Hoy me gustaría hablarte sobre la construcción y el desarrollo del personaje. En la literatura lo último que deseamos es dar cabida a personajes estáticos, que comiencen una aventura y al final del libro terminen exactamente igual que al principio, sin haber cambiado, ni aprendido nada.
Principalmente deseamos evitar este tipo de personajes porque nuestra intención es que estos resulten lo más creíble que sea posible. Pues al igual que las personas, deben tener una evolución, un tránsito en el que este pase de un estado A, en el inicio de la novela a un estado Z, tras haber vivido todos los matices que sean posibles entre medio. Esto se aplica del mismo modo a los secundarios.
¿Qué es el arco dramático de un personaje?
Comprendiendo la figura del personaje como: Un ser autónomo e individual, algo vivo, que debe poseer rasgos contradictorios, un conflicto interior, un pasado y un carácter propio con la capacidad de cambiar ante las circunstancias.
El arco de un personaje seria la muestra de esa evolución que va desde el inicio hasta el final de la historia y que concierne tanto los cambios internos, como los externos. Obviamente esta evolución viene dada por el tiempo, los conflictos y la presencia del villano en la historia.
Existen dos tipos de arcos:
1. Subjetivo: Este se trata de una evolución moral, de valores, ideológica, psicológica... Una transformación a nivel interno.
Ejemplo: Un personaje moral incorruptible, termina por ceder a algún chantaje cuando las amenazas de sus enemigos acaban haciendo mella en él.
2. Objetivo: Es la evolución exterior del personaje, el cambio en las cosas que lo rodean a lo largo de la historia (por ejemplo: su familia, amigos, lugar de trabajo, etc). Si el héroe debe realizar una búsqueda, es probable que al final de la historia acabe o no logrando su objetivo. Esta búsqueda puede ser también de algo más abstracto, como lograr un mayor poder, realización personal... Lo importante es que de alcanzarlo, estos puntos se materialicen de manera significativa.
Nota: Lo más común es que ambas transformaciones tengan lugar en un mismo personaje, aunque tienes la oportunidad de ofrecer las dos perspectivas por separado (que un personaje sufra un poderoso cambio interno y el otro externo).
La progresión en el arco de un personaje: Todo arco de personaje, independientemente de si es objetivo o subjetivo, tiene una progresión dentro de las tres formas siguientes:
* Arco ascendente o positivo: El personaje evoluciona hacia una situación favorable o simplemente a una mejor que la inicial. Es el arco que suelen dibujar las historias con un final feliz.
* Arco descendente o negativo: Al contrario que el anterior, el personaje evoluciona hacia una situación adversa o peor que la inicial y por ende la historia tiene un final trágico o con ciertos matices agridulces.
* Neutro: En este caso los sucesos que vive el personaje no suponen una mejora o empeoramientos sustancial en su situación (lo que no significa que no haya aprendido nada por el camino, sino que dicho aprendizaje no ha sido algo radical). Este es un arco un poco más complejo, y por ello debemos asegurarnos de construir un protagonista con una personalidad muy fuerte, como: Sherlock Holmes o James Bond.
De lo contrario provocaremos la sensación al lector de un final trágico, ya que estos esperan siempre que el personaje evolucione, no que se quede estancado.
Nota: Cabe aclarar que un personaje puede sufrir diferentes tipos de arcos en una historia. Por ejemplo en un arco negativo, el personaje descubre que le quedan dos meses de vida. Combinado con un arco positivo, el personaje decide viajar a una isla paradisiaca, donde encuentra al amor de su vida y aprende grandes lecciones de sus habitantes.
El arco según la transformación interior del personaje:
1. Arco moderado: El cambio que experimenta el personaje es muy leve, casi como un pequeño añadido en comparación con las cualidades que poseía al inicio de la historia.
2. Arco radical: En este arco el personaje sufre una transformación absoluta, pasa de poseer un conjunto de características y a medida que transcurre la historia, esta lo moldea para finalizar con otras, total o bastante renovadas (tanto de manera positiva como negativa).
3. Arco traumático: Similar al anterior, pero aquí el personaje sufre una revelación vital, un hecho traumático que le lleva a una crisis profunda de la que resurge como alguien diferente.
4. Arco circular: Estos son aquellos que desarrollan los personajes que pasan de un estado ''a'', a un estado ''b'', pero la historia finaliza con que este retorna al estado inicial (ósea el ''a'').
Ejemplo: Una joven escoge encontrar pareja, se enamora de un chico, pero este no la quiere y al final vuelve a estar como estaba en un inicio, habiendo cambiado ligeramente.
Para finalizar recalco que los cambios en un personaje han de ser algo paulatino y generalmente impulsados por: los secundarios, el antagonista, los escenarios, el conflicto, etc. La transformación siempre ha de ser creíble y justificada, además de que estos pueden mostrarse de un millón de formas, y ser tan sutiles como desees (pueden influir en sus acciones, palabras, su actitud, sus valores, prendas de vestir, hábitos...)
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Guía para escritores.
RandomLa guía ideal para cualquier escritor o usuario, que tenga en mente comenzar una historia ya sea con fines de publicarla o por hobbie. Aquí no solo describo los puntos que me parecen imprescindibles a la hora de comenzar una novela, sino que también...