La guía ideal para cualquier escritor o usuario, que tenga en mente comenzar una historia ya sea con fines de publicarla o por hobbie. Aquí no solo describo los puntos que me parecen imprescindibles a la hora de comenzar una novela, sino que también...
Se tiende a considerar que en una novela quien sustenta por completo el peso de la trama son los protagonistas y no es del todo erróneo, salvo por que los secundarios tienden a ser los encargados de resaltar la importancia del héroe y de directa o indirectamente conducirle hacia el éxito (o el fracaso). Por ende aunque solo tengan una pequeña participación, estos han de ser igual de creíbles, pero ¿Cómo construyo unos buenos personajes secundarios?
Pues a eso vamos...
¿Qué es un personaje secundario?
Son aquellos que tienen menos peso en la historia y que acompañan al protagonista a lo largo de esta. Para poder crear secundarios que merezcan la pena, hemos de conocer bien la historia y saber cuantos personajes necesitamos para contarla, además del peso que tendrá cada uno.
No es lo mismo el personaje secundario que actúa como el amante del protagonista, que su vecino. Por ello aquí vienen unos trucos a tomar en cuenta, a la hora de construirlos:
1. Marca la diferencia: Todas las personas tenemos algo que nos diferencia del resto, tanto en el físico, como interiormente. Por ende trata de aportarles a los personajes algo que los distinga, como: una sonrisa bonita, un gran carisma, una manera de vestir...
2. Trabaja en su pasado: Generalmente cuando se trata del protagonista no has de preocuparte tanto por su vida antes del inicio del libro, sin embargo en el caso de los secundarios no tienes tanto espacio para ahondar en ello. Así que es importante que conozcas bien el pasado de tus personajes, ello te ayudara a plasmarlos incluso mejor.
Ejemplo: Una joven estudiante de medicina. Ingreso a la carrera, ya que debido a sus bajos recursos económicos su padre falleció cuando ella era una niña, por ello desea convertirse en médico a toda costa, para poder ayudar a los mas necesitados. Alguien con una historia así, ha de ser valiente, decidida, bondadosa...
3. Permíteles expresarse: Una de las cosas por las que mas diferenciamos a un personaje, ya sea protagonista o secundario, es por la voz que emplea en sus diálogos. Es decir, si es alguien que se expresa con frases cortas, puede significar que es tímido, si tiende a gritar, puede que sea por que tenga falta de audición, etc. Eso ayudara también a que no haya dos personajes iguales.
4. Otórgales de un lado oscuro: Las personas no somos siempre buenas o malas. Incluso el mas bueno de los seres humanos puede llegar a perder la compostura en ciertas situaciones, por ello el crear un personaje completamente bueno u horriblemente malo, sin razón aparente, no es nada creíble.
5. Hazlos vulnerables: Los personajes que son totalmente perfectos tienden a ser aburridos, inclusive a despertar cierta irritación por parte del lector. No se basa en crear a un patoso absoluto, aunque estos tienden a despertar la compasión por parte del publico, sino a añadir características más realistas como: fobias, malos hábitos, necesidades destructivas, problemas familiares...
6. Dales un lugar: La mejor manera de conocer a una persona es tener la posibilidad de ingresar al lugar en el que vive o en el que suele pasar la mayoría del tiempo. Otórgales un emplazamiento, como una oficina, su casa, un despacho, etc.
7. Otórgale un carácter: No me refiero únicamente a si es simpático o un tanto hosco. Establece cuales son sus limites morales, cuanto esta dispuesto hacer por alguien a quien ama, por si mismo o incluso por el protagonista.
8. Enfócalos: La primera vez que conoces a alguien tiendes casi de manera inconsciente a establecer una primera impresión, que en la mayoría de ocasiones se rompe cuando la conoces más a fondo. Eso mismo sucede con los secundarios, puede que el protagonista haya escuchado su nombre o por el contrario no tenga ni idea de este, pero a medida que lo vaya conociendo ha de ir pudiendo descubrir mas detalles de él/ella.
9. Cuanta importancia tiene para el protagonista: Si sabes por qué es memorable para tú protagonista, sabrás por qué será memorable para el lector.
10. Dales un arco: Por simple que sea, la mejor manera de que un personaje sea realista, es que cambie a lo largo de la historia. Incluso puede tratarse de alguien egoísta, que al final del libro aprende a colaborar con la gente que lo rodea.
11. Han de tener una meta: Esta no tiene que ser de la misma importancia que la del protagonista, pero por pequeña que sea ayudara a mostrar su personalidad y dejar siempre en claro sus intenciones dentro de la historia. Puede ser desde comprarse un bolso nuevo, a ayudar a su amiga en un complejo problema familiar.
12. Se critico: En ocasiones es inevitable que exista algún personaje mas plano, creado con la intención de que cumpla alguna función dentro de la trama. Es algo completamente normal y no es malo, siempre que no lo tomes como una norma. No obstante una buena manera de saber si has de trabajar más en alguno de ellos, es preguntarte ¿Qué repercusión podría haber si lo aparto de la trama?
Si no tienes una idea clara y además, no le encuentras un objetivo a ese personaje dentro de la trama, esta claro que sobra.
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