»Parte XII«

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Arreglo mi cabello un poco, la cena para la pedida de mano se realizaría en unas horas, mi rostro se encuentra neutro, estos momentos deberían ser felices para un hombre, bueno no para uno que no está enamorado.

Un mes después de lo que pasó entre Shita y yo ella decidió adelantar la boda que se supone que sería en 6 meses, ahora la boda será en 4 meses. Al menos es lo que pude hacer.

Termino de atar la fastidiosa corbata y inspecciono mi atuendo, sin un rastro de pelusa o polvo.

Bajo a la sala y escuentro a los padres de Shita platicar con los mios sobre los negocios y...la boda.

—¡Todo será perfecto!—Chilla la madre de Shita mientras eleva sus brazos y hace gestos de emoción.

Doy un suspiro antes de llegar por completo a la sala.

Las horas pasaron rápidamente, mi padre hace un carraspeo giro mi rostro para verle y por debajo de la mesa me entrega una cajita la cual seguramente tenía un anillo dentro.

Bardock mi padre abre su boca levemente, haciendo señas y todo, finalmente termino por levantarme de la silla y haciendo que Shita hiciera lo mismo.

—¿Te casarías conmigo?—Elevo la mano a la altura de mi abdomen y abro aquella cajita, Shita grita de emoción, tanto que hasta me aturdió los oidos.
Ella se abalanza hacía mi y junta sus labios con los mios, apenas y le correspondo.

Todos creen que somos felices.
Todos creen que estamos enamorados.

Separo a Shita de mí, la señora Saku salta de emoción y se lanza hacía su hija, asi ambas celebrando el pronto comprimiso.

La cena pasó rápidamente, en mí habitación sólo se escucha el ruido de la televisión donde daban una entrevista de un luchador.
Dirijo mi vista al balcón y salgo un momento, elevo mi vista y observo las estrellas brillar.

La nostalgia me invade, lagrimas empiezan a surgir de mis ojos.

¿Por qué las cosas tuvieron que ser así?

¿Tan mal hombre soy para ella cómo para no haberse enamorado un poco de mi?

Eso ya no lo sabré.

Una nueva vida me espera, Shita está enamorada de mí y yo no la haré sufrir, sé lo que se siente al ser rechazado.
Paso mis manos por mi cabello despeinadolo más de lo inusual.
Mi teléfono vibra unos constantes segundos, meto la mano en mi pantalon y sacó el teléfono, mis labios se abren de a poco.

Es una llamada de Milk.

Sin esperar toco el botón verde.

—Hola?—El silencio invade la bocina, vuelvo a hablar pero no contesta, lo contrario la llamada es colgada.

Frunzo levemente las cejas.

Será que....Me de una oportunidad?

Quiéreme Por Favor ||GoChi||Donde viven las historias. Descúbrelo ahora