9.

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La música estaba a todo volumen, mientras Pietro meneaba sus caderas contras la entrepierna de Logan.

Bien se podría decir que estaban fornicando con ropa. Pues era lo que parecía.

Mientras las grandes y ásperas manos de Logan, viajaban por el cuerpo, Omega, con adoración.

Tocandolo como solo alguien adorado podía ser tocado.

Finalmente las manos llegaron hasta la nuca, enredándose con los ajenos cabellos de quién lo mandaba a la perdición.

Pietro lo miró a los ojos, con la boca entreabierta, dando leves jadeos por la actividad y la pasión contenida.

Las ganas de devorarse eran más que mutuas. Y Logan lo mantenía sujeto de una forma firme, buscando que sus vistas no se separaran.

Mientras el Omega seguía meciendose. Los jadeos se volvían gemidos. Más cuando Logan comenzó a cooperar, dándole embestidas.

De pronto Pietro sentía que la ropa era el peor invento del mundo. Gimió más alto, mientras sus ojos se cerraban por el placer.

No quería imaginar cómo era este hombre teniendo sexo.

El alfa tironeo de sus cabellos, dándose espacio, comenzando a lamer la garganta de quien gemía sobre el, dando leves saltitos a causa de sus fuertes embestidas.

Lamió, mordisqueó y beso su cuello, dándole especial atención a su manzana de Adán.

Y Pietro solo podía gemir, dejándose hacer, dando esos saltos involuntarios y soltando leves gritos cuando la cadera del alfa chocaban contra su trasero.

- porfavor... - susurro de pronto, de forma entre cortada, mientras se sujetaba con fuerza a los hombros de Logan, dejando sus nudillos blancos. -... Porfavor... - suplicó.

- no - negó con firmeza James, embistiendo más fuerte.

Pietro lloriquea. Abrazándose a el, mientras escondía su cara en el cuello del alfa.

- te necesito - pidió.

James tomó sus piernas, poniéndose de pie y apoyándolo contra la pared, embistiendo más fuerte.

La constante fricción, provocó que el Omega se viniera de forma frustrante, al no haber sido penetrado como suplicó serlo.

Cuando el Omega se vino James paro, aún sosteniéndolo, dejándolo reponerse, mientras Pietro peleaba por aire.

Ese había sido el orgasmo más jodidamente frustrante que había tenido. Y necesitaba que sus músculos se relajen, para recoger la dignidad que tiró, al suplicar que lo follacen.

-¿Mejor? - susurro Logan, de forma ronca.

La espalda de Pietro se erizó, ante tal tono. De la nada sus mejillas se tiñeron de rojo.

Se había venido como un puberto.

- bajame - pidió y Logan lo hizo, permitiendo que sus pies tocaran el piso.

Pietro aún estaba de puntitas, abrazándose a Logan. El silencio se extendió por la alcoba, permitiendo que las precarias respiraciones se escuchasen.

Cosa que por alguna razón relajaba de sobre manera a Logan.

Finalmente, luego de unos minutos, Pietro lo soltó. Mirando fijamente la camisa arrugada de James.

Incapaz de verlo a los ojos.

-¿Terminamos por hoy? - preguntó en un susurro y su voz nunca antes se había oído tan débil.

Merced.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora