Almas Gemelas

Parte 33 Maratón Felicidad Parte 2/3

Hola hola holaaaa.... Espero se encuentren muy bien mis queridos lectores. Primero quiero desearles un Feliz y Prospero año nuevo 2019 (aunque ya estemos en el mes de febrero jajaja) pero debido a que no habia tenido tiempo (poseo dos trabajos) no había podido publicar mas capítulos. ¿Pero que creen? ¡aun les tengo capítulos para leer! Otra cosa, muuchisimaas gracias por todos sus votos, favoritos y comentarios en mis historias. A todos trato de responderles cada que puedo y creanme me agrada mucho leer sus comentarios tanto en la historia como en mi tablero personal de mensajes asi que si desean enviar no tengan timidez en hacerlo que siempre les responderé..

Sin mas que decir, acá les dejo la continuación de esta historia que ha gustado tanto :)

Me encuentro sentada en el amplio y cómodo sofá acariciando mi abultado e inquieto vientre de casi nueve meses, cada vez falta menos para tener en mis brazos a este par de bebes que no dejan de moverse dentro de mí.

Tontamente me pongo a recordar como mi vida cambio desde que Mathias llego... sonrió. Increíblemente incierto, detallo y acaricio el anillo en mi dedo recordando el día de nuestra boda y su semejante sorpresa

-princesa-su voz llega a mis oídos suavemente, aun adormilada decido abrir mis ojos para observar a un hermoso Mathias bien arreglado y perfumado parado frente a mí. ¡Porque demonios debe ser tan guapo!-hola, bella durmiente.-me dice suavemente tomando asiento a mi lado, toma un mechón de mi cabello entre sus dedos jugando con el.- ¿Cómo te sientes?

-bien...-susurro mientras observo como se entretiene con mi cabello, siento después como su mano libre viaja hasta mi vientre de cinco meses de embarazo dando suaves caricias sobre este-han estado intranquilos toda la noche- le aviso, su mirada se fija sobre la mía-¿sucede algo?-inquiero dudosa.

-te amo-me dice en tono suave y cálido, siento como mi corazón late con fuerza

-lo sé, y yo te amo a ti.-susurro mientras deposita un beso sobre mi frente.

-iré a la oficina un rato-hace una pausa- en la tarde usted y yo a saldremos. ¿Te parece?-inquiere, no puedo evitar sonreír.

-no tengo otra opción más que aceptar.-una sonrisa ladeada de su parte y traviesa se apoderan de sus firmes y rojizos labios.

-correcto, preciosa.

-está bien, te espero-le digo suavemente mientras observo como se levanta de la amplia cama de mi habitación, habíamos optado por quedarnos en mi departamento un tiempo hasta tener algo nuestro y es que mi mama tampoco quería que me fuese a otro lado, estaba algo sobre protectora desde que estoy embarazada.

-te pones aún más hermosa de lo que eres-me anuncia en mandato. Sonrió. Mathias y sus ocurrencias extra exigentes. No le digo nada, observo como sale de la habitación cierro los ojos intentando dormir un poco más siento de pronto un peso sobre la cama un beso sobre mi frente y sobre mi abultado vientre. No necesito abrir mis ojos para saber que es Mathias quien lo ha hecho.

El día transcurre de lo más normal, pasó la parte de él hablando con mi mama y Sandra que ha venido al departamento un rato, lo extraño es que ni David ni Carla han portado por acá lo que me genera intriga y curiosidad. Cuando cae la tarde decido darme un baño para esperar al dueño de mis sentimientos, dejo que el agua caiga sobre mi cuerpo y que haga magia para calmar a mis inquietos bebes pues he descubierto que el agua tibia hace que sus movimientos cesen, al salir de la sala de baño observo a Sandra en mi habitación.

-¿sucede algo?-inquiero tratando de no preocuparme.

-nada, cuñada.-noto entonces un hermoso vestido blanco largo de fina tela con brillos sobre mi cama.