Magisterium Tales [Completa]

"Fugitivo Nocturno"

Call estaba nervioso. No podía dormir. Y el sabía porque...
Mañana era la gran prueba. La prueba que se le hacen a todos los alumnos del Magisterium. Si suspende, no pasaría al Curso de Oro. Había estado entrenando los dos últimos meses, con su pierna y su magia, junto con Aaron y Tamara.
Call se separó de Estrago. Estaba sudando, y lo único que el Caotizado haría sería empeorarlo. Dió unas vueltas sobre si mismo, hasta que descubrió que no podía dormir. Encendió la luz, y observó su mesita de noche. Estaba hecha un desastre, como siempre. Se pasó así unos diez minutos, observando los recuerdos de otros años en el Magisterium. Hasta que vió esa foto que se hizo hace tanto tiempo. La cogió para observarla más de cerca. Eran Tamara, Aaron y él en el curso de Cobre. Recordó esos momentos. Cuando se escapó de casa...cuando Aaron y Tamara descubrieron quien realmente era...y cuando en el Curso de Hierro, Tamara le echó el pudín a Jasper. Eso consiguió sacarle una sonrisa a Call. Pero cuando pensó en la prueba de mañana, esa sonrisa se desvaneció rápidamente.
Miró su reloj, eran la 1:00 am, y aún no tenía sueño. Miró el uniforme caído, y se preguntó que podía ser la prueba para mañana.
¿Laberinto de fuego? ¿Prueba de supervivencia? Esos eran unos de los secretos que a Call más le fastidiaban de todo el Magisterium. La manera en la que ocultaban las cosas, y lo difícil que hacían las pruebas. Eso, y que Jasper no durmiese por la noche. Se despertaba con ganas de fastidiar, que Call juraba que algún día lo entregaría a los gwyerns.
Call sabía que tenía que hacer algo por saberlo, por prepararse a lo que venía. Era imposible que la superase. Su pierna no la dejaría. Entonces hizo la gran decisión.
Se escaparía por la noche, y descubriría sobre la prueba. Solo un poco...
Se vistió y miró a Estrago, pensando que Estrago quería salir.
-Lo siento Estrago, tu te quedas. Si te descubren harán liquen contigo.-
Estrago bajó las orejas y se subió a la cama a dormir.
"Es hora" pensó Call. Abrió la puerta de su cuarto silenciosamente. Pensó en llamar a Tamara, pero se negaría, y Aaron sería impensable. Acercó la muñequera a la puerta, pero increíblemente la puerta no se abrió. Call la volvió a acercar, pero nada.
"Que extraño" pensó Call. Después de diez minutos alejando y acercando la muñequera, al final decidió recurrir a su magia. Se concentró, e intentó transmitir el caos al pestillo de la puerta. Inmediatamente esta se abrió, y Call se encaminó hacia los pasillos del Magisterium.
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El patrón de sonidos de la andanza de Callum era simple: Paso, arrastre, paso, arrastre...
Así constantemente. Los pasillos estaban oscuros, y en los 45 minutos que llevaba andados hacia la cámara de pruebas, había tenido que encender alguna débil esfera de fuego. Sin dejar de mirar atrás continuamente para ver si algún Maestro venía, intentaba coger el mejor camino.
Finalmente, llegó al último pasillo, donde estaba la puerta a la cámara de las pruebas. Probó a ver si estaba abierta...
Efectivamente, abierta estaba. Miró a sus lados para echar un último vistazo, y se adentró.
No sin darse cuenta que alguien o algo lo miraba desde la oscuridad absoluta...

La sala era amplia. Después de la reforma había quedado aún más amplia.
Call calculó que más o menos serían dos campos de fútbol, aunque probablemente serían más.
Se centró en una gran jaula, que estaba tapada por una lona muy grande.
Se acercó a ella, ansioso por saber lo que había en su interior.
Extendió la mano, listo para descubrir el misterio, hasta que, alucinantemente, oyó una voz.
-¡Tramposo!-
"¡¡¡No puede ser...!!!" Pensó Call.
-¡Creí que eras un mago con honra!-
"¡He utilizado los caminos más discretos!" pensó.
-¡Y que creía que estábamos juntos en esto!-
"¡No puede ser ella...!"
-¿Y así es como se rompe una amistad de tanto tiempo?¿Traicionando?-
"Tamara..."
Call se giró lentamente, hasta que pudo ver el rostro de Tamara, lleno de lágrimas, y mirándolo con una cara de asco enorme.
-Tamara, yo...- empezó Call.
-¡Ni me lo cuentes!, ¿ok? Cuando empecé a seguirte, creí que ibas a robar liquen, como siempre, o a quedar con alguien! ¡Pero nunca imaginé Call, al menos de ti, que pudieses hacer esto!- exclamó la chica morena.
-¡Tamara no lo entiendes! Déjame que te lo explique, por favor.- dijo Call.
-¡No Call! Eso es hacer trampas, y con que derecho tú de los demás...¡No hay razón por hacerlo!- Call vió como Tamara se iba poniendo más y más a la ofensiva. Cada vez los dos alzaban más la voz.
-Pero Tamara, ¡no me estás escuchando!- Y vió además, como las oportunidades se esfumaban como el humo.
-¡Ya se lo que te diferencia de los demás! ¡¡Es por lo de tu madre, ¿verdad?!! ¡Te crees que porque tu madre murió de una manera pésima, tienes derecho a saberlo todo!-
Con esto, Call supo el sentido literal de "cómo si te hubiesen tirado una cuba de agua fría en la cabeza".
Call se quedó atónito, sin habla. Durante unos segundos, se quedaron paralizados los dos. Tamara con esa cara de asco y odio, y Call con los ojos abiertos, y todo quieto.
No sentía nada, ni la fría brisa, ni su corazón latiendo. Así estuvo, hasta que notó como lágrimas empezaban a caer por sus mejillas, sin un momento para pararse.
Tamara poco a poco, fue bajando esa mala cara, hasta ponerla en cara de pena. Se arrepintió enseguida de lo que había dicho, y finalmente todo coincidió. Call estaba aquí por lo de su pierna. Se arrepintió totalmente. Sabía que ese era el punto débil de Call. Y vió lo que realmente odiaba ver. A Call llorar.
Empezó a sufrir penas. Vió como Call se descomponía el pobre. Se había pasado, y mucho.
Tanto era la pena de Tamara, y el conocimiento del gran error que había cometido, que hasta ella empezó a llorar también.
-Call...yo...- se disculpó Tamara.
Pero no tuvo tiempo, Call salió corriendo, dejando a Tamara plantada en la oscuridad.
Una oscuridad que ella había creado.
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A la mañana siguiente...
-Tamara, ¿sabes dónde está Call?- preguntó Aaron.
Tamara negó con la cabeza.
-¡Hey! ¿Te ocurre algo?- preguntó Aaron, sentándose en el sofá con ella.
-Si Aaron, todo bien...- respondió.
-Yo no lo creo...- insistió este.
-Aaron, estoy bien...- mintió Tamara...

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¡Hola muy buenas!
¡Aquí Demetrius545!
Llevaba un tiempo sin actualizar, y quería traeros este capítulo,
que en mi opinión, ha sido un poco triste 😢.
Me emocioné un poco (solo un poco 😂) al escribir este.
Y aparte, quería desearos un...
¡¡Feliz Año!! 🎊🎉
Ya que no pude felicitarles antes, ya que no me dió tiempo a actualizar.
Y creo que eso es todo por hoy, recuerden que aprecio muchísimo si dejáis la estrellita debajo de este capítulo 🤗, que no cuesta nada, y yo lo aprecio de corazón. 😊😁
También deja tu comentario sobre cómo te pareció este capítulo, ya que es muy probable que haga una segunda parte .
Y con esto, me despido con un saludo 😂🤗
¡Hasta la próxima!

Demetrius545