you should've know someone natural | scott mccall | natural#2

Capítulo 13

Veneno: Parte 2.

(Hace unas semanas).

Estaciono el auto justo en el lugar en el que él solía hacerlo. Es una costumbre que he tardado en perder, pero cuando estoy confundida, herida o perdida, este lugar suele ayudar a serenarme. Suelto un suspiro y bajo un poco la ventanilla para que el aire fresco me pegue directo en la caliente frente.

Cierro los ojos y recargo la cabeza sobre el volante de mi auto. Cuento los segundos que pasan entre una respiración y otra y al final termino contando las palpitaciones de mi corazón.

No sé qué pensar sobre Scott. Pedí tiempo y no lo respetó, las únicas dos chicas que han sentido interés por él lo mandaron a volar y su inmediato acción es besarse con el amor de la vida de su mejor amigo.

Sé que Stiles está en su casa para ayudarlo con alguna cosa de la luna llena y sé que pidió mi apoyo, pero esta vez tuve que juntar todo de mí para negarme. Tal vez eso quiera decir el inicio de una nueva era donde no pierdo patéticamente cada discusión...

No importa qué, sigo sin querer estar cerca de Scott, mucho menos hoy, mucho menos sabiendo lo que hizo sin remordimiento alguno. Ni Stiles ni y... nadie merece todo esto.

Me recargo sobre el respaldo del asiento y me paso una mano sobre el hombro para tratar de calmar la tensión de mi cuerpo. Cuando abro los ojos lista para irme, pego un brinco al mirar a través de la ventanilla del copiloto una figura parada de frente a la puerta.

No lo puedo escuchar, y siendo sincera, gran parte de mí no quiere escucharlo, pero desde aquí alcanzo a mirar los labios de Jackson moverse. Suelto un suspiro y tomo el cinturón de seguridad para ajustarlo e irme antes de que algo más suceda.

El algo más sucede antes de que pueda encender el motor: Jackson entra a mi auto. Abro la boca, incrédula, pues estoy casi segura que las puertas estaban cerradas con seguro. Ni siquiera me asomo para rectificar, me suelto el cinturón y antes de siquiera escucharle decir una palabra me bajo del auto.

Es de lo más ilógico, pues no tengo otra forma de regresar, además, no tengo ni una de humor para detenerme a ver la vista en el mirador. Cierro la puerta cuando la mano de Jackson se estira sobre el asiento del que me acabo de levantar.

Le doy un vistazo al lugar con rapidez y de inmediato me invade la angustia al darme cuenta que nadie podría ayudarme en caso de qué algo aun peor suceda. Sacudo la cabeza; Jackson es malo, pero no tan malo, ¿cierto?

Lo escucho llamarme por mi nombre, pero no me muevo. Baja del auto también y atino a bajar la cabeza antes de hacer alguna clase de contacto visual. Un momento después su cabeza baja, imagino que para verme a través del vidrio, pero de nuevo, soy más rápida y termino alzando mi cabeza de nuevo.

Repetimos un par de veces hasta que decide cambiar de estrategia y se mueve al frente del vehículo. De inmediato me muevo a la parte trasera.

—Vamos, Grace, solo quiero hablar.

No contesto nada; aún tengo la esperanza de que al no ver ni una reacción de mi parte más que la de alejarme, él se irá.

Trata de alcanzarme varias veces, y todas le rehuyo. Me empieza a parecer algo divertida la escena hasta que lo termino perdiendo. Ahora no sé si está por el frente o de costado y el corazón se me comienza a acelerar con fuerza.