Magisterium Tales [Completa]

"Aún no he muerto del todo..."(Fugitivo Nocturno Parte 3)

Al abrir la puerta, Tamara y Aaron se encontraron con viejas estanterías, para su sorpresa. Cuando Aaron consiguió cerrar la puerta, y el agua de esparcirse por toda la habitación, pudieron contemplar ambos, empapados, claro, lo que tenían delante. Libros llenos de polvo, trofeos, imágenes tapadas por la gran cantidad de suciedad que había concentrada en esa sala, vitrinas llenas de objetos valiosos, religiosos, imposible de ver debido al polvo. En teoría, toda la sala estaba llena hasta el tope de polvo y suciedad.
Tamara se acercó a unas de las vitrinas a la izquierda, con cristal lleno de polvo. Aaron examinó los libros a fondo, sus títulos y autores. Pero no podía entender nada, ya que estaba grabado con inscripciones secretas. Pero de algo curioso de lo que se percató, era que todos tenían el mismo autor. Tamara pasó la mano por la vitrina, y lo que vió la dejó asombrada.
-Aaron...-dijo atónita.
-Dime.- respondió este.
-Ven.- le dijo. Se acercó, y el también se quedó asombrado. En la vitrina había una espada, con mango dorado, y con una hoja de algo morado muy oscuro, probablemente de obsidiana.
-Parece ser una espada de un antiguo guerrero.-dijo Aaron. A esto, Tamara lo miró extrañada.
-¿Y como has llegado a esa conclusión?-preguntó esta.
-Simple, mira.-le dijo, mientras señalaba el filo de la hoja. Tenía pequeños arañados, y varios rasguños.-Si tiene esas marcas, es que se ha utilizado, y supongo que era fuerte su portador, porque si esa hoja es de obsidiana, habrá falta fuerza para forjarla, y luchar con ella.-
-Sigamos mirando...-propuso Tamara. Siguieron avanzando, mirando en cada vitrina. Armaduras, cascos, más espadas...etc.
Llegaron a una puerta de madera de abeto, con un pomo de plomo. Aaron fue a abrir la puerta, cuando Tamara le detuvo.
-Escucha, no sabemos lo que hay detrás de esta puerta. Puede haber "enemigos", y con "enemigos", sabes a que me refiero. Hay que prepararlo.-
-Bien, enseguida vuelvo.-dijo Aaron, y acto seguido, se oyó un cristal romperse, y volvió con la espada de obsidiana.
-Eh...-Tamara se quedó atónita.-Ok, espérame.-y se fue también. Volvió con un hacha, que a pesar de tener pinta de estar gastada, vieja y oxidada, aún se podía utilizar, desde el punto de Tamara claro.
-A la de tres.-dijo Tamara. Y eso hicieron, contaron hasta tres, y con un puntapié en la puerta, arrasaron mientras entraban. Aunque esa adrenalina duró poco, porque la habitación en la que se encontraban estaba vacía. No había nada, ni muebles ni reliquias. Solo había un símbolo en medio de la sala, el símbolo de los elementos.
-¿Y ahora que?-dijo Aaron. Tamara se acercó a este símbolo, y éste se iluminó levemente de azul.
-Creo que tiene que ver con la magia.- explicó Tamara.-Si hacemos magia, a lo mejor, creo que pasará algo.-
-Bien, yo soy un Makaris, yo haré caos.-dijo Aaron.
-Yo fuego.- y dicho esto, ambos empezaron a emanar la dicha magia, hacia el símbolo. Con esto, éste se encendió aún más azul. Hasta que se apagó por completo. Los dos magos se miraron, y de repente, el suelo comenzó a temblar, mientras que se habría una gruta bajo el suelo, revelando unas escaleras antiguas de caracol.
Bajaron cuidadosamente, ya que los escalones se desprendían debido a su vejez.
Al llegar abajo, descubrieron otra puerta. Hicieron lo mismo que en la anterior. Levantaron las armas, con la magia preparada, y se dispusieron a entrar. Entraron, y se quedaron atónitos.
Era un viejo salón, con chimenea encendida, estanterías, un mapa de una gruta, y una inscripción de 7 letras. En el centro, había un sillón, con alguien sentado en el, pero debido a que el sillón estaba mirando a la chimenea, no pudieron distinguir al sujeto.
Tamara hizo el gesto para que se acercasen, pero antes de que pudieran siquiera tocarlo, el sillón se dió la vuelta, revelando al sujeto. Esto hizo que Aaron se tropezara y cayese al suelo, y que Tamara se pusiera en guardia.
El sujeto era aterrador. Un hombre, rubio, robusto, tenía un cuchillo, un brazalete...y una máscara de plata, ocultando graves cicatrices. Vestía una camiseta negra, cubierta con una capa. En su muñeca se podía distinguir una muñequera, con todos los cursos, hasta el de oro. Y en una parte portaba la piedra que muy pocos habían llevado...la obsidiana...el símbolo del caos.
-Tamara Rajavi, y Aaron Stewart. Os estaba esperando.- y dicho esto, se alzó, lo que dejaron sus ropajes y equipo a la vista. En la cintura, llevaba una espada, color plateada, y unos pantalones de cuero marrón.
Tamara y Aaron se estremecieron ante la figura. Alta, corpulenta y robusta. Se echaron hacia atrás. Aaron alzó la espada, en un inútil intento de defensa, pero no duró mucho tiempo, ya que con un gesto en la mano, invocando magia aérea, le arrebató la espada de sus manos.
-¡Sabemos quien eres!¡Eres Constantine Madden!¡Y estas muerto!- gritó Tamara.
-¿Quien dice que esté realmente muerto?-dijó Constantine, el Enemigo. El que atemorizó a toda una población mata durante más de tres décadas. Desenvainó su espada, preparándose para atacar.
-¡No estás vivo!¡Estás muerto!¡MUERTO! ¿¡Me Oyes!? ¡Muerto!-gritó Aaron, que invocó en sus manos unas chispas del caos. Había de tener cuidado, no tenía a su contrapeso.
El Enemigo rió fuertemente, pero manteniendo la compostura.
-¿Esperas luchar tu, un Makaris principiante, que no sabe ni invocar una bola del tamaño de un balón, contra mí, el Enemigo de la Muerte, que arrasó ejércitos?-Y acto seguido, en sus manos se invocaron dos esferas mucho mayores que las chispas de Aaron. Alrededor de él se empezó a formar caos. Con un pisotón fuerte, mando una corriente subterránea hacia Aaron y Tamara, que cayeron a los lados.
Tamara se golpeó fuertemente la cabeza, y empezó a ver borroso. Pudo distinguir a su amigo tirado, a menos de 4 metros de ella. Y vio como Constantine se acercaba lentamente hacia él, alzando su imponente espada. Y acto seguido de un grito de un "No" de Tamara, la espada atravesó el corazón de Aaron.
-¡Nooo!-gritó Tamara, y todo se volvió negro.
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Tamara pudo oír unos pasos leves, y una voz grave.
-No sois nada. Maté a tu amigo, sin apenas esfuerzo...maté a mi sucesor, Hunt. Fue un error al elegirle como portador de mi alma...y ahora acabaré contigo.- y todo se volvió negro.
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Tamara se despertó sudorosa. El corazón le iba a mil por hora. Miró su reloj, y vio que era medianoche. Pudo notar como un líquido espeso bajaba por su nariz. Sangre. Le dolía todo. Se incorporó, y se arremangó el brazo.
Las palabras "Estoy vivo" estaban grabadas por fuego, pero a Tamara no le dolía. No en comparación con todo el cuerpo. Le sangraba también el labio, por la derecha. Estaba atónita, mareada, y perpleja. Pero todo eso se fue de la cabeza al pensar en él.
Call. De un susto, se levantó, he ignorando todo el dolor corrió hasta su cuarto, y abrió la puerta de golpe.
No estaba allí...su cama estaba desastrada, pero no había nadie en ella. Se cayó de rodillas sollozando.
-No...-. Lágrimas empezaron a brotar de sus ojos, y empezó a darle fuertes puñetazos al suelo. Pero...
De repente la puerta del baño se abrió, y salió él. Call. Tamara se levantó como pudo, y sollozando, se abalanzó sobre Call. Call pudo sostenerla de milagro, y confuso le preguntó:
-Tamara, ¿te encuentras bien?-preguntó suavemente a su oído.
-Call...-dijo ella llorando aún.
-Ven.-, y se sentaron en el sofá.
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-Y eso.-acabó por explicar Tamara.
-Tamara, es una pesadilla. Aaron, yo...y tú estamos perfectamente. Él, está muerto. Y si no lo está, ten por seguro, que haremos algo. Tamara se abrazó a Call.
-Call.- dijo ella.
-¿Mhm?-
-¿Puedo dormir en tu cama?-preguntó Tamara.
Call se lo pensó un rato, abrazados los dos, de pie.
-Si.-
Y pasaron la noche así.
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"Aún no estoy muerto. Soy el Enemigo de mis enemigos...y dicha tarea del Pontirasmo es acabar con ellos..."
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¡Si señor! Y así acaba nuestro capítulo 😁.
Espero que os haya gustado, a mí me ha encantado escribirlo, y espero que a vosotros
también os haya gustado leerlo 😋.
No voy a hacer una cuarta parte de esto, dejaré que os la inventéis vosotros ヾ(๑╹◡╹)ﾉ".
Y os traigo una sorpresa, pero eso para el próximo capítulo 😜.
Y bueno chicas y chicos, me despido por ahora, y os pido...por favor, de todo corazón, que le deis a la ⭐️ que hay debajo de este capítulo, que no cuesta nada, pero de verdad que yo lo aprecio. Así que ya sabéis, antes de iros, dar un último toque hacia abajo, y darme vuestro apoyo, que lo agradezco de ❤️.
Y ahora sí, ¡me despido!
¡Espero veros en otro capítulo!
Nos_leemos, Demetrius545.