reto VIII°

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PAREJA: El XiuTOP que nadie pidió xd.
SITUACIÓN: SeungHyun ayuda a su profesor.
GÉNERO: General [ Lemon ]
AGREGADOS: [ — ]
CAMEO: [ las hormonas ❌]

Ese Lunes por la mañana Seunghyun salió tan sólo con cinco minutos de retraso de su casa, y eso bastó para que todo su día en adelante se estropeara.

Para empezar, nisiquiera tuvo tiempo de desayunar. Se podía decir que lo único que comió esa mañana fue la menta de su pasta dental. Después, ya que salió tarde perdió el autobús, y por ende fue la última alma en pena que entró a la Academia, justo antes de que le cerraran la puerta en las narices.

Pero no todo salió mal ese día, y eso es algo que tiene que reconocer.

Seunghyun iba caminando por los pasillos, con el cabello rubio pálido terriblemente despeinado y sin siquiera apurarse, porque sabía que de todos modos no lo dejarían entrar a su aula. Resignado a perder la primer hora de clases, recostó la espalda contra una pared y decidió esperar al toque de timbre.

Cerró los ojos, no se sentía lo suficientemente descansado y para colmo traía un horrible mal humor.
Seguramente iba a gritarle a la primer persona que se atreviera a hablarle.

— Disculpe...—

— ¿QUÉ??—

El rubio tragó saliva cuando abrió los ojos, y se percató con una vergüenza enorme de que le había gritado a la criatura más tierna de todo el continente.

El muchacho lo miraba con sus grandes ojos tan oscuros que definitivamente podría perderse en ellos, y los labios deliciosamente rojos ligeramente entreabiertos.

— Y-Yo, buscaba la sala de maestros... ¿Podría...?—

— ¡Claro!—

Seunghyun se mordió la lengua al darse cuenta de que volvía a gritar.

— ¡Lo siento!—

Demonios. De verdad era un idiota.
El castaño soltó una risita aguda y cantarina, arrugando un poco su pequeña nariz y formando un adorable eyesmile.

No pasa nada. Mi nombre es MinSeok, por cierto.—

— Soy Seunghyun.—

Durante todo su recorrido deseó que el tiempo se congelara, o que los pasillos se hicieran más largos.
MinSeok era la cosa más linda que había visto en toda su vida. Reía, batía las pestañas, se sonrojaba. Era muy dulce, pero como Seunghyun era un pervertido y encontraba todo eso terriblemente apetecible, el pequeño muchacho castaño le parecía jodidamente caliente.

— Es aquí.— Dijo Seunghyun con su voz gruesa, se quedó a unos metros de la puerta que buscaba MinSeok.

El bajito se puso rojo como una manzana— ¡Genial!, muchas gracias, fue muy amable.— Le sonrió él. Seunghyun maldijo las malditas hormonas de los adolescentes porque tenía ganas de empujar a MinSeok contra la pared y escuchar sus gemidos por todo el pasillo.

Necesitaba controlarse.— No hay problema, fue un placer.— Tragó saliva cuando vio que MinSeok relamió sus labios suavemente.

— Entonces nos vemos.— Murmuró el bajito y camino el trecho que le faltaba hasta la puerta, fingiendo no percatarse de esos ojos que lo miraban con ganas de comérselo. MinSeok sonrió de lado antes de entrar a la sala.

DAEBAK CHALLENGEDonde viven las historias. Descúbrelo ahora