you should've know someone natural | scott mccall | natural#2

Capítulo 19

Delirio: Parte 2.

Tomo una larga respiración y vuelvo a soltarla con tranquilidad. Llevo diez minutos en la cama de mi cuarto, recostada y tranquila y la verdad es que no puedo sentirme más rara. Scott, Stiles y mi papá están ahora en la clínica, organizando lo de esta noche, así que puedo sentirme en la libertad de estar en mi propia cama, sin tensión y tratando de relajarme un poco.

Me incorporo en la cama y miro mi celular sobre el escritorio, donde mi laptop está y justo al lado el boleto para el rave que Isaac me dio esta tarde.

Scott insistió en que no sería necesario que fuera, pero Stiles me dijo muy por su parte que el plan está incompleto sin mí ahí. Vuelvo a mirar el boleto, pero sacudo lo cabeza y aparto las cosas del escritorio con la intención de hacer mi tarea.

Lejos de tratar de tranquilizarme y pasar una noche calmada y en reposo, me parto la cabeza con las matemáticas, además de que miro el celular cada tres segundos y la vista se me desvía en exceso al boleto del rave encima de toda la basura en mi cesto. Suspiro con cansancio y cierro mi libreta; esto no está funcionando.

Miro por la ventana y me sorprende mirar que la luz del sol ya no está. Tomo mi celular y la hora me indica que ya casi es hora de que empiece el plan.

Decido dar un vistazo a mi armario, solo por tener algo que hacer. Me saco los jeans flojos y tomo un par de esos ajustados que uso máximo una vez al mes con grandes sudaderas. Me saco la sudadera y tomo una blusa de esas que nunca uso porque no me tapan el abdomen lo suficiente y se me ajustan innecesariamente al pecho. Me agarro el cabello en una cola alta y sujeto los cabellos pequeños que me salen de la parte baja. Tomo un delineador negro y me hago una colita más larga de lo que suelo hacer cuando llego a pintarme. Saco del fondo de un cajón un collar corto y me lo ajusto hasta que queda completamente pegado a mi cuello.

Me miro en el espejo y me siento tan expuesta que termino poniéndome uno de los suéteres con cierre de Scott encima. Antes de que me ponga a pensarla más, tomo el celular, el boleto de la papelera, bajo las escaleras y agarro las llaves del auto.

Cuando llego a la parte trasera de sector industrial donde el evento es, me sorprende encontrar un lugar vacío de estacionamiento junto al jeep de mi amigo. Al parecer llego justo a tiempo, pues en este mismo instante ambos están en la cajuela, sacando lo que parece una bolsa con tierra.

Me saco la chamarra de Scott y bajo del auto con paso decidido, aunque estoy insegura por todo: desde mi atuendo hasta la ejecución de este plan, del que Stiles me hablo por mensaje hace unas horas.

Antes de siquiera bajar, ya tengo una mano al frente como soporte para levantarme. Me topo con la mirada de Scott, pero antes de eso, con el suéter rojo que cargaba esta misma mañana. Estoy a punto de sentirme estúpida por cambiarme la ropa, pero para cuando estoy de nuevo con la mirada en sus ojos, siento que he tomando la decisión correcta.

Una vez salgo del auto no me quita la mirada de encima, ni la mano de la mía. Cierra con un empujón la puerta de mi auto y entrelaza sus dedos con los míos.

—De saber que venias me hubiera cambiado de ropa —murmura, con la mirada todavía recorriéndome las piernas.

—No es como si fuera una cita. —Me encojo de hombros y trato en vano de que el tono de mi voz no sea uno triston. Sus labios se estiran en una suave sonrisa que no le llega hasta los ojos.