»Parte XVII«

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Tonto, eso era yo, un tonto.

¿¡COMO DIABLOS NO ME HABÍA DADO CUENTA DE LA ACTITUD DE CHICHI?!

Me encuentro en mi habitación, lugar donde he pasado todo tipo de emociones en este lugar, escucho la puerta de mi habitación ser golpeada, realmente no quiero ver a nadie ahora, estoy confundido.

—Cariño, ¿Puedo entrar?—Es mi madre, suelto un suspiro y me levanto de la cama, abro la puerta y la observo sonreírme a medias—Shita está aquí. Elevo mis cejas sorprendido.

¿Regresó tan pronto?

—Bajaré a verla en unos minutos—Mi madre asiente y escucho mi celular timbrar, observo el nombre sobre la pantalla, es Chichi. Desisto en contestar.

Observo a Shita mover sus pies con impaciencia, esta frente a mi y ambos nos encontramos en completo silencio.

—Solo vengo a disculparme y decirte todo lo que hice...—Frunzo mis cejas y trato de estar lo más relajado posible.—He cambiado y mi forma de pensar ya no es la misma que antes. Necesito librarme de lo que hice, por eso estoy aquí—Aprieto mi agarre y elevo mi brazo para que ella continúe con lo que vaya a decir.—Yo en ese entonces no quería que estuvieras con nadie más que no sea yo... cuando me enteré que ella estaba embarazada y el tipo la había abandonado sabía que ibas a ir tras de ella, eres tan buen chico que no te importaría que ella estuviera en ese estado, la amabas por lo que era y no por sus acciones. Después de ello yo hablé o mejor dicho, la amenacé con quitarle la vida a su padre si volvía a llamarte...Después de todo lo del rechazo hacia ti fué por mi culpa, yo la obligué.

Mis ojos se encontraban que querían salirse de su órbita, aprieto la mandíbula hacia ella y trato de calmar mis sentidos.
Todo este tiempo ella en verdad me ha querido...más que un amigo. Siento mis ojos humedecerse, ¿Será de felicidad al saber que ella sí está enamorada de mi? La verdad es que no lo sé.

—Quisiera decirte unas palabras antes de irme, Goku—Shita baja la mirada, coloca su cabello tras la oreja y levanta la vista hacia mi.—Quiero que consideres lo que sientes por Milk. Literalmente toda tu vida has estado atado a ella y no conoces mas al exterior. No tomes decisiones equivocadas, por las razones equivocadas. Experimenta.

Pienso en las palabras de ella, se levanta de su asiento y se retira. Las cosas que ella haya hecho en el pasado ya no tiene remedio, solo queda mirar el presente y pensar en el futuro.

Saco mi móvil, hay dos llamadas más de Chichi. Vuelvo a meterlo a mi bolsillo, subo las escaleras y me miro al espejo, arreglo un poco mi cabello y tomo mi chaqueta.

—¡Mamá, saldré un rato!—Abro la puerta y camino a rápidamente por las calles, al cabo de unos 20 minutos ya me encontraba frente a aquella puerta de madera, una enorme sonrisa en mi rostro está presente.

—¡Hola muchacho, qué gusto tenerte por aquí!—Saludo al señor Ox estrechándo su mano.—Pasa por favor.

—Un gusto verlo señor Ox, quisiera hablar con Milk, por favor—El enorme hombre ensancha su sonrisa, me observa pícaramente. Mis mejillas se vuelven rojas.

Pasaron unos minutos, Milk me observa y me saluda como de costumbre.

—¿Qué te trae por aquí, Goku?—El escuchar su voz me relaja, tomo su mano y acaricio sus mejillas que al instante se colocan color carmín.

—Tengo qué decirte algo—Digo suavemente, ella frunce levemente los ojos y al instante la siento tensarse.

—Salgamos.

•••

Durante el trayecto Milk y yo no hablamos para nada, en mi bolsillo las vibraciones de mi móvil no han parado en varios minutos, no me importa ahora. Solo quiero estar con Milk.

Llegamos a una cafetería, la más cercana posible. Ella pide un frappe y yo un capuchino, el día era perfecto, la temporada era fresca.

Da un sorbo y muestra una sonrisa.

—Yo también tengo algo que decirte—Elevo una ceja y cuestiono, ella me cede la palabra antes que cualquier cosa.

—Shita me contó todo, sobre...lo que te hizo—Los ojos de Milk se humedecen levemente, baja la mirada avergonzada.

—Perdóname por hacerle caso...mi padre estaba en juego y ella...

—Lo sé, Shita tenía serios problemas en la cabeza pero ya ha cambiado y por ello es que sé todo, olvídate de todo eso. Milk...quiero iniciar contigo.—Digo sin titubear, con extrema confianza después de aquella confesión que hizo Shita.

—Te-tenía miedo—Empieza a sollozar, me levantó de mi silla y me acerco a ella tomándola de las mejillas.—Me gustas, Goku.—Esas palabras que espere por bastante años al fin estaban siendo pronunciadas por la chica que estuve enamorado. Una enorme sonrisa adorna mi rostro, seco sus leves lágrimas y sin pedirlo acerco mis labios a los suyos, corto la distancia y nuestras respiraciones se mezclan.—Siempre fuiste tú, y yo nunca te hice caso, por favor, perdóname.

—Ahora solo importa el presente, Milk—Le beso la mejilla y sonríe.—Entonces que dices, ¿Iniciamos juntos?—Entiende a lo que me refiero y su sonrisa no se borra. Ella asiente y mi emoción llega hasta el tope, la levanto de la cintura y doy vueltas con ella. Los demás nos observan, no me importa. Estoy feliz.

•••

—Suerte en tu día—Beso los labios de mi ahora novia, mi hermosa pelinegra, mi Milk. Ella acaricia mi cabello y eleva sus talones para llegar a mi mejilla y besarla.—Te quiero.

—Suerte para tu también, nos vemos en el almuerzo—Ella ingresa a su salón y yo camino hacia el mío, al llegar Krillin me saluda y me pide el último apunte de la clase de ayer. Le entrego la libreta mientras los minutos pasan y siento que algo o mejor dicho alguien falta.

—Oye Krillin, ¿Donde está Chichi?—Mi calvo amigo si pone serio en un santiamén, enarco mis cejas y presiento que es algo delicado.

—¿No te llamó por teléfono?—Eso había sido durante el fin de semana, yo estuve el sábado con Milk, ese día ella estuvo llamándome por teléfono y el domingo salí con mis padres, no tuve oportunidad para llamarle además de que ya sabía sus intenciones conmigo. Estaba poniendo distancia.

—¿Qué fué lo que sucedió?

—Su padre murió en un accidente. Eso sucedió el sábado, me dijo que te estuvo llamando pero tú no respondiste...

Siento mi pecho oprimirse ante las palabras de mi amigo, no le tuve importancia a las llamadas de ella, éramos amigos pero no le hice caso.

—Ella quería que le hicieras compañía, la visité y estaba muy mal. Ella te necesita.

Quiéreme Por Favor ||GoChi||Donde viven las historias. Descúbrelo ahora