Capítulo 1

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Omega: Parte 1.

El cuerpo me comienza a temblar de estar reprimiendo la risa. Trato de que no sea muy notorio pues en eso empezaría a temblar la cama, en eso podría hacer un movimiento en falso y en eso podría arruinar el precioso cabello castaño de Scott.

—¿Otra vez arrancaste un mechón de más? Porque se supone que solo sería una despuntada y comienzo a sentir frío en las orejas —comenta y puedo escuchar en su tono de voz que está sonriendo. Scott trata de tomar el espejo a un lado suyo, pero le pongo con urgencia la mano encima.

—¡No, no! Todavía no —replico entre risas—. Yo te advertí que no era una buena idea, solo miré un par de vídeos en YouTube. —Me echa una mirada de reojo, seguro trata de ser una mala mirada, pero no le sale bien con la sonrisa pintada en la cara—. ¿Con quién se supone que podría practicar?, ¿mi papá?

Alzo una ceja, él se voltea para mirarme y en cosa de nada comenzamos a reír.

—Eso fue cruel —aclara después de dejar de reír. Tiene los ojos brillosos y las mejillas se le miran súper llenas de la gran sonrisa que tiene. Aprieto los labios y agacho un poco la cabeza. Me toma por la nuca y pega su frente a la mía. Rozo mis labios con los suyos sin querer, pero antes de que se acerque más, yo me alejo.

—Vamos, ya casi termino y presiento que me va a quedar fantástico. —Asiente y conecto la maquina con la que mi papá suele afeitarse. Suelto un suspiro—. No te muevas, ¿sí? Esto será algo... difícil.

Hago lo que puedo e increíblemente me queda bastante limpio. Le quito todos los cabellos de encima con una brocha y me paso frente a él para tomarle los costados de la cara tratando de ver alguna asimetría en las patillas que decidí dejar. Le muevo la cara en distintos ángulos para ver cada detalle, aunque no termino de concentrarme del todo: me mira. Él no deja de mirarme con los intensos ojos café y eso comienza a ponerme de nervios.

Trato de ignorarlo, pero se me hace imposible cuando me toma la parte trasera de los muslos (pues estoy de rodillas en la cama). Me sujeta las piernas y de alguna forma hace que termine sentada sobre su regazo. Ya no hay forma de ignorar sus bonitos ojos. Trago saliva y no puedo evitar comenzar a acariciarle el rostro.

Esto me tiene vuelta loca. Desde que todo... esto, comenzó, ni Scott puede sacarme las manos de encima ni yo a él. Cada segundo a solas, cada broma, risa, conversación, horas de estudio; todo termina conmigo sobre él. Y todo termina en una interrupción.

No sé quién se lanza sobre el otro primero, pero en cosa de nada nuestros labios ya están juntos, sus manos me recorren con ansias el cuerpo y siento tanto calor que me hubiera gustado abrir la ventana antes. Lo pego hacia mí lo más que puedo y al hacer un movimiento tan brusco me termino yendo hacia atrás. Scott no me suelta en lo más mínimo, ni el cuerpo ni la boca, así que termina sobre mí. Mis manos se alejan de su rostro buscando el calor de su cuerpo. Me escurro bajo su camisa sintiendo su suave piel entre las yemas de los dedos y de un momento a otro ya no hay camisa.

Quedamos frente a frente. Me siento tan agitada que tengo que respirar por la boca, y con eso le envío cientos de alientos a los labios a Scott. Sus manos juegan con el dobladillo de mi blusa, sus dedos me hacen cosquillas y me envían cientos de pulsadas agradables al cuerpo. Le miro la cara sonrojada y los ojos oscuros y dilatados. Le paso el pulgar por el labio inferior y lo vuelvo a besar con desesperación. Ahora mi blusa ya no está.

Se da la vuelta tomándome por la espalda, así que termino sobre él. Me sujeta las caderas con firmeza y siento un fuerte deseo en la boca del estómago cuando el bulto en sus pantalones choca entre mis piernas; pero como siempre, nos terminamos separando de golpe.

you should've know someone natural | scott mccall | natural#2Donde viven las historias. Descúbrelo ahora