El mundo de los negocios sucios, era lucrativo, pero peligroso. Y tal parecía que Logan había llegado a el por necesidad y se había quedado por placer.
Después de todo, no era más que un hijo bastardo, de un hombre muerto. Solo tenía a Víctor, su hermano, quien parecía encajar a la perfección en las Vegas.
Para llegar a donde llegaron, Logan tuvo que extorsionar, amenazar, matar y tortura e incluso, traicionar a muchos. Cabreando a otros tantos de pasó.
No era un santo y sus manos no estaban limpias. James nisiquiera buscaba consuelo por eso. El, definitivamente, no se arrepentía.
Era la clase de hombre que Erik Lehnsherr no podía controlar. Por lo tanto, la clase de hombre que no le gustaba.
Y las fotos, que poseía entre sus manos, solo lograban una cosa en el; ira.
Erik estaba furioso.
Sin pensarlo mucho dio una orden, poniéndose en marcha con sus hombres. La ira lo cegaba, la decepción y la humillación no hacían más que empeorar las cosas en el.
Todo paso demasiado rápido, desde el momento en que entró a ese bar. Charles estaba histérico por sus hombre, que echaban a su clientela.
Pero Erik no escucho, manteniendo su vista fija en Pietro, quien se mantenía mudó por el asombro.
El lugar quedó medio vacío, solo sus hombres y Charles tuvieron permitido quedarse.
Entonces el aire se llenó de feromonas, provocando que inclusos sus hombres, todos betas, se removieran incómodos en sus lugares.
Era obvio a quien iba dirigida la ira del alfa y a Charles eso le aterró más que el propio aire. Con su gran fuerza de voluntad se interpuso entre padre e hijo.
- Erik no. - pidió temeroso, pero Erik nisiquiera lo miró.
- Es la última vez que me decepcionado Pietro.
-¿De que...?
- he sido paciente e incluso comprensivo, contigo, pero eso se acabó - Erik Lehnsherr estaba dando una advertencia.
- papá - susurro su hijo temeroso, sin entender realmente que pasaba. El alfa se enfureció más.
- ¡¿Tienes el atrevimiento de llamarme, como si fueras un cachorro, aún cuando te has comportado como una puta?!.
El gritó asustó más al Omega, mientras que Charles se colocaba frente a él, protegiéndolo con su cuerpo, temeroso.
- yo no...
- ¡Silencio!, no quiero oír palabras, debí ser más firme contigo. ¡Quizás así no hubieras terminado siendo la perra de Howlett!.
- Erik creo que esto no es necesario - pidió el castaño, intentando razonar con el alfa.
El rubio tenía el entrecejo fruncido y observo, por primera vez, a Charles como si este fuera solo una cucharacha, este se sintió herido por ello, pero se olvidó de eso rápidamente, al momento en que Erik tronó sus dedos, dándoles la espalda.
Sus matones se pusieron en acción, tomando con fuerza a Pietro, quien luchó asustado, mientras Charles se aferraba a el, gritándole a Erik que parara. Suplicándole.
Este no lo hizo, ignorando lo, hasta que finalmente sus hombres le arrancaron a Peter de los brazos y se lo llevaron a la fuerza.
Había muchas cosas por las que Charles debía preocuparse. Pero este solo tomó las llaves de su auto saliendo tras ellos. Dejando a su bar sin cerrar y sin protección.
Procuró no perder de vista a los autos, mientras que frenético llamaba a Wanda, para que está cerrará el bar.
Está respondió asustada diciendo que lo intentaría, si lograba sacarse de encima a los hombres de su padre, quienes la habían ido a buscar. También mencionando que estaban empacando sus cosas.
Entonces Charles cortó, al darse cuenta de dónde se dirigía Erik.
Aterrado rezó a Odín por qué el mafioso no hiciera una locura.Se detuvo de golpe, viendo como bajaban a Peter, mientras el rubio entraba al local. Charles luchó con el cinturón dos minutos, cuando bajo de su auto ya los había perdido.
Entró al club, haciéndose camino entre la gente y preguntó a uno de los cantineros, quien le dijo por donde se fueron.
Pietro fue dejado en el suelo, en un lugar que parecía tras vestidores. Busco entre los extraños a su padre, quien lo miraba con verdadera irá.
- si vas a actuar como una puta, serás tratado como una puta - declaró con veneno.
- no papá - pidió, con lágrimas en los ojos.
Podía escuchar los gritos de hombres, mas allá de ellos y eso le aterraba.
- las putas no necesitan llavar ropa - sentenció.
Y enseguida sus hombres se abalanzaron hacia el peli-platiado, arrancándole la ropa, mientras esté le suplicaba a su padre.
Quedando, finalmente, desnudó. Mientras sus lágrimas caían. Erik lo tomó fuertemente de brazos.
- no papá, por favor, ¡Papá no!, Porfavor... - suplicó el Omega, mientras su padre lo arrastraba.
Erik no contestó, solo se limitó a tirarlo al escenario. Los gritos se volvieron ensordecedores, mientras Pietro lloraba luchando por ocultar su desnudez de los ojos ajenos. Moría de vergüenza y miedo.
Parecía un animalito asustado, entregado en bandeja de plata a cerdos hambrientos de carné. Quienes degustan con sus miradas el cuerpo del chico.
Pietro lloraba a mares, enfocando su mirada en la furiosa y firme de su padre. Quien no iba a tenerle piedad.
Este era su castigo, por haber bailado como una cualquiera para Logan. Su padre lo creía una puta. Y tal vez lo era.
Charles apareció de la nada, deteniéndose asombrado por lo que presenciaba, sin siquiera poder creerse lo del todo. Entonces Pietro lloró más.
Lo cual fue motivación suficiente para que el Omega volviera a ponerse en marcha, pasando al lado de Erik, sin importarle, hasta llegar a el.
Se sacó la chaqueta cubriendo su desnudez y lo abrazó, protegiéndolo con su calor.
Charles miró a Erik acusatoria mente, queriendo lastimarlo más de lo que el había lastimado hoy a su propio hijo.
Pero el chico que temblaba, llorando, en sus brazos, lo detuvo. Con ayuda del castaño Pietro se puso de pie.
Erik se hizo a un lado, sin siquiera mirarlo y sus hombres imitaron la acción.
Entonces Charles se marchó con Pietro, tragando sus palabras y su dolor.
Erik Lehnsherr acababa de romperle el corazón.