Capítulo 30

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Sungmin (POV)

Después de la cena, el primer día de mi curso de relajación y diversión le di un masaje a la perfecta espalda Kyu y nos dormimos. Lo que quedaba de semana, faltamos a la escuela. Al principio se negó rotundamente pero después se acostumbró. Creo que él nunca había faltado… En fin, cada día hacíamos algo diferente, lo llevé a los lugares más divertidos que conozco y poco a poco dejaba su actitud de niño y se volvía más maduro. Resumiendo, todo fue así:

Fuimos al parque de diversiones: tengo que admitir que yo soy infantil también a veces, sobre todo en lugares como ese. Así que entramos y Kyu comenzó a mirar emocionado y sorprendido a todos lados, veia las atracciones como si nunca las hubiera visto, lo cual creo que es cierto.

-      ¡Hyung! ¡Vamos a ése, a ése! – exclamó señalando la rueda de la fortuna

-      ¡Sí, vamos! – exclamé emocionado y corrimos tomados de la mano para montarnos. Una vez arriba, ambos miramos todo el hermoso paisaje con emoción y detenimiento, observando las casas y las pequeñas personas que parecían hormiguitas, ¡Era genial!

-      ¡Wooooo! ¡Palomitas, palomitas! – dijo Kyu cuando nos bajamos y fue rápido al puesto de palomitas, le compré una y compré un algodón de azúcar para mí. Comimos y no salimos de ese parque hasta que nos montamos en todas las atracciones. Especialmente la montaña rusa y la casa del terror. En ambas casi muero del susto mientras Kyu sólo reía divertido, sentí un poco de celos de su falta de miedo y se lo demostré con mis mejores pucheros inconformes.

Después, al siguiente día, fuimos las aguas termales a relajarnos, porque el curso de Lee Sungmin no es sólo de diversión, también es relajante, como mis deliciosos masajes. Luego de eso fuimos al cine.

-      Mmm… ¿Qué película quieres ver? – le pregunté mientras veíamos la cartelera

-      No lo sé, hyung ¿Cuál quieres ver tú?

-      ¡”Las aventuras del conejo Pummy”! – exclamé emocionado

-      Mejor veamos “Los peligros de la oscuridad” – sugirió

-      ¡No! – me negué rotundamente – ésa es de terror

-      ¿Y qué? ¿Acaso… tienes miedo, Lee Sungmin? – preguntó con una mirada que me incomodó un poco

-      ¡P-por supuesto que no! Yo no le temo a nada – mentí fingiendo orgullo

-      Entonces, compremos las entradas – no tuve otra opción, compramos las entradas y vimos la dichosa película. Nunca me han gustado las películas de terror, la verdad no sé cómo alguien puede divertirse viendo cosas feas y traumándose cada cinco segundos. Kyuhyun veía la película entretenido mientras yo cubría mis ojos cada vez que sabía que saldría una criatura fea – hyung, pensé que no te daba miedo – dijo divertido

-      No me da miedo, sólo estaba… limpiándome la cara, eso es todo. Mmm… ya casi se acaba, voy al baño y te espero afuera – dije levantándome, no quería seguir viendo esa horrible película. Y pasó algo muy extraño, Kyu tomó mi brazo y me jaló para que volviera a sentarme, lo vi y acercó su rostro al mío, nos quedamos viendo fijamente, lo que me hizo sonrojarme. Se acercó lentamente viendo mis labios y cuando estábamos a sólo un centímetro de distancia, un personaje de la película gritó y yo me asusté, por lo que me alejé de un salto. Estaba demasiado nervioso, así que salí de la sala y fui al baño. Había soñado muchas veces con que Kyu me besara pero me di cuenta de que en el momento da un poco de miedo…

El domingo, decidimos quedarnos en casa. No habíamos estudiado y yo tenía examen el lunes, por lo que me explicó el tema. Obviamente yo odio estudiar y me costó entender, me dolía un poco la cabeza cuando terminamos, así que me acosté en la que se había convertido en nuestra  cama, pues habíamos dormido los dos ahí desde que llegué, a pesar de que me habían arreglado una habitación. Suspiré nostálgico, hoy sería el último día que pasaría en la casa de Kyu, ya que se supone que era una semana de prueba, después me seguiría enseñando pero en mi casa o en el colegio. No quería irme, quería seguir viviendo con Kyu, durmiendo a su lado, cocinándole, dándole masajes. Pero, al menos pude aprovechar esta semana.

Estaba perdido en mis pensamientos hasta que Kyu se sentó a mi lado.

-      Sungmin, - dijo, ese día no me había llamado “hyung” – tengo que decirte algo

-      Dime, Kyu – dije sentándome

-      Quiero darte las gracias, gracias a ti ahora sé lo que es salir y divertirme. Desde que mis padres murieron me había estado escondiendo en los estudios, guardándome el dolor pero, ahora finalmente lo he superado y sé que puedo ser feliz, de verdad gracias – terminó de hablar y me abrazó. Yo sólo sonreí, no tenía palabras en ese momento, no sabía qué decir ante sus palabras.

Terminamos de abrazarnos y él se apartó un poco pero no se alejó, nos quedamos viendo mientras él aún tenía sus brazos en mi cuello. Sentí que sudaba y mi boca se secaba, lo veía a los ojos y mi mirada se desviaba a su boca. Él también, miraba mis labios y luego me veía a mí. Poco a poco fue acortando la distancia entre nosotros y… ¡Me besó! ¡Mi bebé hermoso y perfecto me besó! Era un beso dulce y comenzó lento, ya que era el primer beso entre los dos pero después se volvió apasionado. Tanto, que caímos lentamente en la cama, sin despegar nuestros labios de ese cálido contacto, él quedó encima de mí. Nos besamos unos minutos, que fueron los mejores de mi vida, y nos detuvimos para tomar aire.

-      Sungmin, ¿Quieres…? – me miró sin terminar la frase, de inmediato mis mejillas ardieron y mi corazón dio un vuelco, ¡¿Me estaba ofreciendo sexo?! - ¿Q-qué? ¿Ahora? P-pero Kyu y-yo creo que n-no es… ¡Es muy pronto! Y-yo…

-      Hyung, ¡Eso no! ¿En qué estás pensando? – me miró acusadoramente – me refiero a ser novios

-      Ahhhh jajajajajaja ¡Me asustaste!

-      ¿Quieres ser mi novio, Lee Sungmin? – no puedo creer que esté escuchando eso, ¡Todos mis sueños se están cumpliendo!

-      ¡SÍ! ¡Sin duda! –exclamé y me lancé a sus brazos, y a sus labios. Esos labios que nunca me cansaría de besar.

¡Mañana definitivamente tengo que contarle esto a Wookie y Hae! ¡Con detalles!

[SuJu] Mi vida antes y después de tiDonde viven las historias. Descúbrelo ahora