba al amplio balcón.
En esa época del año la temperatura era lo suficientemente alta como para dejar la dichosa ventana abierta durante la tarde con el propósito de refrescar un poco la habitación.

Para el muchacho del cabello naranja, eso nunca había supuesto un problema hasta esa noche. No cerró la entrada por pereza, porque la madera estaba hinchada por la humedad y era difícil encajar los bordes donde deberían.

No sabía con certeza si fue un error o, al contrario, una buena decisión. Porque de estar bloqueada la entrada tal vez su conocido hubiese encontrado otro método mucho menos ortodoxo para colarse en su habitación. MinSeok podía ser un tipo sigiloso cuando quería, el problema era que le gustaba ser escandaloso y energético. Iba bien con su personalidad. Ruidoso, que adoraba el sonido de su propia voz y siempre estaba rodeado de un aura que les exigía a todos los demás que asumieran su lugar por debajo de él - Ji Yong, personalmente, nunca se dejó manipular hasta el punto de asumir dicho lugar-, en fin, no suena maravilloso, pero es como popularmente él define a su compañero. Opiniones dadas por otras personas generalmente estaban en la escala de desagrado leve hasta odio explícito.

Ugh, incluso él que era probablemente la persona más cercana a MinSeok tenía que admitir que a veces no se trataba más que de un idiota.

Como ejemplo, esa noche. MinSeok se volvía a comportar como el hermoso pero increíblemente desgraciado ser humano que todo el mundo veía.

— ¿Duele?— Preguntó Ji Yong, con un tono suave y condescendiente para el deleite de su compañero.

— Me ofendes, Ji. Esto no es suficiente para lastimarte, lo sabes bien.—Él le regaló una sonrisa presumida.

El mayor rodó los ojos, fingiendo que no le había afectado el hecho de que el pequeño lo llamara por su nombre. Y mientras pensaba en eso se dedicaba a desinfectar la herida en el rostro de MinSeok.
Sus labios tenían una grieta de sangre en la parte inferior, justo donde se notaban más abultados, y para colmo otro golpe más había logrado impactar en su pómulo derecho.

— No sonrías de esa forma.— Lo regañó el mayor, frunciendo el entrecejo.

— No quieras aparentar que no te gusta mi sonrisa.—

— Esto pudo haber terminado peor para ti...—

No era la primera vez que las provocaciones de MinSeok terminaban en una pelea. Él lograba que la gente perdiera la paciencia rápidamente, y a pesar de que por lo general prefería no ensuciarse las manos, otras veces no le importaba. Su carácter volátil lo hacía impredecible, a veces era imperturbable, otras veces reaccionaba por lo más mínimo.

— ¿Por qué peleaste está vez?—

MinSeok rió.— Bueno, al contrario de lo que probablemente piensas, esta vez yo no provoque nada.—

— ¿Qué sucedió entonces?— Ji Yong revisó por última vez el rostro del pelinegro. Seguía arrodillado.

— Fue una tontería, incluso yo tengo que admitirlo...—

El del cabello naranja lo miro con insistencia, sujetó las mejillas del pequeño entre sus manos para revisar sus heridas por última vez. Tuvo que soltarlo porque la forma en la que el pequeño lo miraba lo ponía demasiado incómodo. Acto seguido se puso de pie. Se acercó al armario y sacó el futón que tenía en caso de que MinSeok decidiera hacerle una visita inesperada.

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