- Es una mala idea, ya sabes lo que pasó la última vez. - dije sentándome en el sofá de la sala. Vi por la ventana que estaba comenzando a anochecer.
- Pero ésta vez no iremos a una fiesta como esa. - explicó obvia.
- ¿Entonces? - pregunté sin entender.
- ¡Fiesta de universitarios! - respondió saltando.
- Por supuesto que no Naty, olvidalo. - dije sin inmutarme. Posiblemente iba a ser una fiesta de chicos de la universidad de James, el hermano de Natalie y la verdad no tenía ganas de ser perseguida por ese idiota.
- Te lo ruego. - pidió fingiendo tristeza. - Tyler estará ahí y necesito saber si está engañandome o está dolido como me dijo. - bajó la mirada y noté como sus ojos se llenaban de lágrimas.
- No entenderás que es un idiota a menos que lo veas con otra, ¿verdad? - dije sin intención de herirla a lo que ella asintió con la cabeza sin elevar la mirada.
Estaba dispuesta a ir con ella a esa estúpida fiesta de "hermandad" o lo que fuese de universitarios para que dejara de pensar en ese imbécil. Después de todo era la hermana que nunca tuve y quería verla feliz.
- Supongo que podemos ir durante una hora... - dije con los ojos cerrados. Naty gritó un "gracias" y saltó a abrazarme.
- Hay que vestirnos como universitarias o sino no podremos entrar. - dijo mientras subía a mi cuarto.
- ¿Y nosotras como sabremos cómo se visten las universitarias? - pregunté con curiosidad. Ella me miró con diversión.
- Medidas desesperadas. - respondió a lo que tomaba su celular y marcaba un número. Fruncí en ceño con confusión. - ¡Emma! Querida ¿Estás ocupada? - preguntó y abrí los ojos comprendiendo.
Estaba hablando con su prima. Pasamos algunos veranos juntas cuando ella viajaba de visita a la ciudad, era un par de años mayor por lo que se encontraba en la Universidad actualmente.
- ¡Genial! - volví a escuchar la voz de Naty. - ¿Me podrías dar algunos consejos sobre cómo vestir como universitaria? - dijo cerrando los ojos con fuerza y yo crucé los dedos como para ayudar en algo. - Okay... entiendo... - decía asintiendo. - Gracias, nos vemos. - acabó por decir y colgó.
- ¿Y? - pregunté ya que ella se quedó en silencio.
- Pues, no mucho maquillaje y vestidos de zorra elegante... - dijo mientras se levantaba y buscaba en mi ropa.
- Estás loca. - respondí sentándome en la cama.
- Si lo estoy y tú no tienes más que jeans y camisetas enormes. - susurraba pero pude oírla.
- Me ofendes. - Grité poniendo mi mano en mi pecho fingiendo estar dolida. Escuché sonar mi celular y salté en busca de él.
- Vaya, vaya... - Escuché la voz divertida de Naty. - ¿Estás así porque te escribió un bombón de chocolate llamado Nath...? ¡Oye! - Gritó cuando le lancé una almohada.
- Cállate. - dije con la vista puesta en mi celular, Nathan me había escrito un simple Hola preciosa.
- ¿Simple? Avísale al zoológico que se encuentra en tu estómago. - dijo mi subconsciente.
Sentí un almohadazo en mi trasero y me giré viendo a una Naty divertida. - Tranquila, no necesitas esconderme nada si de todas maneras seré la dama de honor. - dijo guiñándome un ojo y haciéndome sonrojar.
- Vete al diablo. - respondí apoyando mi rostro en mis brazos encontrandome boca abajo.
- Nos veremos ahí cariño. - dijo caminando hacia mi. - voy hasta mi casa en busca de ropa y vuelvo. Puedes bañarte mientras así te sacas las babas de ese bombón de chocolate del rostro. - terminó de decir y comenzó a salir de mi habitación riendo.
- ¡Idiota! - Grité y me levanté de mi cama dirigiéndome al baño.
- ¡Me amas! - Gritó en respuesta y oí como la puerta delantera de la casa se cerraba.
Mi celular volvió a sonar llamando mi atención y leí otro mensaje de Nathan.
- ¿Qué haces además de pensar en mi? - Decía, Por lo que comencé a escribir una respuesta.
- ¿Qué te hace creer que pienso en ti? Voy a tomar un baño y arreglarme para una fiesta :( - envié el mensaje.
- ¿Planeas nadar de nuevo preciosa? Si me dices el lugar quizás pueda rescatarte. - Respondió rápidamente.
- En realidad no lo sé, la harán unos universitarios. - Escribí sin importancia.
- No hay muchas fiestas universitarias los jueves. - respondió nuevamente.
- Lo sé, voy sólo por Natalie. Ya tengo que irme. - respondí.
Ésta vez Nathan no respondió. Quizás fuí muy fría con él.
- Nos vemos. - envié nuevamente.
- Apuesto a que sí. - respondió al minuto. Fruncí el ceño sin entender pero no tenía el tiempo para preguntar. Ya eran las ocho treinta y tenía que darme un baño cuanto antes para ir a la bendita fiesta.
Así lo hice y en diez minutos me encontraba sentada frente al espejo maquillandome tal como Naty me había dicho antes y escuchaba cómo entraba a mi habitación.
- ¡Siento la tardanza! te traje un bello vestido. - dijo con emoción.
Puse los ojos en blanco y me dirigí fuera del baño ya arreglada a excepción del vestuario.
En mi cama se encontraba un hermoso vestido corto de noche color negro con escote en forma recta.
- Estás loca si crees que usaré eso. - dije negando con la cabeza.
- te quedará hermoso con tu figura, puébatelo. - rogó. - Si no te gusta puedes usar unos viejos jeans y una fea sudadera. - dijo rodando los ojos y cedí.
Me puse el vestido que se ajustaba en mi cuerpo y hacía ver mi piel más clara de lo que era. Mis ojos parecían aún más azules y mi cabello se encontraba suelto hasta el final de mis costillas.
- Admite que es mucho mejor que una enorme camiseta. - dijo Naty detrás de mí, viéndome por el reflejo del espejo. Ella se encontraba lista con un vestido color azul marino que se ajustaba en su cintura y luego quedaba suelto hasta sus rodillas.
- Supongo que sí. - respondí cediendo.
- Ya vámonos. - dijo tomándome de la mano y tomé mi celular antes de que mi mejor amiga me arrastrara fuera de la habitación dirigiéndome hasta su auto.
Revisé mi celular nuevamente y no tenía mensajes.
》》》》》
Nota de la autora:
Tuve algunos problemas con wattpad por lo que no pude actualizar ayer ☹ espero que les gustey me den su apoyo compartiendo mi historia con otras personas para que me lean 😁
Nos leemos 💕
ESTÁS LEYENDO
Nosotros Ponemos Las Reglas.
RomanceAnna decidió cambiar su personalidad en el verano por pedido de su madre, de adolescente triste y solitaria a alguien más alegre vistiendo colores. Tiene 18 años, es hija única, pelirroja, pecas en el rostro y una hermosa sonrisa que hasta ahora nad...