Capítulo 6.

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Me separe lentamente de ella, ella me miro algo ¿avergonzada?.

— Calum..yo..lo siento, ya me voy. — dijo parándose de el sofá.

— Espea, yo te llevaré. — Le dije parandome, ambos nos encontrábamos en mi auto, ninguno había dicho ni una sola palabra. Llegamos a casa de Jack.

— Calum, ¿me podrías esperar aquí?, solo vengo por mis cosas para poder ir con mi hermana.

— Claro que si, ¿tienes una hermana?

— Si, se llama Madison, tiene 13 años y se esta quedando con mi abuela ya que obviamente no se quedaría con Jack, ya vuelvo.

— Esta bien, aquí te espero, ¿segura que no quieres que vaya contigo?

— Segura, gracias, enseguida vuelvo. —Dicho esto ella bajo del auto y entro a la casa.

Me puse a recordar lo que había pasado esta mañana, el beso, wow, con el simple hecho de que haya sido de Alaska se convierte en el mejor, todo viniendo de ella es perfecto.

Escuché unos gritos, eran Alaska y Jack, rápidamente me baje de el auto y me pare junto a ella.

— ¿Y este que hace aquí? — Le preguntó Jack a Alaska.

— Vengo a llevarme a Alaska.

— ¿Que? No me hagas reír Calum, ella no va ningún lado y mucho menos contigo. — dijo tomando a Alaska de la muñeca.

— Tu no eres nadie para decirme que puedo hacer y que no. — le dijo Alaska soltándose de su agarre.

— Cállate, tu eres mi novia, eres mía. — dijo resaltando la palabra mía.

— No Jack, ya no somos nada, terminamos, vamos Calum.

— No Alaska, tu no puedes dejarme para irte con este, perdóname, por favor. — Jack abrazaba a Alaska, ella se separo rapidamente de el.

— No quiero estar contigo.

— Maldita sea, no. — Le soltó un golpe en su mejilla izquierda, ella comenzó a soltar lágrimas, no pude aguantar el enojo y le di un puñetazo en la cara, el me lo devolvió, le solté otrp aun mas fuerte que el anterior haciendo que la sangre comenzará a selir desesperadamente de su nariz y boca.

—Te atreves a tocarla de nuevo y te mato. — Le dije tomandolo de el cuello de su camisa. ''idiota'' susurró el. Tome a Alaska de la mano y la lleve al auto.

— Calum, siento mucho esto, mira como te quedo el labio. — me dijo tomándome la mano, efectivamente mi labio estaba sangrando.

— No es nada, ese idioya de lo merecía, no iba a dejar que te volviera a golpear.

— Gracias Calum. — me abrazó. — Te quiero.

— Yo también. — '' y no sabes cuanto'' pensé.

She; c.h.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora