¿Qué es un personaje?
Es cualquier entidad que lleva a cabo acciones gracias a las cuales el argumento de la historia puede progresar. Un personaje puede ser tanto una persona como un animal, un objeto, un ser mitológico, etc.
Existen 3 tipos de personajes:
1. El protagonista: Es el personaje principal de una historia, el que da el impulso a la acción y a través del cual se viven los hechos, por lo que el lector se centrara en lo que este hace y en lo que le sucede. Normalmente el desempeño más elemental de este es resolver los problemas que se le presentan a lo largo de la historia.
Y a pesar de que siempre que pensamos en el protagonista de una novela de manera individual, la realidad que es que pueden haber uno o varios de ellos (inclusive, existen casos donde se cambia de protagonista en medio de la historia, como ocurre en Psicosis). En el caso de disponer de varios protagonistas en una narración, existirán dos formas de clasificarlos:
Historia con protagonistas plurales: En este caso, todos los personajes protagonistas comparten un mismo objetivo y sufren las mismas consecuencias y beneficios en la lucha por alcanzarlo.
Historia con protagonistas singulares: Aquí por el contrario, todos los protagonistas tienen objetivos individuales y sufren consecuencias y beneficios de forma individual, a veces incluso el beneficio de uno es el sufrimiento de otro. Como por ejemplo en Juego de tronos de George R. R. Martin.
2. El antagonista: Es uno de los personajes principales y en concreto el que se opone al protagonista y a sus acciones, e intenta que no resuelva dicho problema. De manera obligatoria el antagonista no tiene por qué ser el villano de la historia, una mala persona. Lo que ocurre sencillamente es que el antagonista y el protagonista tienen objetivos distintos y cada uno luchara con todas sus fuerzas por conseguirlo, de manera que sucede un choque que se convertirá en el conflicto principal de la historia.
En toda historia debemos disponer de un antagonista, ya sea como un personaje en si o como una fuerza más abstracta, pero hay que tener en claro que al igual que sin protagonista no hay historia, si no disponemos de un antagonista, esto tampoco podrá darse.
3. Secundarios: Son los personajes restantes que intervienen en la historia y que trataremos de organizarlos según la función que desempeñe, en relación con el tema de la trama. Estos personajes le otorgaran una mayor profundidad a la historia, además de que ayudaran a conducir más fácilmente la trama hasta su desenlace.
Todos los personajes están conformados por:
* La descripción: El autor describe tanto física como psicológicamente al personaje para poder retratarlo y representarlo. Esta descripción puede darse tanto al comienzo de la historia o cuando esta va más avanzada.
* La acción: Según el comportamiento y las reacciones del personaje, el lector se puede dar una idea de cómo es.
* El diálogo: Los rasgos característicos de cada personaje (si es una persona violenta, alegre, divertida, cariñosa...) se suelen denotar para el lector muchas veces por su forma de hablar.
Dependiendo de su profundidad, nos encontramos con:
1. Personajes planos: Son aquellos que presentan uno o dos rasgos de personalidad. Es decir, esos cuyo carácter suele ser simple y típico, incluso que a la hora de describirlos nos bastaría con una frase o dos (sin tener que entrar en demasiadas complicaciones).
Entonces, ¿Por qué crear un personaje plano?
Lo mejor a la hora de trabajar es que intentemos evitar originar este tipo de personajes y esforzarnos en conseguir unos que sean redondos, ya que los lectores se identifican más fácilmente con ellos. Pero también es cierto que existen casos en el que la creación de estos puede resultar de ayuda para lograr:
Un reconocimiento rápido: Debido a que esta clase de personajes suelen no requerir de una gran presentación, les permite a los lectores recordarlos muy fácilmente.
Contraste: La personalidad de estos, nos puede resultar de ayuda precisamente para resaltar la increíble personalidad de otros en la historia, como por ejemplo del protagonista, etc.
2. Personajes redondos: Aquellos que presentan múltiples rasgos, (en ocasiones contradictorios entre sí, ya que esto siempre facilita la creación de un conflicto) se definen por su profundidad psicológica. Se trata de un personaje bien caracterizado, hasta tal punto que incluso parece real. Debido a sus cualidades y defectos, el lector suele conectar más con ellos, por lo que aquí se nos presenta la descripción del que sería el protagonista perfecto.
Dependiendo de su evolución a lo largo de la historia, están:
1. Personajes estáticos: Estos son aquellos que simplemente no presentan ninguna evolución a lo largo de la historia, por lo que poseen las mismas características al principio que al final de esta. Normalmente todos pensaríamos tras la lectura de su significado, que deberíamos de evitar la creación de un personaje así para nuestra novela, pero eso no es del todo cierto.
En muchos casos la evolución de este personaje se puede haber producido en un momento previo a la narración, por lo que imaginad a un personaje que ya ha tenido su propia vida y problemas que le han obligado a ver las cosas de una forma, convirtiéndolo en la persona que es ¿Sería un mal personaje a pesar de que no cambie en ningún momento de la historia que se cuenta?
2. Personajes dinámicos: Son aquellos que evolucionan y transforman a lo largo de la historia debido a lo que les ocurre en estas. Este cambio puede ser tanto positivo como negativo. Aclarar que al igual que los personajes estáticos, los dinámicos pueden ser redondos o planos, ya que la evolución del personaje en la historia no tiene nada que ver con la profundidad y lo bien caracterizado que este.
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Guía para escritores.
RandomLa guía ideal para cualquier escritor o usuario, que tenga en mente comenzar una historia ya sea con fines de publicarla o por hobbie. Aquí no solo describo los puntos que me parecen imprescindibles a la hora de comenzar una novela, sino que también...