Capítulo 40

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Donghae (POV)

No sé cuánto tiempo ha pasado desde que Wookie y yo fuimos traídos a este tenebroso lugar. Ya ni siquiera puedo llorar, sólo me abrazo a Wookie en busca de algo de protección, aunque sé que él está igual de asustado que yo. No para de mirar el único anillo que tiene puesto, él nunca usa anillos, así que me parece extraño, pero en este momento no es que le preste mucha atención a otra cosa que no sea rogar porque alguien nos saque de aquí. Sólo espero que no le hayan hecho nada a mi Hyukkie, o a alguien más.

-      ¿Quién crees que haya hecho esto, Hae? – pregunta Wookie desanimado, ambos hemos llorado mucho

-      No lo sé, nosotros nunca nos hemos metido con nadie…

-      ¿Acabará pronto?

-      ¡Por supuesto! Ya verás que vendrán un montón de policías y nos rescatarán como en las películas, ¡Wookie, ya verás! – exclamo fingiendo una sonrisa para tratar de animarlo, aunque ni si quiera yo soy tan ingenuo

De repente se escuchan pasos, nos quedamos paralizados. Alguien abre la celda y por la oscuridad sólo podemos ver una silueta, hasta que una luz no muy brillante se enciende y es un chico joven, parece universitario. Tras él está un señor adulto vestido con un traje de trabajo, parece un hombre con mucho dinero, aunque su rostro da algo de miedo, porque es frío y malvado.

-      ¿Cómo están, pastelitos? – dice el chico sonriendo, parece muy feliz

-      ¡Tú! – exclama Wookie y me sorprendo, ¿Lo conoce? – eres el chico que me encontré hace días, ¡El que estudia con mi hermano!

-      Así es, me alegra que no me hayas olvidado… - no parece un mal chico, pero entonces ¿Por qué está involucrado en esto? – Tú tampoco has salido de mi mente, por eso voy a comerte, pastelito…

-      ¿Qué? – dice Wookie y las palabras de ese chico me asustan, por lo que Wookie y yo apretamos nuestras manos, que habíamos unido al escuchar los pasos

-      Creo que prometí que no les haríamos nada – dice el señor – pero no le puedo negar nada a mi hijo. Además, mi compañero también quiere algo de diversión. Tienen suerte de que a mí no me atraigan los bebés como ustedes, sin embargo, ésta no será su mejor noche –ríe a carcajadas

-      Bien, padre comenzaré, pero el pastelito y yo necesitamos privacidad, llévate al otro

El señor se acerca a nosotros y de inmediato nos tensamos, sabemos que viene algo muy malo. Tengo mucho miedo, mi corazón está latiendo muy fuerte y mi cuerpo flaquea, no puedo pensar claramente. A pesar de que me resisto con toda la fuerza que tengo, el señor me separa de Wookie y mientras me saca de la habitación puedo ver como el chico se acerca a Wookie, quien está muerto de miedo, temblando. El chico se abalanza a él y comienza a besarlo salvajemente, incluso lo mordisquea desesperado, eso causa que me altere, quiero ir a separarlos, ¡Quiero golpearlo! Pero el señor es muy fuerte y logra sacarme de aquella habitación. Ahora realmente tengo mucho miedo, me lleva por un pasillo y no quiero saber a dónde exactamente o qué me van a hacer ahí.

He oído mucho sobre violaciones en los secuestros y eso de verdad me asusta, jamás me han obligado a tener relaciones, eso me parece despreciable. De verdad no quiero pasar por eso, ni siquiera he estado con Hyukkie aún… decidimos tomarlo con calma, por eso aún no hemos pasado de besos, así que si estoy con alguien más, aunque me obligue, me sentiré muy sucio y no podré verlo a la cara.

Llegamos a una habitación lo suficientemente iluminada para verla completa, adentro hay otro hombre sentado en la única silla que hay. “Aquí tienes” dice el que me estaba llevando y se va, tirándome al piso y cerrando la puerta con seguro.

-      Eres más lindo en persona que en fotos… - dice y yo sólo lo miro, no sé muy bien de qué habla – acércate, pequeño – por supuesto no le hago caso, me alejo todo lo que puedo de él, hasta que mi espalda quedó pegada a la pared

Se levanta lentamente de la silla y camina hacia mí mientras se quita el cinturón. Cuando está lo suficientemente cerca para tocarme, hago un intento por golpearlo, pero sujeta mis manos con facilidad, es muy fuerte, por más que intento liberarme soy un chico de 17 años contra un señor en sus treinta o cuarenta. Usa su cinturón para amarrar mis manos.

 

-      Ahora harás lo que te diga. – sentencia y esa frase causa… un verdadero horror en mí.

[SuJu] Mi vida antes y después de tiDonde viven las historias. Descúbrelo ahora