2.

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Cuando llamaron a la puerta Logan estaba fumando un puro y le hizo señas a Scott para que abriera la puerta.

Cosa que hizo de mala gana.

- tengo a un negociador - informó con humor su hermano.

- nosotros. No. Negociamos. - respondió James, hasta que vió al peli-plateado entrar.

Provocando que Logan casi tragara su puro de la impresión, cosa que lo hizo toser tanto, que hasta Scott se le acercó para palmear su espalda.

Una vez que sintió que podía respirar, volvió a mirar al omega y con un gesto de manos pidió privacidad.

Cosa que Víctor captó, agarrando de la chaqueta a Scott.

-que mal agradecido - se quejó el tipo, por el pasillo.

- mirando el lado bueno, ahora Jean es tuya.- ánimo Víctor.

Cuando las voces se perdieron Peter tragó en seco.

Menudo lío en el que su hermanita se había metido.

- ¿Peter verdad?, ¿Que puedo hacer por ti? - preguntó con burla Logan.

Peter se sintió jodido, de todos los traficantes de drogas en las Vegas, ¿Por qué su hermana se venía a meter con el que el rechazo?. Sin duda alguna era cosa de la vida, que se esforzaba en joderlo.

- vale, supongo que me recuerdas.- susurro.

- como olvidarte- respondió con burla James.

Peter suspiró. Resignado a tragarse su orgullo, todo por el bien de Wanda.

- ¿Cuánto le debe mí hermana? - preguntó, llendo al grano.

Logan miró hacia un lado, como si estuviera pensando, para luego volver sus ojos hacia Peter.

- mucho dinero. - respondió.

Peter se remojo los labios.

- ya. Pero, ¿Cuánto?- pidió saber concretamente.

- mucho dinero - volvió a repetir, para luego sonreírle.

El silencio volvió a reinar, por al menos treinta segundos, hasta que Peter se atrevió a hablar.

- pagaré su deuda, solo dejala irse.- ordenó.

Logan frunció el ceño.

- no me parece un buen método de crianza- susurro, poniéndose de pie - pero, ¿Cómo piensas pagarme?.- preguntó curioso, mientras salía detrás del escritorio.

Peter retrocedió, totalmente alerta. Imaginándose lo que el alfa buscaba.

- tengo dinero.- respondió.

- pero no el suficiente. ¿Me equivocó?.- retó divertido.

Peter lo miró fijamente.

El conocía este mundo, sabía cuánto debías deberle a un traficante como para que el jefe se ocupará del asunto. Así como sabía que debía ser demasiado.

Trago saliva. Haciéndose a la idea de que debía resignarse.

- ¿Que quieres de mí? - preguntó finalmente.

Logan sonrió.

- Quítate la ropa Peter.

Se escucho decir mientras cerraba la puerta.

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Wanda estaba de brazos cruzados, sumamente nerviosa.

Mientras que el rubio no apartaba la vista de ella.

- ¿Concideras a tu jefe una persona razonable?- preguntó la menor.

El rubio miró al techo, pensando la respuesta.

- no lo creo. - termino respondiendo con sinceridad.

- ya. - susurro la pelirroja.

Sentía que se volvería loca, ante tanto silencio. Jamás pensó que terminaría en estos aprietos, ella solo quería pasar un buen rato.

Pero como era costumbre, se había equivocado y ahora Peter estaba limpiando su mierda.

El rubio a su lado suspiro, aburrido tanto como la pelirroja.

- ¿Cuántos años tienes? - preguntó a la chica, solo por querer escuchar algo.

Wanda lo miro por un momento, seguramente estudiándolo.

- 17 - respondió - los cumplí este año.

Se miraron por un momento, hasta que un ruido llamó su atención.

Para alivió de Wanda, Peter estaba caminando hacia ella a paso veloz.

Se lo veía avergonzado y furioso. Haciendo que Wanda se preguntará que sucedía.

- vámonos - damando el peli-plateado.

La pelirroja se dispuso a seguirle, cuando Visión la tomo del brazo.

- esperen, no pue...

- déjalos que se vallan Vis - interrumpió Logan, para luego mirar a Peter - nos vemos después.

Y ante estas palabras Peter tembló, en desagradó quizás.

Tomo la mano de su hermana y se dispuso a marcharse, mientras Visión la soltaba.

- adiós - se despidió, con la misma tranquilidad con la que se mantuvo todo el tiempo.

- adiós - susurro la pelirroja, dejándose llevar.

Una vez afuera, Wanda se preparó para disculparse, pero fue nuevamente interrumpida, caundo llegaron a una Van gris y Barry se puso derecho.

- ¿Que sucedió? - pidió saber el pelinegro.

Peter apenas lo miró, antes de soltar a Wanda.

- llevamos a casa. Porfavor - pidió de mal humor.

- ¿Pero que sucedío? - preguntó la pelirroja.

- tú solo sube al auto - ordenó molestó el peli-plateado y Wanda se resignó a obedecer.

- Peter lo siento - se disculpó Barry, realmente lamentándolo.

- solo... - Peter tomó aire - no le vuelvas a vender nada a mi hermana. - pidió.

Barry asintió, mientras Peter se dirigía hacia la otra puerta.

- los llevó - dijo, buscando sus llaves en sus bolsillos.

- gracias - agradeció el albino y antes de entrar al auto de su vecino, levantó la vista - y gracias por avisarme.

Barry asintió, sintiéndose en conflicto. Por qué, para empezar, ellos no estarían ahí, si Barry no le hubiese vendido drogas a Wanda.

Y claro, tampoco estarían ahí sí Wanda hubiera pagado.

Finalmente Barry abordó el aciento del conductor y se dispuso a arrancar la Van, mientras sentía la tensión, que provenía de los asientos traseros.

Merced.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora