• Diciembre 24, 2017 •—Hacía tanto que no te veía, sobrina mía —pronuncia la mujer con tono agradable, tras haber ordenado servir la cena, sentada justo en la punta del gran comedor.
—Casi dos meses, tía Maggie —responde Mells, a lo que el par de orbes de Margaret Robinson se enfocan sobre el chico que yace junto a ella.
—Supongo que usted, joven Maxwell, la ha mantenido ocupada.
Brad sonríe tímidamente, aunque sin perder ese aire de seguridad que le caracteriza, y contesta desbordando simpatía:
—Eso creo, señora Robinson. La verdad es que tratamos de vernos lo más que podemos después de clases o el trabajo.Los delgados labios de la rubia mujer se oprimen en un visaje, connotando ternura hacia la feliz pareja que esta noche desborda amor por cada corpúsculo de su cuerpo, y los cuales lucen tambiénrealmente adorables vistiendo el mismo tono de rojo en su ropa destacando en el comedor como un oasis en el desierto.
—Señorito Jude, ¿son estos jóvenes sus familiares? —pregunta la tía Maggie, luego de haberse tomado su tiempo para observar a los mencionados.
Jude asiente, siendo todo cordialidad y sonrisa sincera, teniendo encantada a la mujer con ese mirar de ojos grises que nunca llevan mala intención; amabilísimo de tiempo completo.
—Así es, señora Robinson; son mi hermano mayor, Bill y Pepper, la menor de los tres.
—Ya veo, tienen la misma nariz —el Perkins intermedio menea la cabeza ligeramente divertido, reafirmando lo dicho por Margaret. —¿Y a qué se dedican?
—Soy basquetbolista profesional, Señora —responde Bill, irguiéndose en su silla con una mezcla de orgullo y modestia que hacen sonreír a la mujer en total satisfacción, pues ha sido una buena primera impresión ver en él las virtudes que toda persona exitosa debería tener.
—Yo aún estudio el instituto, pero planeo aplicar a la UNY —Pepper sonríe mostrando en aquella simple elevación de comisuras la esperanza de un futuro brillante.
—Eso suena muy bien para ambos. Aunque dígame, señorita Perkins, ¿qué piensa estudiar exactamente?
—Derecho, Señora.
Contentísima con la respuesta de la pequeña de nuestro grupo, la tía Margaret Robinson sonríe resplandeciente al mismo instante en el que Vera, la anciana que nos abrió la puerta mostrando una sonrisa amable, comienza a servir los platillos que espero en Dios no contengan carne.
—Tranquila —murmura Kyle, sentando a mi lado izquierdo, oprimiendo sus labios en una sonrisa cómplice. —Me ofrecí a buscar un buen menú. Eso que ves ahí — señala el plato ante mí. —, Es un Redondo y está completamente libre de carne.
Agradecida de que se haya preocupado por ello hasta entrometerse en la cocina de su tía, golpeo su rodilla con la mía por debajo de la mesa, musitando un muy sincero: —Gracias.
Kyle sonríe de nuevo como respuesta mientras yo me animo a probar los alimentos y...
¡Dios son una delicia!Apenas he empuñado el tenedor y lo he hundido en mi boca con aquel manjar que por fin conozco la mismísima gloria sin haber pisado el cielo. Los vegetales están en su punto y los frutos secos rebosan crujientes entre ellos acompañando a un buenísimo Seitán, la carne vegetal por excelencia, y a unas jugosas patatas con pimientos.
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P e r f e c t | Styles
FanfictionUn sueño que cumplir. Un amor en secreto. Cuatro hombres sufriendo por no ser correspondidos y uno que no ha sido sincero completamente. «Sólo una cosa puede producir más daño que la mentira: la verdad» -Jardiel P. • Novela cliché, pero diferente...