En todo el camino de mi departamento al suyo, no me habla, mira, toca o hace algún gesto. Solo mantiene las manos en el volante y la vista en la carretera, descartando por completo mi presencia en aquel auto. Genial... ¿Por qué tuve que ir a esa discoteca sin avisarle? Soy estúpida de nacimiento.
Observo las calles de Seúl por la ventana y, sin evitar mis impulsos, saco mi cámara que siempre me acompaña y tomo fotos desde la ventana al exterior, debido a que como comenzó a llover, se ve realmente hermoso. Siento la mirada de alguien encima de mí y me dedico a aprovechar que nos detuvimos en un semáforo para seguir tomando mis preciadas fotografías.
Me volteo para observar a YoonGi, y me percato que tiene la vista fija en mí, pero sin expresión en su rostro. Qué miedo...
—¿Vamos a tu departamento?—pregunto, pero el chico que conduce el coche decide ignorarme. Como soy quisquillosa al cuadrado, vuelvo a hablar.—:No recuerdo que este sea el camino a tu departamento...
—Camino largo. Es para que te prepares mentalmente para lo que viene.
Trago saliva y, con los ojos muy abiertos asiento, comenzando a observar las fotos en mi cámara. Sonriendo juguetona, enfoco nuevamente y le tomo varias fotos a YoonGi, mordiéndome el labio cuando las observo en la pantalla.
—¿Qué haces?
—Tomando fotos... Eres muy guapo, hasta conduciendo te ves perfecto.—respondo mientras sigo mirando las fotos de YoonGi y agito mi mano en mi cuello, denotando calor.
Observo a YoonGi y aunque este no responde, veo que sonríe y suspiro satisfecha. Lo que cuesta sacarle una sonrisa a ese viejo amargado.
Por fin llegamos, bajo del auto mientras cargo mi mochila esperando a YoonGi para seguirlo. Él camina como si yo no estuviera presente, y tengo que casi correr para alcanzarlo y que no me dejara atrás. Dentro de su departamento, dejo mi mochila con algo de timidez en el sofá y juego con mis dedos a la espera de algo. Mi mirada recae en mi teléfono que yace en la mesa de la cocina y cierro los ojos fuertemente tratando de recordar cómo es que llegó en manos de Won Jong.
—Te quiero en la habitación desnuda.
Sus palabras llegaron a mis oídos pero chocaron y no lograron entrar, haciendo que quede petrificada en medio de la sala. YoonGi camina hacia mí y un escalofrío recorre mi espalda.
—¿No me escuchaste? ¡Ahora!
Su fuerte grito fue lo que me hizo reaccionar y desviando la mirada, camino rápidamente a su habitación y comienzo a despojarme de mi ropa mientras hablo conmigo misma.—:Esto es lo qué pasa, T/N, cuando chicas extranjeras y tontas como tú, le hacen caso a chinos malhumorados y con deseos sexuales extraños como él. Después no te quejes cuando quedes inválida...
Ya completamente desnuda, me quedo en medio de la habitación esperando lo peor. Con suerte y camino bien después de esto.
—Perfecto... Por primera vez en días haces al pie de la letra lo que te ordeno.—su voz me hace sobresaltar y miro mis manos, sintiendo cómo la excitación incrementa al sentirlo más cerca.—¿Sabes todo lo que haz hecho y todas las reglas que haz desobedecido, pequeña?
Asiento con temor y observo la sonrisa insípida de YoonGi.—¡No te escucho, coño!
—Sí, Daddy...
—Excelente. Pero te recordaré para que no se te olvide porqué hago esto.—se sienta en el borde de la cama y con suma tranquilidad y destreza, comienza a quitar su ropa.—Primero, no contestaste mis llamadas ni mensajes; segundo, saliste a un lugar no muy seguro sin avisarme; tercero, te embriagaste de forma imprudente; cuarto, coqueteaste con un chico y además, le dejaste tu móvil...—sonríe siniestramente y me llama con su dedo.—¿Dudas?
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Tómame, Daddy «Suga y tú» | ✓
FanfictionT/N decide dar un arriesgado paso en su vida: mudarse a un país completamente desconocido, con el propósito de enriquecer su vida artística como fotógrafa. Min Yoon Gi es famoso. Pertenece a una banda mundialmente conocida como BTS, en donde es rap...