you should've know someone natural | scott mccall | natural#2

Capítulo 18

Delirio: Parte 1.

Ahora que Scott era parte de la manada de Derek (temporalmente), pasaba parte de las tardes siguiendo a Jackson, tratando de encontrar algún patrón en su conducta y cuidando lo que hacía. Por mi parte, hoy pasaba tiempo de calidad con Stiles y su padre.

—¿Qué diablos es esto? —se queja el Sheriff en cuanto le da el primer mordisco a su hamburguesa.

—Te dije que no le iba a gustar esa cosa —murmuro en dirección a Stiles. Él me mira mal y me pasa mi hamburguesa de doble carne y tocino. Sonrío.

—Vegetariana —aclara mi amigo

—Stiles, pedí una hamburguesa. Algo como eso. —Apunta mi hamburguesa, a medio camino de entrar en mi boca. Vuelvo a sonreír.

—Esto es más saludable. Ella tendrá diabetes tipo dos en tres años más —masculla en plan confidencial. Lo veo con los ojos entrecerrados, pero no digo nada con la boca llena—. Nosotros seremos saludables —dice ahora, al tiempo que levanta una charola con ensalada.

Me paso la comida y después de dar un sorbo a mi soda hago un sonido vomitivo. El sheriff asiente de acuerdo conmigo, pero abre con urgencia una caja que parecen ser papas. Una vez abierta se da cuenta que son zanahorias y apios en tiras. Hago otra mueca de desagrado al tiempo que remojo una papá en catsup.

—¿Quieres arruinar mi vida?

—¡Quiero alargarla! Y no ayudas —dice cuando me descubre tratando de pasarle una papa frita a su padre. Me encojo de hombros y me termino comiendo la delicia grasosa—. ¿Puedes comer por favor? Y dime lo que encontraste.

Asiento, de acuerdo con mi amigo. El sheriff nos dirige una mala mirada a los dos, a su hijo por la dieta y a mí seguro porque le antojo de mi excelente hamburguesa.

—No. No voy a compartir información confidencial de la policía con un par de adolescentes.

—¿Lo que está en el pizarrón atrás de ti? —aventura Stiles, alzándose en su sitio y tratando de mirar más allá del centro de la evidencia. Yo ni siquiera me esfuerzo, pues estoy muy concentrada comiendo.

—No mires eso —ordena su padre.

—Bueno... —Stiles lo desobedece por completo.

—Aleja la vista —dice en tono cansando.

—Solo...

—¡Oye!

—Es solo...

—¡No veas!

—Es que...

—¡Oye!

—Hay flechas y señalan personas...

—Bueno, ya basta —Dejo de mover la cabeza como en juego de ping pong y le doy un sorbo a mi soda. La pajilla suena, así que la dejo de lado y pongo atención al padre de Stiles—, encontré algo. —Me mira con ligera desconfianza y no estoy segura si quiere que me vaya o que prometa no decir nada. Miro a Stiles y me encojo de hombros.

—No dirá nada.

—Nada de nada —agrego.

El Sheriff me mira por unos segundos más, pero termina suspirando y se acerca sobre la mesa a nosotros, haciendo un triángulo confidencial a pesar de estar solos en su oficina.