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Cuando la puta, a la que se tiraba, le pidió que vaya a verla trabajar. Logan aceptó.

¿Por que?. Porqué tenia la agenda vacía y estaba de humor para ver bailes vulgares y sugestivos.

Jean sabia como bailar, para llamar su atención, asi como no se quejaba cuando Logan apretaba su garganta en el acto sexual.

Y solo por eso Logan la aceptaba en su cama.

Pero todo cambio cuando fue a verla trabajar. Quien llamó su atención no estaba en el escenario, no, estaba a su lado, sirviendo con modestia su copa.

Un Omega albino, joven de quizás 19 u 20 años. Parecía un ángel.

Volvió a aquel club tres veces mas, quien lo atendía siempre era el.

Logan cayo rendido, le propuso dinero a cambio de un baile privado y su sorpresa fue grande cuando este se negó.

-lo que quieras.- había insistido, con elegancia, James.

-me halaga, pero debo volver al trabajo, si me disculpa.- había respondido el muchacho.

Después de eso, insistido dos veces mas y siempre era rechazado con seriedad.

-dije que no.- contesto el Omega con firmeza.

Al ver las intenciones de insistir que tenía el alfa.

Logan miró incrédulo a su hermano, quien estaba sentado a su lado. Este bebió de su copa, mirando para otro lado.

James emitió una pequeña risa.

-¿Sabes quien soy yo?.- cuestiono, incrédulo. Ya cansado del rechazo.

-aquí vamos.- susurro Víctor.

El platinado suspiro, abrazándose a la bandeja vacía.

-aun si fuera el rey de Inglaterra, la respuesta seguiría siendo no. Yo no bailó para nadie.- contesto severo, mientras se acomodaba un mechón de cabello.

-eso es estúpido.- se quejó Logan. -trabajas en un club nocturno y no bailas, ¿Que haces entonces?.

-servir tragos a gente como tu.

-¿Gente como yo?.

-alfas y betas con complejo de superioridad.- respondió el albino. -gente como tu.

Hubo un silencio tenso, Logan aun no se lo creía.

-escuchame, mocoso, he estado viniendo a este inmundo lugar, solo por ti. Asi que dime, ¿Que quieres?, ¿Dinero?, puedo dartelo, ¿Un auto?, no hay problema.

El omega suspiró.

-me siento halagado.- respondió con sarcasmo. -pero jamas, y escuchame bien anciano.- Víctor rompió en risa, mientras Logan lo miraba incrédulo. -jamas, me tendrás bailando para ti. Ahora si me disculpa.- susurro con falso respeto, retirándose para seguir con su trabajo.

Víctor lo miró con gracia.

-el me agrada.- comentó.

Logan solo suspiro.

-es ilógico.- se quejó.- es las Vegas, ¿Como es posible que no quiera nada?.

-quizás realmente no quiera nada.- respondió con obviedad Scott.

-no seas ridículo.- reprendió tosco, Víctor. -todos quieren algo, solo debés averiguar que quiere.- ánimo.

La práctica se vio interrumpida, cuando la puerta de la oficina fue abierta.

-Sr. Tenemos a una deudora.

-si.- contesto. -Víctor.

-estoy en eso.- susurro, emocionado, su hermano, caminando tras el sujeto.

Logan suspiro.

-quizás debas dejarlo ir, si no es para ti, no es para ti.

-si no es para mi, Scott, no es para nadie.- respondió severo.

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Cuando Víctor llegó a la zona abierta del lugar, se encontró con la deudora. La chica, o más bien niña, no aparentaba mas de 16 años.

Se la veía asustada, y con razón. Al verlos se apresuró a hablar.

- juro que iba a pagar...

- lo sabemos linda - interrumpió Víctor. - nos aseguraremos de ello, ¿O no Vis?.

La pelirroja miró al rubio, que a su vez miró a su compañero.

- por supuesto - afirmó el hombre.

- cuerpos jóvenes se venden bien en las calles - comentó Víctor, acercándose a la joven.

Quien, temerosa, retrocedió, aún sabiendo que no podía escapar. Rezó mentalmente por ayuda y como si dios la hubiese escuchado alguien llegó corriendo.

Quitando el echó de que su salvador no era un ángel, aún que se asemejaba, Wanda se sintió aliviada.

Pues quien había llegado, y luchaba por respirar, era su hermano.

- oh, el camarero - soltó sorprendido Víctor.

El único que pareció escucharlo fue Peter, quién lo miro confundido, como si no lo conociera. Aún que posiblemente era así, posiblemente Peter no lo recordará, después de todo no había voltado a verlo en aquella ocasión.

La pelirroja se alejó de los matones, caminando hasta el peli-platiado.

- Peter yo... - trató de explicarse, avergonzada de ella misma.

- lo hablaremos luego - interrumpió severo, poniéndose derecho. - quiero hablar con el jefe de ustedes - damando. - Yo pagaré la deuda de mí hermana.

El silencio reinó unos segundos, hasta que Visión dio un paso adelante, para explicar por qué eso no era posible.

Antes de que el rubio pudiera emitir palabra, Víctor se interpuso.

- por supuesto - respondió. - Vis quédate con la niña, mientras lo llevó con el jefe.

Visión frunció el ceño, ya confundido, tomando el brazo de su compañero.

-¿Qué haces? - cuestionó en un susurro.

- cumplirle el capricho a mí hermanito - aclaró soltando se y sonriéndole al omega. -¿Vienes? - preguntó cómo el caballero que no era.

Peter suspiró, comenzando el caminó, cuando Wanda lo llamó.

-yo me encargo.

Respondió ignorando a su hermana. Y siguiendo al gran hombre castaño, por el pasillo oscuro.

Merced.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora