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Busco en su armario su viejo suéter negro, unos pantalones negros, y bajo a la cocina a buscar un encendedor que tuviese una licecita en la parte inferior. Era lo mas cercano que tenia a una linterna.

Salio de su casa y se dirigió a la acera del frente, camino hasta quedar frente a la casa descuidada y prosiguió a abrir la reja de metal. Se dejo escuchar un pequeño rechinido pero fue un ruido demasiado bajo.

Entro y camino con cautela para no resbalarse en el barro, subió los tres escalones del porche y se agachó debajo de una ventana.

Dentro se escucho un ruido parecido al de una sierra y el corazón de Gerard latió fuertemente.

¿Estara cortando los huesos de su víctima?

Gerard se atrevió a mirar a través de la ventana, y allí estaba su vecino, estaba en franela y bermudas. Con una sonrisa puesta en su cara mientras acuchillaba algo en la mesa.

Gerard se obligo a respirar normalmente, de repente y sin previo aviso lanzó el cuchillo hacia el frente y algo rojo lo mancho entero. Incluso se quejo con enojo por las manchas.

Gerard grito haciendo que el extraño alzara la vista a su dirección.

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