Capítulo 16

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Control: Parte 1.

—Pero... no entiendo —replico, realmente sacada de onda. El Sheriff me mira como si lo estuviera haciendo perder su tiempo y probablemente lo estoy haciendo, pero no puedo evitar seguir preguntando—. ¿Así que la orden solo es en contra de Scott y Stiles? ¿Qué hay de mí?

—No lo digo yo, Grace. Jackson presentó su denuncia contra ellos únicamente.

—¡También soy culpable! —replico, desesperada. El padre de Stiles frunce el ceño y descruza los brazos para ponerse las manos sobre las caderas, seguro esperando la nueva sandez que saldrá de mi boca—. Póngame en la estúpida hoja esa.

—¿Así que quieres una orden en tu contra? ¿Quieres una mancha en tu expediente? —Sé por el tono de su voz que es un pregunta retórica, pero no puedo evitar contestar:

—¡Sí!

Frunce el ceño, sacude la cabeza y se aleja en dirección a la oficina donde procederá a leer la orden. Trato de seguirlo, pero me cierra la puerta en la cara antes de que dé siquiera un paso dentro. Resoplo por la bajo.

Me recargo en la pared, a un lado de la puerta, y dejo caer la cabeza contra el muro. Estoy agotada hasta la medula y claro que no quiero una orden de restricción en mi contra, pero me inquieta a un punto casi físico el hecho de que Jackson no haya decidido proceder legalmente en mi contra.

Trato de alejarme de la mente la voz de Allison, Stiles y Scott discutiendo hace unos momentos lo que haríamos a continuación. Las palabras 'fuga disociativa' y 'decirle a Jackson la verdad' me retumban tanto en el cerebro que creo me pueden quedar tatuadas. Trato de calmarme la pesada respiración, pues estoy más que segura que Jackson está doblando el pasillo y ahora que tengo la certeza de que puede escucharme siento que en ningún lado estamos seguros.

Pasan los minutos, aunque siento que llevo horas recargada, esperando. Me doy por vencida tratando de pensar en algo más, en mi mente sigue la conversación de hace rato, con Allison y Scott diciendo sobre cómo Jackson olvida todo lo qué le pasa siendo el kanima, justo como Lydia lo hizo hace unas semanas en su estado de fuga.

Estoy tan concentrada en eso, incluso hasta me dan ganas de ir por Jackson, cuando la puerta de la oficina se abre bruscamente y por ella sale mi amigo, sujeto del brazo de su padre por la nuca. Hago una mueca cuando pasan a mi lado y se acentúa todavía más cuando se detienen a un par de metros y el señor Stilinski le reprocha con furia a su hijo. Aparto la mirada, pero me encuentro con otra incómoda escena: Scott saliendo con su madre.

La señora McCall tiene una expresión seria y dura al tiempo que empuja a su hijo hacia el pasillo. Suspiro aliviada, pues no creo haber sido capaz de ignorar su conversación en caso de que se quedaran cerca de mí. El alivio me dura poco, pues un segundo después el padre de Stiles pasa a un lado mío y entra de nuevo a la oficina a discutir los términos del acuerdo (creo); al mismo tiempo mi amigo me empuja con ligereza por el hombro y, en contra de mi voluntad, me arrastra al marco que une la habitación en la que estamos al pasillo.

Forcejeo un poco e incluso trato de empujar a Stiles por el rostro para que me suelte. Mi dedo termina por accidente dentro de su boca y eso provoca otra pelea. Puedo escuchar de fondo a la madre de Scott tratar de castigar a su hijo y al parecer Stiles también, pues se detiene en el momento justo en que su nombre es mencionado por la señora McCall.

—Nada de Stiles. —El susodicho mira incrédulo la escena. Aprieto los labios y me suelto de Stiles al fin. Sería un poco gracioso si la madre de Scott no sonará tan molesta—. Y nada de novias.

—¿Eh? —frunzo el ceño, apenas analizando que se refiere a mí.

—¿Qué? ¿Nada de Stiles? —Mi amigo trata de pasar por mi lado, seguro para abogar por él.

you should've know someone natural | scott mccall | natural#2Donde viven las historias. Descúbrelo ahora