Capítulo 18

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Lo que había ocurrido hacía un par de días lo dejó bastante desconcertado. ¿Por qué Ahri lo había besado y actualmente ya ni siquiera le dirigía la palabra?

Simplemente, no lo comprendía.

En los pasillos la veía pasar junto con su grupo de amigos (tal vez era una estrategia de ella para que no se acercara, si es que era conocedora de que él era bastante introvertido). En los salones de clase, se sentaba bastante lejos, en el receso y en el almuerzo continuaba con los otros.

Ahora era un poco difícil manejarse con el brazo derecho lastimado. En realidad, se hubiese sanado ese mismo día si se dedicaba a absorber sangre suficiente como para curar sus heridas. El inconveniente era que no le permitirían hacer eso, así que tendría que ser paciente con la sanación natural de su extremidad. Al menos sabía usar un poco la mano zurda para escribir.

—Espero que hagan el ensayo sobre el ítem Armadura de tela, es tarea para la próxima clase. —dijo el Profesor Heimerdinger, parado en su escritorio para que sus estudiantes lo vieran.

—¿Para qué necesitamos eso? —bufó Ahri, en voz alta.

—Usted es de los que más necesitará saber sobre estos ítems, señorita Ahri —replicó El venerable inventor.

—¿Me acaba de decir débil?

—Magos, asesinos y tiradores y varios soportes: Poderosos, pero de muy poca dureza si se los compara con los luchadores y tanques —comenzó a decir el yordle, con aire sabio—. Yo me incluyo entre los magos de poca dureza, por si le ocurre ofenderse por la simple verdad; y lo mejor será aprender a utilizar los recursos que tenemos a nuestro alcance si no queremos darle ventaja al enemigo.

Nadie contestó con respecto a lo que su profesor acababa de decir, tenía él toda la razón.

Vladimir miró el interior de su mochila, aun continuaba ahí el Cetro de cristal de Rylai, que el Profesor Heimerdinger le había regalado; aún no había tenido la oportunidad de utilizarlo correctamente, se metería en problemas si usaba un ítem sin autorización, hasta podría ser considerado hacer trampa si solamente tenían permitido usar sus habilidades sin ayuda durante las pruebas de combate "puro".

Solía preguntarse: ¿Cómo podía reprimir por mucho tiempo el deseo de ver sangre correr de heridas hechas por él mismo?

Oprimió la goma de borrar que tenía en su mano sana, para olvidar las fantasías enfermas que acababan de regresar. De manera súbita, sintió un hilo tibio que bajaba por sus labios, hasta caer sobre la madera de su pupitre: Estaba teniendo una hemorragia nasal.

—Ya es la tercera vez esta semana, tal vez tienes leucemia —sugirió Taliyah, al ver que su compañero tenía sangre corriendo desde su nariz hasta caer sobre la mesa.

—Ve a la enfermería, Vlad. —ordenó el Profesor Heimerdinger al ver la hemorragia que estaba sufriendo su estudiante.

El segador carmesí se limitó a obedecer al yordle, se levantó y salió de la sala de clases, apretando su nariz con el pulgar y el índice para que la sangre no continuara goteando.

La noche anterior le había "venido" la hemorragia mensual (detestaba el término menstruación, porque el motivo del sangrado no era algo natural, sino una maldición).

—Hola Vlad —le saludó Swain, al apenas divisarlo a lo lejos a su mejor amigo. Levantó la mano que no usaba para apoyarse con el bastón.

Sangre por doquier [League of Legends]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora