Parte 21 Realidad.

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-recuérdame, por favor...-la súplica en su voz me destroza-recuerda lo nuestro, lo que fuimos y lo que somos...-me pide. No puedo procesar nada, mi mente está en blanco y siento como mi piel se eriza con el suave rose de sus labios.

Hasta que en un momento dado me besa, me besa con fuerza sobrehumana. Como si en mucho tiempo hubiese anhelado hacer, siento que estoy en shock pero mi cuerpo está cediendo al momento, mis ojos están cerrados apretados con fuerza y mis labios siguen el beso intenso que me está proporcionando.

Me dejo transportar...

Me estoy dejando llevar, el coloca sus manos sobre mi cintura me acerca a él y mis brazos se mueven hacia su cuello, aferrándome a él como si la vida me dependiera de ello.

Sus besos...

Joder....

Me eleva entre sus brazos y mis piernas se enredan en su cintura siento como algo duro choca contra mi haciéndome gemir sutilmente. ¡Esta caminado conmigo entre sus brazos!

Llegamos a mi habitación, me recuesta sobre mi cama sin despegar sus labios de los míos, me encuentro fascinada, hechizada, excitada y encerrada en un éxtasis de emociones que no me dejan pensar con claridad solo siento la necesidad de mi cuerpo, la necesidad de que me bese... de unirme a él.

Despega nuestros labios y hunde su cara en mi cuelo, me da una mordida leve.

-ha...-gimo débilmente. Su lengua empieza un recorrido experto por mi cuello como si lo conociese a la perfección. Sabe dónde besar, lamer y morder.

Dios santo.

Siento como mi parte intima esta húmeda y palpita haciendo que sienta una punzada en ella.

Me quita hábilmente el pequeño suéter de tiras que hace juego con el short de la pijama, no llevo sostén así que mis senos quedan expuestos al aire. Intento taparme pero en un ágil movimiento Mathias de apodera de mi seno izquierdo y juega con su mano con el derecho.

Un suspiro de puro placer sale de mi garganta.

Está haciendo que experimente una jodida sensación muy placentera y excitante al mismo tiempo, pues siento como mi cuerpo quema, está hirviendo y mi corazón está latiendo con violencia. Tengo mi mente nublada por el placer y el deseo que estoy sintiendo en estos momentos el cual no me deja recapacitar más allá de la realidad, aprieto mis ojos con fuerza estoy sintiendo un placer inexplicable, mis manos traviesas aprietan el cabello de Mathias con fuerza; segundos después retiro su franela deportiva

Toda su espalda.

Su ancha espalda, su piel es suave lo aruño suavemente cuando me ha dado un leve mordisco en el peso.

¡Maldición!.

Desciende poco a poco, baja besando y dejando rastro con su lengua. Trago fuerte. Me mira sin despegar su lengua de mi piel, nuestras miradas se encuentran noto un brillo travieso en sus ojos. Quizás él trata de buscar en mí la indecisión, la duda o algo que lo haga interrumpir lo que sucede entre los dos pero la verdad no quiero que se detenga.

Sin encontrar lo que quizás está buscando continua con su labor, me desprende de mis últimas prendas, baja en short junto con las bragas de encaje que tengo puestas. Mi corazón se detiene por un segundo. Y entonces se concentra en esa parte particular de mi cuerpo.

Arqueo mi espalda de forma involuntaria. Aprieto las sabanas entre mis dedos, estoy sintiendo un placer inexplicable, su legua sube y baja mis caderas se mueven al compás de su ritmo.

Dios...

Su lengua está haciendo que enloquezca

Un poco más...

Almas GemelasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora